Daba información a Fidel y a EE-UU. Las oscuras traiciones, secretos y fraudes de la espía Ana Belén Montes

Written by Germán Acero

17 de enero de 2023

Jugaba doble, “vendía” información a Fidel Castro y a la vez a los Estados Unidos. Analistas y especialistas en inteligencia, así como prestigiosos políticos, mostraron la preocupación que representa para los Estados Unidos la liberación de la “Espía Americana” Ana Belén Montes.

Fue tan “astuta” que logró infiltrarse en el Pentágono para manejar desde allí todo su entramado de espionaje.  Y, lo peor, que pasaron muchos años para que la inteligencia norteamericana se diera cuenta de que se trataba de una peligrosa espía que se movía como “pez en agua”.

 John Suárez, del Centro para una Cuba Libre, recordó que Ana Belén Montes, la analista principal del Pentágono para los temas de Cuba, quien fue arrestada el 21 de septiembre del 2001 por espiar a favor del régimen de Castro durante 17 años, fue liberada de una prisión estadounidense.

“Es importante recordar el daño que le hizo a la seguridad nacional de los Estados Unidos y su exitosa campaña como agente de influencia para minimizar la amenaza que Cuba representa para los Estados Unidos y otras democracias de la región”, comentó Suárez al respecto.

“Por ejemplo, la información que le pasó a La Habana en 1987 propició la muerte de 65 soldados salvadoreños aliados a Estados Unidos en Centromérica, y al menos la muerte de un soldado americano”, agregó.

“Montes realizó regularmente informes dirigidos al Estado Mayor Conjunto, al Consejo de Seguridad Nacional y al Departamento de Estado minimizando las capacidades militares cubanas y estos comentarios los entregó a la Dirección de Inteligencia (DI) del régimen de Castro”, explicó.

“Sus acciones durante el derribo de las avionetas de la organización humanitaria Hermanos al Rescate el 24 de febrero de 1996, y la operación de influencia que llevó a cabo para desviar la culpabilidad de Castro y ponerla en las víctimas, llamaron primero la atención de los investigadores”, sostuvo.

“Otro ejemplo de sus actos fue la redacción de un informe del Pentágono en 1997 afirmando que Cuba tenía una “capacidad limitada” para dañar a Estados Unidos y este informe fue calificado por Fidel Castro como “un informe objetivo de gente seria”, indicó.

“Montes logró ser seleccionada como líder del equipo para analizar la efectividad de los bombardeos de la fuerza aérea estadounidense en Afganistán después de los ataques del 11 de septiembre del 2001. Funcionarios, sin embargo, temían que con la larga historia de La Habana de vender secretos a los enemigos de Estados Unidos, Montes habría obtenido planes de guerra del Pentágono para Afganistán”, relató.

“ Y que, por supuesto,  que el régimen castrista, al recibirlos de esta, entonces,  se los pasaría a los talibanes, pero eso lo que produjo y aceleró fue su arresto”, añadió.

“El alcance total del daño que ella le hizo a los Estados Unidos permanece en su mayoría como información clasificada como se puede ver en la evaluación de daños redactada a alto nivel y preparada por la Oficina del Inspector General del Departamento de Defensa que fue publicada el 16 de junio del 2005”, aseguró.

“Montes fue “uno de los espías más dañinos en la historia de Estados Unidos”.  Y por eso la ex ejecutiva nacional de contrainteligencia, Michelle Van Cleave, aseguró que Montes ‘comprometió todos los programas de recolección de información centrados en Cuba’ que se usaban para espiar a cubanos de alto rango”, expresó.

“Y también es probable que la información que transmitió contribuyó a la muerte y lesiones de estadounidenses y fuerzas pro estadounidenses en América Latina, afirmo Suárez, quien se lamentó que esta administración haya puesto en libertad a Montes”, insistió.

“Esto porque el agente retirado del FBI Peter Lapp, quien dirigió la operación encubierta contra Montes, descubrió que la información de inteligencia no-humana más dañina que proporcionó a los cubanos” era información sobre “un programa satelital secreto de Estados Unidos”, reiteró. 

Ana Belén Montes con sus contactos de inteligencia cubanos llevó a cabo una operación de influencia tan efectiva que, incluso después de su arresto, los legisladores siguieron repitiendo el análisis engañoso que proporcionó”, sintetizó.

“Su afirmación de que Cuba no representaba una amenaza para los Estados Unidos siguió circulando en el gobierno una década después de su arresto y se utilizó como base para solicitar que el presidente Obama eliminara a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo de Estado en el 2013”, precisó.

