El escritor español Cástor Vispo Villardefrancos, nació en La Coruña, Galicia. El 15 de junio de 1907. En 1925 con 18 años se marchó a Cuba para reunirse con sus familiares.
En sus inicios trabajó en el negocio de los seguros, luego en la administración del periódico El Universal, en las oficinas de un almacén y en los tiempos libres, escribía.
Vispo aprendió y comprendió las esencias de la cultura popular cubana de aquellos tiempos, se identificó con la idiosincrasia, dichos y modismos del pícaro cubano y supo jugar con la sátira, la burla y la ironía, para volcarlas paulatinamente a través de personajes, lo cual es algo destacable pues sin ser cubano, hizo un humor muy cubano.
Rápidamente se vinculó con la prensa, la caricatura, el teatro y la radio cubanas, aunque para muchos fue solo el guionista radial.
Al surgir en 1926 el semanario La Semana de Sergio Carbó, Vispo envió al mismo unos versos que no se publicaron pero que le valieron su ingreso en la redacción y más tarde sus creaciones serían leídas en toda Cuba, hasta que Gerardo Machado clausuró la publicación.
Fue para Madrid y en abril de 1934, Vispo junto a Santiago “Chamaco” Suárez, Francisco Vergara Sobrino y Fernández del Riesgo replican la publicación que fue atacada por la policía.
Regresó a Cuba para trabajar en Avance, Fragua y en El Enemigo Público # 1.
Estando en La Semana creó el inolvidable personaje denominado “El Barón del Calzoncillo Encantado” que más adelante adaptó (1948-1949) para RHC Cadena Azul.
(RHC fue creada en 1939 por Félix O’Shea Aragón, fundador de la emisora CMKC de La Habana, con emisoras en Jovellanos, Matanzas y Victoria de Las Tunas). En 1934, Félix B. Cagnet escribió “Las Aventuras de Chan Li Po” para la emisora de Santiago de Cuba CMKD, donde Aníbal de Mar hacía el papel de un detective chino.
En 1937, en CMKC de La Habana, Vispo estrenó la serie humorística Rudesindo Rodríguez, “Rudy Rod”, investigador gallego de Santa Marta de Ortigueira que interpretaba Aníbal del Mar. Le pusó Rudy Rod porque según Vispo no podía luchar contra el hampa llamándose Rudesindo Rodríguez. Esta creación fue para ir contra el chino de Caignet.
El 29 de agosto de 1938, Vispo se convirtió en cofundador del Semanario humorístico Zig-Zag que se editó durante las décadas del cuarenta y cincuenta. Desapareció en 1960 porque Fidel Castro no aceptó una caricatura donde hubiera alguna burla sobre él. Tenía 24 páginas y se editaba en formato tabloide. Reservó habitualmente portada y páginas centrales a caricaturas de grandes, con temas de carácter costumbrista y de política nacional. Algunos de sus caricaturistas: Antonio Prohías se vio obligado a irse de Cuba el primero de mayo de 1960, Antonio Rubio Núñez (Antonio) debió hacerlo en julio de 1961. Ramón Arroyo Cisneros (Arroyito) en 1963, Silvio Fontanillas Quiroga (Silvio) en 1964.
Castor Vispo se casó con Ofelia Espinosa Santamaría.
Después en abril de 1940, inició el programa de las famosas aventuras de Pepe el Cortao, una parodia escrita por Vispo sobre la obra de Félix B. Caignet, Pepe Cortés, escrita por Aramis del Real, otra obra de parodia contra Caignet.
Otros dos programas escritos por Castor Vispo fueron: Colócame Roque y Ramón y Ramona.
En 1941 seguía escribiendo para la Revista Carteles creada en 1919 por Oscar H. Massaguer., hasta 1960 que el dictador cubano la cerró.
Para 1941, creó “La Tremenda Corte”, su éxito definitivo en el ámbito radial y su ingreso a las tablas, escenario donde simultaneó diversos éxitos mediáticos. Esta obra con múltiples réplicas a través del tiempo en la Radio cubana ha circulado también por variados espacios culturales en América Latina y Miami hasta los días de hoy.
En 1944, se estrenó en el cine Fausto de La Habana, la película “Hitler Soy Yo”, considerado como uno de los mejores filmes hechos hasta entonces y que contó con el guion de Cástor Vispo.
En 1947 obtuvo en Cuba un premio al compositor más destacado del año.
En 1948, entre otros espectáculos humorísticos para RHC Cadena Azul, Vispo creó: “Tiburcio Santamaría: El vigilante poeta de la 9ª Estación de Policía” y posteriormente La Verdad Desnuda.
Se dijo que Vispo sudaba la gota gorda escribiendo cada uno de sus insuperables guiones radiales de “La Tremenda Corte”.
