Cuba: Mambises nacidos en otras tierras

Written by Demetiro J Perez

9 de febrero de 2022

Una obra que reconoce la enorme contribución y el alto número de libertadores nacidos en otras geografías.

Españoles en las filas  insurrectas (I de VIII)

Volvamos a recordar al precursor -y permanente luchador- Julián Santana.

Pocos hombres participaron en tantas batallas como este español, Julián Santana, que unió sus destinos al de la independencia de Cuba. Pasados dos meses ya forma parte de las fuerzas del Ejército Libertador, esta vez, bajo el mando superior del Mayor General Máximo Gómez, que enfrentan en Naranjo-Mojacasabe el 10 de febrero (1874) una columna compuesta de los batallones de infantería Rayo, León, Aragón, Cortés y Libertad del Regimiento de Caballería Piza-rro que contaba con piezas de artillería de montaña, una sección de contraguerrilla a pie, denominada Los Jíbaros y varias secciones de contraguerrillas montadas. Las fuerzas españolas tendrían, en total, 2,000 hombres bajo el mando de los brigadieres Báscones y Manuel Armiñán.

A esa batalla que la había comenzado Gómez se le incorpora la infantería oriental bajo el mando de Antonio Maceo, entonces Brigadier. Batalla narrada también por Benigno Souza «Máximo Gómez. El Generalísimo».

No hay descanso para este combatiente nacido en Tenerife, porque al mes siguiente, ya está envuelto en otro de los grandes enfren-tamientos de aquella guerra heroica. Mediaba el mes de marzo (1874) cuando las fuerzas al mando del Mayor General Máximo Gómez, integrada por 900 infantes de Las Villas y Camagüey y 300 jinetes camagüeyanos de las que forma parte Julián Santana, libraron en Las Guásimas una de las más importantes batallas de nuestras guerras emancipadoras contra una columna de más de 3,000^eiecti-vos dirigida por el Brigadier Manuel Armiñán compuesta por los batallones León, Rayo, Cortés, Aragón y Libertad; 700 jinetes de los Regimientos de Caballería Pizarro y Colón; dos contraguerrillas y cuatro piezas de artillería.

CARLOS AGÜERO GARCÍA,

LAS GUÁSIMAS

Esta acción se libró en la finca conocida como Las Guásimas de Machado, ubicada a unos 36 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe (Camagüey), El campo de la acción lo formaron dos potreros rodeados de frondosa vegetación.

En la dirección Jagüey-Cachaza existía un camino que se bifurcaba hacia ambos potreros. La batalla que hubo de tener lugar en este escenario no estaba prevista en los planes de Gómez, ya que el gran dominicano quería evitar en lo posible un enfrentamiento de envergadura que comprometiera al contingente invasor, el cual debía cumplir misiones decisivas para la guerra.

Cuando Gómez, informado en detalles de los movimientos del enemigo por su exploración, tuvo la certeza de que el encuentro con la columna de Armiñán era inevitable, decidió tomar la iniciativa, adelantándosele y ocupar una posición ventajosa aprovechando las características del terreno. Su plan para el combate incluía como idea principal, atraer al enemigo hacia una emboscada previamente preparada y aniquilarlo con el fuego de la infantería y un golpe sorpresivo de la caballería.

Para lograr este objetivo concentró sus esfuerzos en el potrero grande, de frente a la represa, donde tomaron posiciones las fuerzas principales de infantería de Las Villas y Camagüey, bajo el mando del brigadier Antonio Maceo. Al resto, bajo las órdenes del Coronel Ricardo Céspedes, les indicó el momento preciso de abrir fuego sobre el enemigo. Detrás de la infantería fue situada la caballería, bien enmascarada por los frondosos árboles y lista para actuar cuando cesara el fuego de la infantería. El Coronel Gabriel González fue designado por Gómez para dirigir un destacamento de demostración integrado por 50 jinetes que tendrían la importante misión de provocar al adversario y atraerlo hacia la emboscada a través del carril que unía a los dos potreros.

Las bajas provocadas por el fuego insurrecto fueron numerosas y después Gómez, aprovechando la confusión de los colonialistas, ordenó el cese del fuego y la entrada en combate de la caballería, la cual protagonizó la famosa «carga del carril». En ella el enemigo sufrió grandes pérdidas y los sobrevivientes se vieron obligados a buscar refugio detrás de las líneas del Bon El Rayo, dirigido por el Teniente Coronel Camps y Feliú.

