El comisionado Roberto González se ha puesto al frente de varias iniciativas que buscan, en un futuro no muy lejano, comenzar a descongestionar el tráfico pesado de automóviles en el condado, un problema que sigue siendo el “mayor dolor de cabeza” para los conductores locales.
González, quien representa el Distrito 11, señaló que el objetivo es agilizar el tráfico entre el este y el oeste de Miami, especialmente en las horas pico, cuando se registra el mayor volumen de vehículos en las vías de la ciudad.
“Tenemos que habilitar vías alternativas que comenzaremos a rehabilitar estructuralmente, de modo que las principales arterias, las más usadas por los residentes para ir de sus casas al trabajo, se descongestionen”, explicó.
El comisionado añadió que se trabaja con ingenieros especializados en movilidad vial para mejorar el flujo vehicular y se analiza la creación de nuevas rutas de autobuses que contribuyan a la solución.
“Queremos que los residentes que trabajan en el este de Miami puedan usar el servicio de autobuses desde centrales de transbordo, utilizando las tarjetas de prepago que ofrece la ciudad, hacia el oeste”, detalló.
González destacó la necesidad de fomentar el uso compartido de vehículos. “Debemos incentivar a los residentes para que usen menos sus autos particulares o que, al menos, compartan los viajes con sus vecinos y así reducir el número de carros en las horas clave”, dijo.
Entre las alternativas que estudian está la implementación de rutas exclusivas para autobuses, que ya han dado buenos resultados en ciudades como Doral, donde los usuarios se desplazan al centro de Miami ahorrando tiempo valioso.
“Se trata de revisar las rutas de buses y el tráfico en las horas de mayor volumen, para reestructurarlas de manera que los principales beneficiados sean los residentes”, agregó.
Aunque admitió que por ahora no hay presupuesto para ampliar el Metrorail u otros sistemas de transporte rápido, González enfatizó que sí se pueden aplicar soluciones para mitigar la congestión, agravada por el creciente número de vehículos en la ciudad.
“Las encuestas muestran que el público utiliza poco o nada el sistema de autobuses para sus desplazamientos, y eso tampoco ha ayudado a reducir la congestión”, comentó.
Reflexionó: “La próxima vez que esté atrapado en el tráfico, pregúntese por qué nadie en el liderazgo del gobierno del condado, hace veinte o treinta años, pensó en planificar”.
“Aunque Miami-Dade es considerada una de las grandes áreas metropolitanas del mundo, esta falta de planificación nos ha llevado a un embotellamiento interminable que frena nuestro crecimiento y afecta negativamente la calidad de vida”, subrayó.
El comisionado fue contundente: “Los residentes están cansados de estar atrapados en el tráfico, y lo peor es que no parece haber alivio a la vista. Por eso tenemos que actuar ya para acabar con este grave problema que nos afecta a todos”.
Criticó que en West Kendall, el área que representa, se construyeron muchas urbanizaciones sin planificar centros de empleo, comercios, parques o espacios de esparcimiento cercanos. “Eso obliga a recorrer largas distancias para cualquier actividad cotidiana y genera un efecto dominó que multiplica el tráfico”, explicó.
González rechazó la idea de seguir construyendo viviendas unifamiliares fuera del Límite de Desarrollo Urbano, lo que, según él, solo incrementará la expansión descontrolada y el tráfico.
“En 2024, los estudios mostraron que los conductores en Miami pasaron un promedio de 86 horas al año atrapados en el tráfico. US-1, Turnpike, SR 836, Palmetto: todas están congestionadas porque nunca hubo una planificación adecuada”, recordó.
Para el comisionado, la solución pasa por crear centros de empleo, comercios, escuelas y albergues de mayores cerca de las viviendas. “Necesitamos transformar la manera en que desarrollamos el condado”, indicó.
Puso como ejemplo modelos exitosos como Arlington (Virginia), LoDo (Denver), Celebration (Kissimmee), Glenwood Park (Atlanta) y The Domain (Austin), así como ejemplos locales como Downtown Doral, CityPlace Doral, Merrick Place y Midtown Miami, donde los residentes pueden vivir, trabajar y disfrutar sin desplazarse grandes distancias.
“En West Kendall necesitamos centros de uso mixto que alivien la congestión y marquen un estándar para la modernización suburbana. No necesitamos más viviendas unifamiliares ni torres de gran altura que solo traen más congestión”, insistió.
Concluyó diciendo: “Este es el momento adecuado para planificar. Podemos recuperar nuestro tiempo, mejorar nuestra calidad de vida y alcanzar nuestro máximo potencial si elegimos un camino más inteligente y no repetimos los errores del pasado. West Kendall ya es un gran lugar para vivir; ahora podemos hacerlo aún mejor”.
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