Una obra que reconoce la enorme contribución y el alto número de libertadores nacidos en otras geografías.
Los puertorriqueños en el Ejército Libertador
DE MAYAGÜEZ A MANATÍ: JUAN RIUS RIVERA
Va terminando el mes de diciembre cuando un grupo de jóvenes se reúne, durante varios días, impacientes por partir hacia Cuba en la expedición que está organizando Melchor Agüero. Los jóvenes han nacido en distintos países. Unos en Canadá, otros en los Estados Unidos, varios en Cuba. Uno de ellos en Mayagüez, Puerto Rico.
Entre los cubanos se encuentra Oscar de Céspedes, el hijo de Carlos Manuel. Entre los canadienses, William A. Ryan. Están los norteamericanos James Clancy y Tom Lilie Mercer y, junto a ellos, el de Mayagüez, Juan Rius Rivera. Todos ansiosos de salir en el remolcador Anna que el 29 de aquel mes zarpará del mismo puerto de Nueva York. Comienza para el joven puertorriqueño su extraordinaria carrera militar que le permitirá alcanzar el alto grado de Mayor General.
No será la del Anna una corta y tranquila travesía. El mal tiempo los fuerza a entrar en Charleston donde el barco es retenido durante varios días por las autoridades. Seguirá hasta Eleuthera Island. De allí partirán hacia Green Cay. Será el 19 de enero que finalmente desembarcarán en Punta Brava, cerca de Manatí. Los expedicionarios serán asignados a distintas unidades del Ejército Libertador. Rius, el puertorriqueño, quedará subordinado al General de Brigada el mexicano José Inclán donde reside, en ese momento, la sede del gobierno.
En marzo marcha Juan Rius con Inclán de Camagüey a Holguín, donde el mexicano Inclán ha sido nombrado jefe de la división de esa jurisdicción. Al año siguiente, en febrero, estará a las órdenes del Mayor General Calixto García a quien le sirve de secretario, posición que deja de inmediato al ser nombrado jefe del Primer Batallón de Infantería de Holguín.
Participa Rius Rivera en el combate de Santa María de Ocujal (Copo de Chato) el 26 de septiembre, 1873.
En este encuentro comienza a sobresalir este puertorriqueño con el coraje que habrá de mostrar en esta guerra que recién había comenzado en el 68 y, luego, en la del 95. Integrado a las fuerzas que comanda el Mayor General Calixto García se enfrenta a la columna dirigida por el Teniente Coronel Ángel Gómez Diéguez, más conocido como el Chato, que operaba en la zona de Puerto Padre, a quien le prepara una emboscada en la ruta por la que sabían se movería esa columna. En el encuentro, en el que participaban mambises de Holguín y Bayamo, fue aniquilada la vanguardia de las tropas españolas y cae gravemente herido el Chato.
Volverá Rius Rivera a distinguirse, días después, en Chaparra donde derrota a la columna del Coronel Federica Esponda. Junto a las tropas de Rius Rivera lucharán las comandadas por Francisco Varona y Belisario Grave de Peralta.
Participa Rius Rivera en otros encuentros y, al caer prisionero Calixto García, se incorpora a las tropas del Mayor General Vicente García, Jefe del Departamento Oriental y se hace cargo del recién constituido Regimiento Céspedes que participará en la campaña de Las Villas que está realizando Máximo Gómez. Se ha ganado Rius la confianza de las más altas figuras de las fuerzas insurrectas y es designado, junto con Manuel de Jesús Calvar para mediar con los protestantes de Lagunas de Varona (26 de abril, 1875).
Volverá a sobresalir, ya con grado de Teniente Coronel, en la acción de la Cuaba al enfrentarse en ese sitio de Holguín a una columna española que le costó la vida al jefe español (18 de abril, 1876). Poco antes intervino en el encuentro Yabazón Abajo, el 26 de enero, 1876, en Gibara bajo el mando del Brigadier Antonio Maceo enfrentándose a escuadrones del Regimiento Santiago. Junto a Rius estarán las fuerzas de Arcadio Leyte Vidal y del Coronel Emilio Nogueras. En el encuentro pierde la vida el Teniente Coronel Pablo Amabile.
En 1877 ataca el poblado de Santa Rita, en Gibara, y forma parte de los que, con Maceo, participan en la Protesta de Baraguá el 15 de marzo de 1878. Reanudada la guerra ocupa la jefatura de la Brigada de Holguín y en mayo acompaña al General Maceo en su salida hacia Jamaica. Y luego de estar en varios países Rius Rivera se establece en Honduras. Pero al estallar la Guerra del 95 regresa a Cuba entre los expedicionarios del Three Friends el 8 de septiembre de 1896 para unirse a las fuerzas Maceo.
Con el grado de General de Brigada combate en Loma China, Montesuelo, Tumbas de Estorino, Isabel María, Ceja del Negro y Galatón.
Después de participar en esos y otros encuentros, Maceo le pidió a Rius sustituir al General Pedro Díaz en el mando de la División de Pinar del Río. Cumpliendo esas instrucciones participa este incansable puertorriqueño tomando parte en los combates de Soroa, el Rosario y el Rubí. Recibe un gran honor: al dejar Maceo la provincia de Pinar del Río designa a Rius como jefe de todas las fuerzas durante su ausencia.