En la batalla de Las Guásimas, donde Santana resultó herido, se producen distintos encuentros. Uno de ellos cuando Gómez ordenó al entonces Capitán Carlos Agüero García63 hostilizar el campamento enemigo para impedirle el descanso y hacer más lento el avance de la columna española. El Capitán Agüero García llegó a Cachaza donde Báscones se disponía a pasar la noche y darle descanso a sus tropas para continuar la marcha al día siguiente por lo que Agüero decidió hostilizar el campamento enemigo durante toda la noche con el doble propósito de no permitir el descanso a los españoles y hacer más cautelosa su marcha al día siguiente. Los disparos alertaron a Gómez quien cambió sus planes y ordenó preparar una emboscada en el camino de Jimaguayú a Las Guásimas.

Tomó parte Agüero García en el ataque a Las Tunas y combatió en Jimaguayú, el 11 de mayo, donde cayó el brigadier Ignacio Agramóme. Luego, bajo el mando de Máximo Gómez, participó en los ataques de Nuevitas y Santa Cruz del Sur y en los combates de la Sacra (9 de noviembre de 1873) y Palo Seco (2 de diciembre de 1873). Intervino con el grado de comandante en las acciones de Naranjo-Mojacasabe y las Guásimas con instrucciones de que con una compañía de infantería del Regimiento Caunao, hostilizara cualquier tropa española que viniese en ayuda.

OTRA VEZ JULIÁN SANTANA

Del 15 al 19 de marzo se produjo este muy importante encuentro porque los españoles querían detener el avance de los insurgentes hacia occidente e impedir el paso de la trocha de Júcaro a Morón. Julián Santana venía con las fuerzas de Gómez, mientras las tropas principales de infantería de Las Villas y Camagüey quedaban al mando del entonces brigadier Antonio Maceo. El resto de las fuerzas quedaban bajo las órdenes del entonces Coronel Ricardo de Céspedes.

Recuperado de sus heridas, toma Santana parte en julio de 1874 del ataque a Las Tunas del 23 al 26 de septiembre de 187465. Con espíritu inquieto, Santana66 apoyó activamente las sediciones de Lagunas de Varona (26 de abril de 1875) y de Santa Rita (mayo 11, 1877) y respaldó la Protesta de Baraguá (15 de febrero 1878) terminando la Guerra de los Diez Años con el grado de teniente coronel. Pero Santana no descansaba en su inquietud de ver a la isla independiente.

Aquel canario, participa en la Guerra Chiquita uniéndose al General Francisco Varona.

Al iniciarse la Guerra de Independencia del año 95 se incorpora a las fuerzas del General José Manuel Capote, en Las Tunas con el grado de General de Brigada. El 31 de octubre de aquel año se une a la columna invasora que avanzará hacia la trocha de Júcaro a Morón, pero ahora el Mayor General Antonio Maceo le dio la misión de regresar a Las Tunas y reincorporarse al mando de su brigada como jefe titular de ella.

Vuelve a sobresalir Julián Santana en los ataques a Guáimaro que se extienden desde el 17 al 28 de octubre de 1896, y en el de Las Tunas que se realiza del 28 al 30 de agosto de 1897. Este admirable español que sentía como pocos la causa de la libertad de Cuba murió en Las Tunas el 31 de julio de 1931 a los 101 años de edad.

Vamos a hablar, ahora, de otro español. De Matías Vega Alemán. El valeroso canario que sirve también en las tres guerras de independencia de Cuba.

Matías Vega Alemán nació en La Palma, Islas Canarias el 24 de febrero de 1841. Pronto se trasladará a Cuba, y se unirá al Ejército Libertador.

Ya para noviembre de 1869 tenía el grado de comandante y dos meses después el 30 de enero de 1870 rechazó un fuerte ataque enemigo a su campamento en Tempú, a sólo 40 kilómetros de Santiago de Cuba. En abril era Matías Vega quien el 9 de aquel mes atacaba el campamento enemigo de Santa Elena, situado en las inmediaciones de Victoria de las Tunas. Poco después acompañará a las tropas  del Mayor General Calixto García en un nuevo ataque a Guisa, en la jurisdicción de Bayamo, posición que ya antes había sido atacada por fuerzas al mando conjunto del Mayor General Máximo Gómez y el entonces Brigadier Calixto García.

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(Continuará la semana próxima)

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