“No se puede subestimar el daño causado por Ana Belén Montes tanto a la Seguridad Nacional de los Estados Unidos como en la formulación de su política exterior, ni la realidad de que no estuvo sola al infiltrarse en el gobierno de los EE.UU. para trabajar para una potencia extranjera”.

Quiso añadir Suárez: “Los aliados y amigos de Estados Unidos y al menos un soldado estadounidense murieron por la traición cometida por esta agente extranjera. Además, la desinformación proporcionada por los agentes cubanos del DI que la manejaban y que ella insertó en los informes del gobierno de los EE.UU. continuó teniendo un impacto en la política mucho después de que ella fuera a prisión”.

 Montes, quien salió  de prisión federal en estos días, fue la principal analista de Asuntos Cubanos de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, conocida por sus colegas como la “Reina de Cuba”, la principal espía del gobierno de Fidel Castro en Estados Unidos, opinó por su parte la ex congresista Ileana Ros-Lehtinen.

“Como ex miembro del Congreso federal de Estados Unidos, a menudo trataba con la espía cubana Ana Belén Montes sobre temas cubanos. No sabía que estaba conversando con un verdadero creyente, un enemigo del estilo estadounidense que se había convertido en un topo para el mal en nuestro más alto nivel de gobierno. Sus jefes no tenían idea. No tenía ni idea”, comentó Ros-Lehtinen.

“Montes, por ejemplo, jugó un papel decisivo en la configuración de la débil respuesta de los EE.UU. a los asesinatos de los Hermanos al Rescate. Pese a que la desgracia del derribo no es todo lo que hizo Montes”, denunció.

“Montes socavó la política estadounidense en Centroamérica y América Latina. Sus revelaciones ilegales de información militar estadounidense llevaron a la muerte del sargento Gregory Fronius en un ataque guerrillero en El Salvador en 1987. Distorsionó las posiciones estadounidenses hacia Cuba y contribuyó en gran medida a la falsa creencia de que Cuba no representaba una amenaza para Estados Unidos”, reveló.

“Como miembro del Congreso y Presidente del Comité de Relaciones Exteriores, recibí de manera rutinaria informes que concluyeron falsamente que Estados Unidos no necesitaba preocuparse por Cuba bajo el régimen de Castro”, relató.

“Pero esos materiales fueron producidos bajo la influencia nefasta de Montes y su odio ciego por los Estados Unidos. Su análisis distorsionado, no arraigado en los hechos sino cegado por el verdadero odio, fue citado de forma rutinaria durante muchos años por los medios y grupos de expertos que buscan justificación para sus puntos de vista de izquierda”, narró.

“Montes buscó ayudar a todos los enemigos de Estados Unidos, no solo a la Cuba comunista. También proporcionó información altamente clasificada que no era directamente relevante para Cuba a otros enemigos de Estados Unidos”, sostuvo.

“Por ejemplo, se cree que Castro le pasó información militar a Saddam Hussein. De hecho, fue arrestada apenas diez días después del 11 de septiembre. La información que transmitió era tan delicada que los fiscales no pudieron usarla en un juicio público”, afirmó.

“Montes fue liberada. Sus delitos fueron traición clásica, pero fue acusada del delito menor de conspiración para cometer espionaje, a cambio de una declaración de culpabilidad. Recibió la sentencia relativamente débil de 25 años (que se reduce automáticamente unos pocos años por buena conducta)”, afirmó y se mostró sorprendida.

“Y lo peor:  El régimen cubano reconoció la política antiestadounidense de Montes. actitudes y declaraciones cuando ella era solo una estudiante universitaria en la Universidad Johns Hopkins y trabajaba como secretaria del Departamento de Justicia”, denunció.

“Con base en esta observación del comportamiento público, la tiranía cubana envió a alguien para reclutarla y luego se incorporó a la Agencia de Inteligencia de la Defensa. Nuestro propio sistema de verificación de antecedentes no se dio cuenta de lo que vio el régimen cubano. ¡Qué manera de ejecutar un servicio de seguridad!”, opinó.

Ana Belén Montes es obviamente una “verdadera creyente” comunista, sin importar cuánto daño y muerte se causen en el camino hacia un paraíso socialista de fantasía. “Obedecí a mi conciencia en lugar de a la ley”, dijo al tribunal durante su juicio en 2002. Todo era mentira”, señaló.

“Montes expuso así una vez más el peligro y la maldad de la “verdadera creyente”, que en nombre de su conciencia distorsionada haría estragos y muerte. Estudiar el caso de Montes nos recuerda que debemos permanecer siempre atentos a nuestros enemigos que operan dentro de nuestras fronteras y se desempeñan en posiciones influyentes de nuestro gobierno”, concluyó.

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