Cuba: Mambises nacidos  en otras tierras

Written by Enrique Ros*

1 de noviembre de 2022

Una obra que reconoce la enorme contribución y el alto número de libertadores nacidos en otras geografías.

Las expediciones después del Zanjón (VIII de IX)

EL DAUNTLESS

Veremos frecuentemente otras embarcaciones siendo utilizadas en la Guerra del 95. Una de ellas será el remolcador Dauntless que en su primer viaje, zarpando del Río Satilla, en el sur de Georgia el 13 de agosto de 1896 llevaba como capitán a John (Dinamita) O’Brien y desembarcaba en Nuevas Grandes en la costa norte de Camagüey el 18 de aquel mes. Entre los combatientes venía Frederick Funston el norteamericano del que antes hemos hablado y el Coronel Rafael Cabrera que llegaba como Jefe de Tierra. Junto a ellos llegarían Ramón Acosta, Miguel Salinas, José Martínez Amores, José Abreu y Alejandro Rodríguez.

Volverá a zarpar el Dauntless ese propio mes de junio trayendo como Jefe de Tierra a Fernando Méndez Miranda, el coronel pinareño se incorporaba al Ejército Libertador el 23 de mayo del 95 combatiendo en las zonas de Cárdenas y Sagüa la Grande hasta la llegada de la columna invasora. El General Maceo lo envía a los Estados Unidos en busca de armas y pertrechos y regresa a Cuba en los primeros días de febrero del 96. Volverá el 10 del propio mes a la nación norteamericana bajo las órdenes del entonces Coronel Emilio Núñez.

En esta segunda expedición del Dauntless viene como capitán el ya conocido John (Dinamita) O’Brien y coincidirá con el tercer viaje del vapor Laurada en el que llegará el general puertorriqueño Juan Rius Rivera.

Participará Fernando Méndez Miranda en varias expediciones; entre ellas la de la nave Viveros que desembarcó armas y municiones por Cayo Galindo en la costa norte de Matanzas en marzo del 96; en el segundo del vapor Comodoro que había desembarcado por la playa Camacho, y en el tercer viaje del vapor Dauntless llegaba a la desembocadura del Río Sevilla el 22 de agosto de aquel año. Formará parte de la quinta expedición del vapor Somners Smith que desembarcaba los días 5, 10 y 15 de septiembre de 1897 por Pinar del Río, La Habana y Cienfuegos, respectivamente. Tres desembarcos por tres puertos distintos en poco más de una semana.

Pasan varias semanas y vuelve el Dauntless a realizar ahora su cuarto viaje a la isla. En esta expedición llega como Jefe de Tierra el Coronel Miguel Betancourt Guerra que desembarcara por el sur de Oriente el 22 de agosto del 96, habiendo partido de Nueva York el 10 de aquel mes, luego de cambiar de embarcación al zarpar de Palm Beach. El Dauntless en su cuarto viaje traerá unas tres docenas de expedicionarios, la mayoría, camagüeyanos, entre ellos el propio Miguel Betancourt, el Capitán Serapio Mesa Arteaga, Fernando Freyre de Andrade, Lucas y Luis Alvares Cerise y el oficial del ejército francés Armando Gueryn.

Sigamos con el Dauntless. El 4 de enero del 95 Rafael Pérez Morales vendrá al frente de la quinta incursión de este barco que había ingresado en el Ejército Libertador el 17 de mayo del 95 y cuatro meses después había sido electo a la Asamblea Constituyente de Jimaguayú (13 de septiembre de 1895). Es Pérez Morales herido en el combate de Mal Tiempo el 15 de diciembre de aquel año. Un año después será jefe del sexto viaje del vapor Three Friends, y el 4 de enero del 95 de la quinta del remolcador Dauntless y llevará en este quinto viaje nuevamente a Rafael Pérez Morales, y, también a Rafael Gutiérrez Marín, José Dolores Arrieba, Augusto Arnao, Ignacio Medrano y el artillero norteamericano Michael Walsh.

En mayo zarpará por sexta vez aquel remolcador. Quien viene al frente es el comandante Serapio Arteaga, de Camagüey.

El Dauntless sale en este sexto viaje el 21 de mayo del 95 y será el Comandante Serapio Arteaga quien llega como Jefe de Tierra y José Alonso como capitán de la embarcación. El 21 están desembarcando por Punta Brava, Manatí, en Oriente, los 22 expedicionarios entre los que se encontraba Julio Rodríguez Baz y los profesionales Emilio Luaces, Juan Francisco Milanés y Orestes Ferrara que traían un cargamento de 500 fusiles, 450,000 cartuchos, 300 machetes y otros materiales. Ya los viajes se hacían con una frecuencia impresionante. El 21 el Dauntless partía en su sexto viaje; tres días después, el 24 zarpaba de nuevo de Jacksonville y, luego de serios trastornos tratando de desembarcar más cerca de La Habana pudieron arribar a la playa Bacuranao en la costa norte de La Habana con 33 expedicionarios; entre ellos el Comandante Ricardo Delgado, jefe de este séptimo viaje que habiendo salido de Cayo Damas, en la Florida el 23 de mayo del 97 desembarcaba en la isla al día siguiente con 23 expedicionarios realizando el desembarco sin mayores contratiempos.

