LOS DIENTES
Por María C. Rodríguez
Los dientes poseen un esmalte ligeramente poroso que recubre cada pieza dental, razón por la que poco a poco se va llenando con todo lo que comemos y diversos alimentos como el vino o arándanos inmediatamente de ser comidos pintan de color los dientes, mismo que desaparece cuando nos cepillamos. Pero existen otros alimentos se suelen manchar más y de manera permanente los dientes, mismos que con el paso del tiempo van dejando ese color amarillento o amarronado y estos suelen ser el café, té o refrescos, aunque también existen cosas como el cigarro o una mala higiene bucal que perjudican los dientes. El ácido de alimentos como carne, productos lácteos, huevos, cítricos, azúcar refinada, cerveza, edulcorantes artificiales, refrescos gaseosos o aceites vegetales ayudan a empeorar la situación.
BICARBONATO DE SODIO Y LIMÓN: Las partículas del bicarbonato de sodio y el ácido cítrico del limón ayudan a conseguir una pasta blanqueadora y antibacteriana; aplicarla regularmente sobre los dientes manchados hace que se remuevan las impurezas, combate el sarro y evita el color amarillento. Basta con que mezcles 1 cucharadita de bicarbonato de sodio con 5 gotas de jugo de limón, las mezcles bien, aplícate la mezcla con tu cepillo de dientes y déjalo actuar por un par de minutos, enjuaga y listo. Utiliza el tratamiento una vez por semana.
MERMELADA DE FRESA: Las fresas contienen ácido málico, que es ideal para disolver el café, el vino tinto y las manchas de té en los dientes. Muele 1 o 2 fresas y agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio. Usando un cepillo de dientes para niños (éste ayuda a limpiar mejor entre los dientes), frota esta mezcla en tus dientes de 5 a 7 minutos. Después, usa hilo dental para sacar las semillas de las fresas que se hayan quedado atoradas. No es bueno usar demasiado este remedio, el ácido de la mermelada puede picar tus dientes y, en el peor de los casos, hacerlos más susceptibles a que se manchen.
TOMILLO: Esta es una planta prodigiosa y muy benéfica para los dientes, ya que tiene activos blanqueadores y antibacterianos que mejoran la salud oral tras su aplicación; este remedio casero te ayudará a disminuir las manchas dentales ocasionadas por los alimentos, además de que es buenísimo para tratar infecciones bacterianas. Para utilizarlo necesitas una cucharada de tomillo seco ya triturado con una cucharadita de aceite de coco; de la misma forma, aplícalo con tu cepillo de dientes, realiza esto por tres minutos y enjuaga, utilízalo por 7 días y descansa por un mes para volver a utilizarlo.
MÁSCARILLA DE PLÁTANO:
Puedes utilizar la parte de adentro de una cáscara de plátano, que es rica en potasio, magnesio, manganeso y otros minerales, para blanquear tus dientes. Los minerales en el plátano son absorbidos por el esmalte y tienen efectos saludables de blanqueamiento. Después de cepillarte y usar hilo dental, los expertos recomiendan pelar un plátano maduro y luego frotar un pedazo de la parte interna de la cáscara en tus dientes durante tres minutos, enjuágate y vuélvelo a hacer antes de irte a dormir. Repite por mínimo 10 días seguidos.
CÁSCARA DE NARANJA: La cáscara de naranja, al igual que la de plátano, contiene ácido salicílico, un compuesto que bloquea las piezas dentales y protege el esmalte frente al deterioro, además, el ácido cítrico que aporta también ayuda al blanqueamiento. Utiliza la parte interna de la cáscara para masajear los dientes manchados durante tres minutos, deja actuar por 30 minutos y cepíllate de forma normal los dientes. Utilízalo diario una vez al día.
GÁRGARAS DE VINAGRE DE MANZANA: El vinagre de manzana diluido le da mayor efectividad a cualquier pasta de dientes. Es recomendable diluirlo en la triple cantidad de agua y luego mezclarlo con una pasta de dientes natural y cepíllate como siempre.
LEVADURA DE CERVEZA: Gracias a los principios activos de la levadura de cerveza se facilita la eliminación de los restos de alimentos acumulados en los dientes, mismos que impiden la formación de sarro y manchas. Para utilizarla mezcla dos cucharadas de levadura de cerveza, 1 cucharadita de sal y agua (la necesaria) hasta obtener una pasta espesa, toma una buena cantidad con el cepillo y frótala sobre los dientes por tres minutos, repite cuatro veces por semana.
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