CARTA DE MÁXIMO GÓMEZ A LA VIUDA DE ANTONIO MACEO

Written by Libre Online

6 de diciembre de 2022

LAS VILLAS, ENERO 1º DE 1897

Ejército Libertador de Cuba.

Cuartel General.

Sra. María Cabrales de Maceo.

Costa Rica.

Mi buena amiga: Nuestra antigua amistad, de suyo íntima y cordial, acaba de ser santificada por el vínculo doloroso de una común desgracia. Apenas si encuentro palabras con que expresar a usted la amarga pena y la tristeza inmensa que embarga mi espíritu. 

El general Antonio Maceo ha muerto gloriosamente sobre los campos de batalla, el día 7 del mes anterior en San Pedro, provincia La Habana. Con la desaparición de ese hombre extraordinario, pierde usted el dulce compañero de su vida, pierdo yo el más ilustre y el más bravo de mis amigos y pierde en fin el Ejército Libertador, a la figura más excelsa de la revolución. 

Hay que acatar mi buena María, los mandatos irrevocables del Destino. Ha muerto el General Antonio Maceo en el apogeo de una gloria que hombre alguno alcanzó sobre la tierra y con su caída en el seno de la inmortalidad lega a su patria un nombre que por sí solo bastaría ante el resto de la humanidad para salvarla del horroroso estigma de los pueblos oprimidos. 

A esta pena se me une allá en el fondo del alma, la pena cruelísima también de mi Pancho, caído junto al cadáver del heroico guerrero y sepultado con él en una misma fosa, como si la providencia hubiera querido con este hecho, conceder a mi desgracia el triste consuelo de ver unidos en la tumba a dos seres cuyos nombres vivieron eternamente unidos en el fondo de mi corazón. 

Usted que es mujer, usted que puede sin sonrojarse ni sonrojar a nadie, entregarse a los inefables desbordes del dolor, lloré María por ambos, por usted y por mí, ya que a este viejo infeliz no le es dable el privilegio de desahogar sus tristezas íntimas desatándose en un reguero de llanto. 

El infortunio hace hermanos. Hágame el favor, María de creer que fraterniza con usted en toda la amargura de su soledad y de sus sufrimientos, 

                                                                 Su affmo, amigo,

                                                                          M. Gómez.

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