¿Las abejas pueden reconocer rostros humanos?

Aunque las abejas tienen cerebros muy pequeños —del tamaño de una semilla de sésamo—, poseen una gran capacidad para procesar información visual. Lo sorprendente es que pueden reconocer y recordar patrones visuales complejos, como los rasgos faciales de los humanos.

Esto fue demostrado por científicos a través de estudios en los que las abejas fueron entrenadas a distinguir entre rostros humanos para obtener recompensas (como agua azucarada). Lo que encontraron fue que:

Las abejas no reconocen “rostros” como nosotros (con emociones o expresiones), sino que identifican patrones específicos de puntos, sombras y formas: como los ojos, la nariz y la boca en una cierta disposición.

Es decir, ven el rostro como una especie de mapa visual, no como una cara con identidad, pero sí como algo que pueden asociar y memorizar.

Un experimento 

interesante

Un estudio publicado en 2005 por científicos australianos utilizó imágenes de rostros humanos y entrenó abejas para asociar ciertas caras con recompensas. Después de varios intentos, las abejas lograron distinguir rostros conocidos de otros nuevos con bastante precisión, lo que demuestra un tipo de “reconocimiento visual”.

¿Qué nos dice esto?

• Las abejas tienen un sistema visual sorprendentemente eficiente y funcional, a pesar de su tamaño cerebral.

• Nos recuerda que la inteligencia no depende del tamaño del cerebro, sino de cómo está organizado.

• También ayuda a los científicos a estudiar la inteligencia artificial y el reconocimiento facial, inspirándose en el cerebro de estos pequeños insectos.

Curiosidad extra

Las abejas no solo reconocen patrones en los rostros, también identifican flores, rutas de vuelo y señales visuales en su entorno usando el mismo tipo de procesamiento visual. Son verdaderas expertas en el mundo de los detalles visuales.