Una obra que reconoce la enorme contribución y el alto número de libertadores nacidos en otras geografías.
Valiosa incorporación
de colombianos (III de III)
Volvamos ahora al colombiano Adolfo Peña. El 13 de julio de 1895 participa en el combate de Peralejo; el próximo mes en el de Sao del Indio formando parte de la columna invasora que llegaría a Mantua el 22 de enero del 96.
Este colombiano poco recordado en la historia de Cuba, participa, también, en otro histórico combate: el de Mal Tiempo el 15 de diciembre del 95 y en el de Calimete el 29 de diciembre. No hemos encontrado una campaña que se realice en el occidente donde no esté presente este hombre extraordinario.
Al morir el coronel pinareño Carlos Socarrás en la acción de Cacarajícara el 30 de abril de 1896, Maceo nombró a Peña jefe del regimiento Cacarajícara.
Será el 8 de agosto del año 96 que Maceo, ya en la provincia occidental, le entrega a Peña el mando de ese Regimiento que operaba en las zonas de Bahía Honda, La Palma y Vinales.
Habrá de distinguirse Adolfo Peña Rodríguez el 4 de octubre de 1896 en el combate de Ceja del Negro, lugar situado a unos doce kilómetros de la ciudad de Pinar del Río que fue una de las más destacadas luchas de la Campaña de Pinar del Río, de las tantas libradas por el General Antonio Maceo en aquella campaña donde también se distinguieron las tropas comandadas por Vidal Ducasse y Rius Rivera.
Posteriormente el antioqueño Adolfo Peña sirve a las órdenes del General de División Pedro Díaz y participará en los últimos encuentros de la Guerra de Independencia.
Terminada la guerra fue jefe de la policía en Consolación del Sur, Marianao y La Habana y en 1,900 dirigió en la capital el periódico «El Cubano», fundado por el General Enrique Collazo.
Espíritu inquieto Adolfo Peña a comienzos de 1901 regresa a su patria y muere combatiendo en la que se llamó la Guerra de los Mil Días, en el encuentro de Pierres el 20 de septiembre de aquel año.
AVELINO ROSAS CÓRDOBA.
GLORIOSO COMBATIENTE DEL CAUCA
Pero debemos distinguir y honrar a otro colombiano. Nacido en 1856 en la ciudad de Dolores, cerca de Popayán, en el Departamento de Cauca, Avelino Rosas Córdoba fue miembro del Ejército Colombiano en cuyas filas alcanzó el grado de coronel.
En 1874 defendía con las armas la presidencia de José Balta en Perú; y se trasladó a Quito donde se unió a quienes conspiraban contra el Presidente García Morera (asesinado el 6 de agosto de 1875) y volvió a Colombia donde en Cauca estuvo con las fuerzas del gobierno para combatir al radicalismo en los enfrentamientos de Los Charcos, Manizales y El Pindó.
Acontecimientos políticos ocurridos en Bogotá en 1876 motivaron su destierro a Venezuela de donde fue expulsado en 1892 por haber participado en un movimiento revolucionario.
Residía Rosas en Curazao cuando el Mayor General Antonio Maceo le escribió invitándolo a participar en la guerra de independencia de Cuba. Aceptó y partió hacia Nueva York, a donde llegó en enero de 1896 para ponerse a disposición de la delegación cubana en el exterior. Partiría en la frustrada expedición del vapor Hawkins que, bajo el mando del Mayor General Calixto García, naufragó frente a las costas de Nueva York el 26 de enero de 1896. Pero este inquieto colombiano llegará el 24 de febrero de aquel año (1896) en la primera expedición del vapor Bermuda, también dirigida por Francisco Leyte Vidal que desembarcó por Maraví, el 24 de marzo de aquel año, luego de haber fracasado la primera expedición de aquel barco (Bermuda) en la misma fecha del mes anterior.
En Cuba Rosas fue situado a las órdenes de Calixto García como miembro de su estado mayor y luego pasó a la provincia de Ca-magüey al frente de los regimientos Jacinto y Máximo Gómez el 28 de junio de 1896. Se mantiene activo aquel año y participa en los combates de La Marina el día primero de agosto de 1896, donde fuerzas a su mando se enfrentan a una columna de unos 2,000 efectivos que custodiaban un convoy que se dirigía a Guáimaro y al que le ocasionaron numerosas bajas en Machuca,
Flor de Mayo, Lugones, el Desmayo y Paso de las Damas y en el Sitio a Cascorro, que los mencionaremos a continuación.
Termina el año 96 Avelino Rosas con el grado de General de División, Jefe de la División del Quinto Cuerpo de Matanzas, y de inmediato, participa en el Combate de Santa Teresa.
Dos meses después, sirviendo a las órdenes del General en Jefe Máximo Gómez, toma parte en el ya nombrado combate de Machuca, cerca de Camagüey, enfrentándose a la columna del General Jiménez Castellanos, que iba en auxilio de una tropa que estaba sitiada en Cascorro. Ya el 21 de enero de aquel año se había enfrentado, con fuerzas del Cuartel General del Ejército Libertador, a una columna del Coronel Roque en la región de Flor de Mayo en las cercanías de Güines, La Habana. Y el 4 de noviembre vuelve a chocar, junto a las fuerzas del General en Jefe Máximo Gómez, con la combativa columna del incansable General Adolfo Jiménez Castellanos en Lugones, cerca de Cascorro cuyas fuerzas enemigas ascendían esta vez a unos 4,000 hombres que habían salido de Minas en auxilio de las tropas que continuaban sitiadas. Luego de aquel combate las fuerzas de Gómez se unen en «La Conchita» para reunirse con las del Mayor General Calixto García.
Se mantiene activo el colombiano Avelino Rosas Córdoba que llegará a ser General de División. La guarnición de Cascorro había estado sitiada y, como hemos visto, a su auxilio había partido la columna dirigida por el activo General Jiménez Castellanos que ahora regresaba a Nuevitas y con la que vuelven a enfrentarse las tropas de Máximo Gómez auxiliadas por las del Coronel Rafael Cabrera en el sitio conocido como el Desmayo el 8 de octubre de 1896, tratando de obstaculizar la llegada del general español.
El 31 de diciembre del 96 es nombrado Rosas General de División y Jefe del Quinto Cuerpo de Matanzas, y dos días después participa (2 de enero de 1897) en el encuentro de Santa Bárbara -donde acampaba el Gobierno de la República en Armas y el Cuartel General del Ejército Libertador- con una columna que conducía un convoy para Arroyo Blanco que pasaba por las proximidades del campamento. La Brigada de Sancti Spíritus, bajo el mando del Brigadier
José Miguel Gómez atacó la columna española que prefirió no entablar combate y continuó su marcha siendo hostilizada por los cubanos del Regimiento Taguas.
Al terminar la guerra, se desempeñaba Rosas como Jefe del Estado Mayor del entonces General de División Alejandro Rodríguez (no confundirlo con José María Rodríguez (Mayía), con quien también sirvió Avelino Rosas) y pide su retiro.
El inquieto Avelino Rosas Córdova fue electo al congreso en su país de origen y se vio envuelto en la guerra civil que allí se desarrollaba, pasando a Venezuela donde participó en el derrocamiento del Presidente Anduesa Palacios, pero el nuevo Presidente Joaquín Crespo lo envió a prisión y lo expulsó en 1892 del país.
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