Y no podía ser de otra manera. Para llenar un libreto radial de media hora hay que escribir muchas cuartillas, y “La Tremenda Corte” estuvo en el aire sin interrupción desde 1942 a 1961, primero en RHC Cadena Azul y más tarde en CMQ, y su creador y único escritor fue Castor Vispo.
En virtud de que el libreto se hacía a diario, se cuentan anécdotas como la de que en ocasiones cuando casi era hora de empezar el programa los libretos no estaban terminados. Una persona que trabajó de copista de los libretos cuenta que al terminar los repartía y se hacía el ensayo, para después salir al aire.
En una ocasión, Leopoldo Fernández discutió con Cástor Vispo y, de forma jocosa, le dijo: “quédate tranquilo, a nosotros no nos hace falta un escritor para hacer el programa”. Entonces, Leopoldo rompió los libretos de todos los actores cinco minutos antes de salir al aire. Así se hizo un programa sin libreto previo. Esto da la medida del talento de estos señores.
La Tremenda Corte sentó pautas en el humorismo radiofónico de Cuba y, sin lugar a duda, de nuestra América Latina. Le dieron varios premios a Cástor Vispo como libretista y a Leopoldo Fernández como actor cómico en los años 40 en Cuba.
Sobre Cástor Vispo y la Tremenda Corte, Rosendo Rosell escribió: “Es totalmente injusto, presentar ese espectáculo omitiendo el nombre de su creador, escritor y mantenedor del prolongado triunfo que se estira como un chicle jugoso y productivo. No se puede aceptar que oculten, ignoren o desconozcan el talento insoslayable de quien lo tuvo a marejadas, es algo que hiere los sentimientos de los que conocimos la historia de Vispo”.
“Vispo el prolífero y agudo escritor humorístico, sufrió incontables desvelos y apremios para producir sus obras maestras, como El Barón del Calzoncillo y La Tremenda Corte, amén de su extensísima producción en el semanario Zig-Zag y otros medios. El argumento suyo en la película Hitler Soy Yo fue algo ágil, gracioso y admirable”.
“Las generaciones posteriores ignoran quizás que aquel humilde amigo, de talento más grande que el Niagara, llegaba con los ojos hundidos por el desvelo a la RHC-Cadena Azul (donde comenzó todo) y decía: Es que estuve toda la noche buscando el final del episodio de hoy”.
A Cástor Vispo por mucho tiempo se le consideró como el mejor autor humorístico radial de todos los tiempos en Cuba. Además, varias comedias suyas fueron representadas en el Teatro Martí en 1942 por la compañía de teatro Leopoldo Fernández. Fue alguien muy brillante y tuvo mucha influencia sobre los guionistas radiales. Cabe resaltar que Vispo nunca utilizó sus personajes para que se insultaran o utilizaran expresiones de doble sentido vulgar, eso tiene mucho mérito y es algo que los humoristas de hoy en día deberían imitar.
Víspo falleció en La Habana el 1 de octubre de 1973 a los 66 años.
Los integrantes de La Tremenda Corte son: Aníbal de Mar (el juez), Leopoldo Fernández (TresPatines), Manuela Cal Fariñas (Mimi Cal-Nana Nina), Miguel Ángel Herrera (el secretario), Wilfredo Fernández (Perico Jovellanos), Edwin Fernández (Simplicio Bobadilla), Reinaldo Miravalles (Leoncio Garrotín), Agustín CaPpos (Don Olegario) Julito Díaz (otro secretario) y Adolfo Otero (Rudesindo Calveiro y Escobiña).
Los encargados de la dirección y producción del programa fueron Francisco Álvarez de Lara (Paco Lara) y luego Miguel Llao. El locutor-presentador fue Manolo Iglesias.
El 15 de febrero de 1958 estando, trabajando en el programa Mi Familia, Julito Díaz tuvo el primer síntoma de su enfermedad, el 10 de noviembre de 1958 murió Julito Díaz (quien sustituyó muchas veces al secretario M.A. Herrera) y era muy amigo de Adolfo Otero, cuando éste llegó a la funeraria Caballero (en la esquina diagonal a CMQ) después de trabajar en La Tremenda Corte de esa noche, estaba siendo entrevistado por un reportero de Bohemia cuando se llevó la mano al abdomen y se desmayó. Leopoldo y Aníbal lo montaron en su carro y lo llevaron para la Clínica de los Artistas, pero llegó muerto. Al poco rato estaba siendo velado al lado de su gran amigo.
Al morir Julito tenía 68, Adolfo 65, TresPatines 80, el Juez 71 y Nana Nina 78.
La Tremenda Corte, un clásico cubano para Latinoamérica se puede escuchar en: Miami, México, Perú, Panamá, Costa Rica, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela y Colombia.
¡Cosa más grande la vida!
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