DANIEL ORTEGA: ESE MONSTRUO DEVORADOR DE VIDAS

Written by Roberto Cazorla

20 de octubre de 2021

No me entra en la mollera que un asesino como Daniel Ortega, con un historial

más negro que las alas de un totí, haya sido reelegido repetidas veces como

presidente (dictador sanguinario).

Ni con siete vidas pagarían los Castros el haber implantado el mayor genocidio de la historia americana en nuestros países latinoamericanos. Desde aquel funesto 1 de enero de 1959, nuestro mundo hispano ha vivido como una “gata sobre un tejado de zinc caliente” (título de una pieza teatral de Tennessee Williams). Fidel Castro (deseo que esté ardiendo en el infierno junto a su hijastro Hugo Chávez) supo crear los monstruos más aborrecibles del continente americanos. Personajes que solamente existían en la ex Unión Soviética y en Alemania con Adolfo Hitler, el nazismo. Tan para cual.

El dictador pederasta (solamente en un país bananeros, horripilante como Nicaragua, un pederasta, violador durante varios años de su hijastra con el consentimiento de su madre, puede existir tremendo cínico), desde el pasado-reciente mes de junio inicio otra de sus batallas genocidas contra los que están cansados de su presencia, la de su mujer (la doble del payaso Oleg Popov), y la del resto de la familia parasitaria que controla hasta la respiración de cada ciudadano. El pérfido sigue deteniendo y desapareciendo a opositores. Desde el pasado-reciente mes de junio viene cebándose con los precandidatos a la Presidencia en las elecciones del próximo mes de noviembre, encarcelando a Cristina Chamorro, Arturo Cruz, Félix Madariaga y Juan Sebastián Chamorro. Sus esbirros policiales han detenido a ocho líderes que sabe que le hacen sombra y está dispuesto a todo antes de perder el dominio que ejerce sobre una población que grita desesperadamente porque le saquen del pozo en el que el H. de la gran P. los ha lanzado.

A veces pienso que, como el pueblo cubano que gritaba a los cuatro vientos: “Si Fidel es comunista, que me pongan en la lista”, se merecen el castigo que están soportando. No me entra en la mollera que un asesino como Daniel Ortega, con un historial más negro que las alas de un totí, haya sido reelegido repetidas veces como presidente (dictador sanguinario). ¿Dónde tiene el cerebro ese tipo de nicaragüense? ¿Carecen de neuronas?

OLEADA DE DETENCIONES

Los jueces, que no son sino detestables sicarios del régimen ya tienen preparado el castigo a los disidentes. Solo tienen que poner el nombre del nuevo preso. Tras la detención de Téllez, había sido detenido Hugo Torres, ex general del ejército sandinista, de 73 años, y vicepresidente del partido “Unamos”. Sabía que iba a ser detenido y, antes, grabó un vídeo en el que expone: “En una acción, un comando de tres mujeres (¡tiene que ser tremendas “feminazis”!), y diez hombres; nosotros nos habíamos jugado la vida para liberar a los presos políticos, entre ellos Daniel Ortega hoy la paradoja de la vida está en la naturaleza de alguien que perdió sus principios como Daniel Ortega, la persona que ayudé a liberar hace 46 años sea hoy mi captor. En la dictadura de los Somoza (que era un santo comparado con el siniestro Ortega) logré evadir caer preso en el asalto al Palacio Nacional igualmente nos jugamos la vida Dora María y yo con otra cantidad de compañeros para liberar de la prisión a 60 compañeros que estaban en las cárceles como Tomás Borge, René Muñoz, Doris Tijerino, etc.”. 

Después de actuar tan pérfidamente provocando una oleada de detenciones, se llega a la conclusión de que el sanguinario Ortega ha decidido encarcelar a los disidentes sandinistas, y no en anteriores comicios porque sin duda está demostrando una venganza y un revanchismo contra quienes lo abandonaron y que hoy los considera traidores y vende patria. Para los dictadores comunistas todo aquel que no le aplauda resulta un traidor a la patria, y títere del imperio americano. Lo hemos sufrido en la Cuba miserable de la dinastía Castro. “No obstante, estas figuras conocen el FSLN y su modo de operar, al fin y al cabo, vienen de su interior. Quizá la idea sea neutralizar a las mentes tácticas capaces de interpretar y responder al modo cuasi guerrillero de operar la dictadura”, dijo al diario español ABC, Edgardo Pinell.

FULGENCIO BATISTA

Lo que ocurre en toda Latinoamérica, que está siendo zarandeada y cubierta de ríos de sangre inocente, es tan desesperante que podemos enloquecer por intentar encontrar una respuesta. Todo ello, personalmente, me hace exclamar al cielo y rogarle al Señor que nuestros países sean salvados por aquellos militares que sí los tenían bien puestos. ¿Dónde están esos militares de derecha, que siempre han sido los salvadores de nuestros pueblos, evitando que cayeran en el comunismo desdichado y mortal? No entiendo que existan mediocres que se atrevan a condenar a gobiernos como el que tuvimos en Cuba con Fulgencio Batista. Son tan ignorante, que no pueden asimilar que un “dictablando” de derecha, vale más que mil comunistas atados por el odio y la sed de sangre que los caracteriza.

Que cada día el camino se les ancha más a los dictadores bananeros, y que no exista un ejército que les pare las patas a semejantes asesinos, no entra en lo que significa respetar los derechos humanos. A monstruos como Daniel Ortega, se le debería aplicar cadena perpetua o si no llevarlo al paredón como han hecho todos ellos, fusilando a miles de inocentes. Cuba es el más vivo ejemplo.

Ortega, como el resto de dictadores bananeros, cumple fidedignamente con el guión castrista que ha humillado durante más de seis décadas al pueblo cubano. La cacería que desde el pasado junio mantiene el sátrapa Ortega contra los líderes más prominentes de la oposición política, solamente lo soporta un pueblo acomplejado, carente de voluntad y con alma de esclavo. ¿Dónde están los hombres inteligentes de los que siempre ha presumido nuestra Latinoamérica? ¿Cómo es posible que tantos millones de seres hayan permitido la invasión comunista, que solo aporta miseria, crímenes y arrasador de la personalidad individual? “Desde ahora hasta la cita electoral, podrían presentarse tres escenarios. El primero de ellos el más catastrófico donde Ortega profundiza la represión y termina siendo elegido de manera unilateral y gracias al miedo y a la fuera. En el segundo escenario, Ortega podría acceder a sentarse en una mesa de diálogo que le permita ganar tiempo. Así, enfriarían la calle, enrarece la campaña electoral y pone su agenda política en el foco de la discusión pública”.

Lo que tenemos que hacer es rezar, suplicarle a Dios que deje caer encima del lugar donde resida la familia monstruosa algo que los aplaste a todos como a chinches.

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