La Lealtad y la perfidia.
El brigadier de Cambute. El Médico de Jiguaní
Presidencia de Spotorno y Estrada Palma
(III de V)
1874 A 1878.
EXPEDICIONES DE LORENZO JIMÉNEZ Y JUAN LUIS PACHECO
En marzo de 1874 partirá de Nueva York Lorenzo Jiménez, ahora con grado de capitán, aquel joven que tuvo a su cargo la última pequeña expedición de 1870 y otra en febrero del próximo año cuando no pudo ser recogido en Cayo Lobo cinco días después por sus compañeros, como habían acordado. Se dirige a Nassau para organizar la primera expedición de 1874. Al desembarcar son sorprendidos y hechos prisioneros. En septiembre Lorenzo logró escapar y salir hacia el extranjero.
Aquel mes de marzo Melchor Agüero, ya un veterano en estas actividades, prepara su cuarto incursión a la isla dirigiéndose en el vapor Edgar Steward a las costas de Manzanillo. Detectados cuando recién han dejado en tierra a varios marineros y expedicionarios, el Edgar Steward tiene que alejarse.
No tuvo éxito, tampoco, la operación preparada por Francisco Vicente Aguilera quien partiría -junto con el puertorriqueño Eugenio María de Hostos, Luis Felipe Gutiérrez y el Capitán Manuel Morey- de Boston el 30 de abril en el bergantín Charles Miller. Averiado seriamente el barco por una tormenta que los azotó por dos días se vieron obligados a regresar.
No tuvo mejor suerte el esforzado Aguilera en sus tres siguientes expediciones (la del pailebot “E.B. Warton” el 10 de junio; la de la goleta «Eufemia», el 12 de septiembre y, ya en 1876, la del vapor Anna, en marzo de ese año).
Las que tienen éxito son las seis expediciones organizadas por Juan Luis Pacheco, el coronel oriental, sobrino de Carlos Manuel de Céspedes, a quien éste había enviado al extranjero precisamente para agilizar el envío de expediciones. Estas, financiadas por la Agencia de Cuba de la República Dominicana y la Junta Cubana de Kingston, partían a veces de Jamaica, otras de la República Dominicana desembarcando por la costa sur de Oriente, con la protección de la Brigada Cambute, o por la costa sur de Camagüey.
El Coronel Juan Luis Pacheco, tan ignorado por tantos, fue el más perseverante, y exitoso, de todos los esforzados cubanos que, en otras tierras, prepararon y condujeron expediciones a la isla en la Guerra de los Diez Años. Se conoce de 16 de esas incursiones. Señalaremos aquí las últimas seis realizadas en los 2 últimos años de aquella gesta:
Termina 1876 cuando el 26 de diciembre, organizada y financiada por la Junta de Kingston, Jamaica, parte Pacheco de aquel punto y desembarca al sur de Camagüey con armas y municiones que entrega al General Gregorio Benítez.
Dos meses después, tras dos infructuosos intentos, planeada por el Mayor General Julio Sanguily, zarpa de nuevo de Kinsgton el 15 de febrero de 1877 para desembarcar en el estero de Palizada, cerca de Santa Cruz del Sur con un alijo de armas. De regreso trae a Jamaica al Coronel Fernando López de Queralta y al Capitán Calixto Agüero.
En julio repetirá la misma operación. Llevará Pacheco 500,000 cápsulas donadas por el General Mariano Prado, que pronto será presidente del Perú, y otros materiales que, desembarcados en Palizada, les hizo entrega, a través del Coronel Betancourt a las fuerzas cubanas. En agosto y finales del año trajo Pacheco dos nuevas expediciones, ambas dirigidas por Julio Sanguily. La última, su decimosexta, enfrentará un grave percance. Azotada la nave por una fuerte tormenta, perecerán ahogados tres expedicionarios y se vieron forzados a regresar.
Además de estas expediciones comandadas por Juan Luis Pacheco, otras, muy pocas, fueron realizadas en los dos últimos años de la Gran Guerra.
Organizada por la emigración cubana en Nassau, Francisco Vargas -que había sido el piloto del Galvanic en su primer viaje-preparó distintos viajes a Cuba en su propia goleta, Emilia, arribando a la costa norte de Camagüey.
El 18 de julio, 1876, zarpan de Kingston el Coronel Fernando López Queralta, el Capitán Manuel Morey junto con 13 expedicionarios que formaron parte de la expedición del vapor Arma que había traído Francisco Vicente Aguilera hasta Nassau donde se trasladaron luego a Jamaica. Desembarcaron el 2 de agosto en Sevilla de Jobo Dulce. (López Queralta saldrá de Cuba en febrero de 1877 en la expedición de Juan Luis Pacheco).
El 2 de enero de 1876 las fuerzas de la brigada del Coronel Emilio Nogueras atacan el caserío de Jesús María mientras la retaguardia de las columnas del Coronel Arcadio Leyte Vidal y las del Coronel Flor Crombet ocupaban la carretera de Holguín a Gibara poniendo al frente de las caballerías al teniente coronel P. Amabile. Todas estas fuerzas estaban comandadas por Antonio Maceo quien en el Informe al Secretario de la Guerra el 10 de enero de 1876, recoge estas acciones. Quince días después de este informe de Maceo moría Pablo Amabile, el 25 de enero en el combate de Yabazón Abajo en las cercanías de Gibara. El día 11 había atacado el caserío de Fray Benito, junto a Antonio Maceo. La Brigada del Coronel Nogueras es incorporada a la columna de Leyte Vidal en Guayabales, cuyo poblado había quedado ya reducido a cenizas. Se organiza en ese punto la columna y ocupa la vanguardia la brigada de Nogueras marchando por las cercanías de Holguín.
En medio de querellas internas, se sigue combatiendo. El primero de mayo (1876) las fuerzas del Teniente Coronel Juan Rius Rivera atacan el poblado de Los Altos a menos de tres kilómetros de Gibara, tomando varios prisioneros y aprovisionándose de víveres. A muy poca distancia, la siguiente semana en la jurisdicción de Holguín, tropas insurrectas hostilizan a una columna española forzándola a retirarse.
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