Sólo han pasado tres semanas y el 18 de junio sale la octava expedición del imparable remolcador. Será el Comandante Armando André quien está al frente de ella como Jefe de Tierra y como Capitán al ya conocido John O’Brien (el Capitán Dinamita), el distinguido miembro del Departamento de Expediciones. Se les une el Comandante Elíseo Cartaya que llegaba en una goleta con las armas y otros medios y, por fin, zarpan de Dogs Rock el 17 de junio del 97 con varios expedicionarios.

¿Quién es José Elíseo Cartaya? Era Teniente Coronel. En los meses finales de la Guerra de los Diez Años había sido detenido por las autoridades españolas acusado de realizar actividades conspirativas. Puesto en libertad marchó hacia los Estados Unidos cuando sólo tenía 18 años de edad. En la Guerra del 95 trabajaba en el Departamento de Expediciones como segundo en las expediciones del remolcador Dauntless y, el 23 de enero del 98 naufragaba en el vapor Tillie cuando conducía otra expedición hacia Cuba. Este octavo viaje portaba fusiles, cartuchos, dinamita y otros medios destinados a las fuerzas del General Francisco Carrillo en Las Villas. Poco después estaría acompañando al Coronel Baldomero Acosta en un corto viaje del Remolcador Layden que desembarcaba en la playa el Salado el 2 de mayo del 98 por la provincia de La Habana con armas para el Mayor General Matías Rodríguez.

Es bien accidentado este octavo viaje del Dauntless. Apenas saliendo de Cayo Hueso el buque es varado por el práctico -aparentemente sirviendo al gobierno español- y tomará varios días reparar la avería causada. Mueven el barco hasta Dogs Rock pero en la noche del 17 de junio, cerca de los cayos Francés y Santa María, son avistados por una goleta española. Evitan el encuentro pero el 18, a unas 27 millas de Cárdenas, explota la caldera del Dauntless. A velas llegan a Alligator Bay y alcanzan la costa. Tendrán que regresar a Key West. No se amilanan por esos inconvenientes.

Ni siquiera aquella explosión del Dauntless impidió que siguiera funcionando el movimiento de expedicionarios y carga hacia las costas cubanas. El 20 de febrero del 98, bajo la dirección del Teniente Coronel Manuel Lechuga parte una embarcación hacia Cuba que trae como patrón al Capitán John (Dinamita) O’Brien desembarcando a 24 hombres por Manatí en la costa norte de Oriente llegarán con él el Teniente Coronel Manuel Lechuga, el Capitán José Grave de Peralta y Octavio Aguiar; junto a ellos el General Eugenio Sánchez Agramonte y el Teniente Coronel Gonzalo García Vieta.

Sánchez Agramonte llegará a ocupar una alta posición, incorporándose a las fuerzas del Mayor General Máximo Gómez en Camagüey siendo asignado a médico del cuartel general del general en jefe. Se hizo cargo de elaborar el primer proyecto de la Ley Orgánica Militar que fue aprobada por el gobierno cubano y acompañó a la columna invasora hasta Cuatro Caminos en Pinar del Río. Poco después el Consejo de Gobierno le encomendó gestionar ayuda exterior para organizar una expedición armada a Puerto Rico cuyo proyecto fue acogido con frialdad lo que lo llevó a continuar su viaje a Francia por recomendaciones de Tomás Estrada Palma para entrevistarse con Ramón Emeterio Betances, en París que también desechó la idea de una invitación a Puerto Rico en esos momentos, lo que lo movió a participar en el onceno viaje del ya conocido Dauntless bajo el mando del Teniente Coronel Manuel Lechuga, que desembarcaría en Nuevas Grandes en la costa norte de Camagüey.

Se realizará la décimo segunda expedición del Dauntless del 25 al 26 de febrero de 1898 siendo financiada por la Delegación Cubana y organizada y conducida, como Jefe de Mar por el General Emilio Núñez y como Jefe de Tierra el Capitán Enrique Regueira que traía nuevamente como patrón al ya imprescindible (Dinamita) O’Brien, el conocido oficial del Departamento de Expediciones. El desembarco de las armas fue apoyado por el Coronel Guillermo Schweyer Hernán, de Matanzas que había ingresado en el Ejército Libertador el 16 de febrero del 96, prestando luego servicio a las órdenes directas del Mayor General Pedro Betancourt y participando en los combates de La Perla, Diana, Río Aura, Josefa y Carita, Pollo Colorado, el Infierno y el Mogote, teniendo a su cargo la organización del regimiento de infantería Betanzas, terminando la guerra como jefe de esa unidad.

(Continuará la semana próxima)

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