Al morir Maceo, Rius Rivera como jefe de aquellas fuerzas, participa en decenas de acciones. En el combate de Río Hondo es herido y hecho prisionero y conducido a las celdas de la fortaleza de La Cabaña. En diciembre de 1898 es trasladado a una cárcel en Barcelona. Regresaría a Cuba al terminar la guerra.
GUILLERMO FERNÁNDEZ MASCARÓ:
UN BORINQUEÑO QUE SE SIENTE CUBANO
Otro puertorriqueño, que echó profundas raíces cubanas, se distinguirá en la Guerra de Independencia. Nacido en Bayamón, Guillermo Fernández Mascaró ingresará el 8 de julio de 1895 en el Ejército Libertador. Lo hizo en la región de Cambute, aquella región del sur de Oriente donde tanto se distinguió el brigadier José de Jesús Pérez en la Guerra de los Diez Años.
Ahora, en el 95 Fernández Mascaró, médico, se incorpora bajo el mando del entonces Coronel Higinio Vázquez. No podría tener Fernández Mascaró mejor maestro que este hombre que ha luchado en nuestras tres guerras emancipadoras. Luego pasará a las órdenes del General de Brigada Agustín Cebreco convirtiéndose más tarde en Jefe de Sanidad de la columna invasora hasta su entrada en la provincia de La Habana de donde retorna a Las Villas para unirse a las fuerzas del Mayor General Serafín Sánchez.
Junto al espirituano Sánchez permanecerá Mascaró hasta que aquel muere en el combate del Paso de las Damas en noviembre de 1896. Con la caída de aquel general cambia el destino de Fernández Mascaró quien pasa al Departamento Oriental bajo el mando del Mayor General Calixto García.
OTROS APORTES BORINQUEÑOS
Nació José Semidey Rodríguez en Yauco, Puerto Rico, el 12 de agosto de 1869.
Tenía 24 años cuando en 1892 se estableció en República Dominicana y formará parte de la expedición armada que preparaba el entonces coronel Mayía Rodríguez. El mal tiempo y las pésimas condiciones para navegar del vapor Geo W. Childs los obligaron a poner rumbo a Pine Key en la Florida. Allí se unieron a los expedicionarios del vapor James Woodall del General Carlos Roloff que desembarcaron por Tayabacoa, el 24 de julio de 1895.
Semidey ingresó como simple soldado en una de las columnas del Regimiento Expedicionario.
Es Semidey factor importante en la toma del fuerte Taguasco con fuerzas subordinadas al ya Mayor General Serafín Sánchez en un prolongado ataque bajo el mando del Comandante José R. Legón del 7 al 9 de agosto de aquel año 1897. El último asalto al fuerte español se produjo el día 9 que, cuando su comandante Tomás Pomar parlamentó con el General Sánchez y el fuerte se rindió. Por su actuación en aquella acción Semidey es ascendido a cabo.
Vuelve a destacarse este combatiente puertorriqueño en el encuentro de Tres Palmas el 22 de septiembre de aquel año, y, por su arrojo, alcanzó el grado de alférez.
Ahora, bajo las órdenes del General de Brigada, el colombiano José Rogelio Castillo, el borinqueño Semidey participa en el asalto al pueblo de Condado a unos 18 kilómetros de Trinidad. Siguió luchando en Las Villas pasando al siguiente mes al regimiento de infantería organizado por el Coronel Fernando Cortina» que lo nombró su ayudante. El borinqueño Semidey toma parte en más de 50 combates, todos en las jurisdicciones de Cienfuegos, Villaclara y Sagua la Grande participando en las acciones de El Cristo, la Rosa, Cavarrocas y Manacas. Alcanzó el grado de coronel del Ejército Libertador. En enero de 1898 asumía Semidey el mando del regimiento Carrillo perteneciente a la Brigada de Sagua la Grande, en cuyo cargo terminó la guerra.
Otro puertorriqueño sobresale en aquella contienda. Es Enrique Malaret Jordam, que nació en Sabana Grande, Puerto Rico, en 1870 y llegó a Cuba, como miembro del Ejército Libertador, en la expedición del vapor Horsa bajo el mando del General de Brigada Francisco Carrillo, el 17 de noviembre de 1895. Combatió junto a Carrillo, de quien fue su ayudante, durante la guerra que se había inicado el 24 de febrero de aquel año.
El puertorriqueño Malaret, al terminar la Guerra de Independencia fue nombrado alcalde de Remedios durante la intervención americana y, posteriormente, en la República fue electo alcalde de ese municipio.
Mencionemos a otro hijo de Puerto Rico. Desde La Guaira el puertorriqueño Gerardo Forrest embarcó el 19 de abril de 1895 a seis oficiales bien armados para Cuba, y Forrest personalmente marchó también para Cuba.
Fueron muchos los borinqueños que lucharon junto a los mambises cubanos. Rendimos un homenaje de gratitud y reconocimiento a los aquí nombrados y a tantos otros héroes y mártires anónimos de la isla hermana.
FIN
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