Carlos Manuel de Céspedes: De Yara a San Lorenzo

Written by Enrique Ros*

25 de abril de 2023

La Lealtad y la perfidia. 

El brigadier de Cambute. El Médico de Jiguaní

Esta obra aporta datos concretos sobre actos, algunos censurables; los más, admirables, de los hombres que participaron en aquella gloriosa gesta.

Cambios en los mandos militares

(IV de X)

DONATO MÁRMOL ASUME LA JEFATURA 

DE ORIENTE

En Cuba se sigue peleando. Se reorganiza la División Cuba dividiéndola en 4 columnas. La primera mandada, como primer jefe, por Camilo Sánchez, teniendo a Paquito Borrero como su segundo; la segunda columna tenía al frente a Policarpo Pineda y como segundo a Guillermo Moncada; la tercera, dirigida por Juan Luis Pacheco y Silverio del Prado como segundo; y la cuarta comandada por Antonio Maceo secundado por su hermano José.

Donato Mármol quiere tener bajo su mando sólo a hombres probados y con experiencia militar. Por eso sustituyó de inmediato al médico Figueredo y nombró, en su lugar, al Brigadier Aurrecoechea para que se encargue interinamente del mando. El 27 de agosto de 1869 las fuerzas de Mármol toman el campamento de El Ramón.

Se reúne el 24 de octubre con el brigadier Calixto García en Altagracia. De allí parte hacia el Aguacate, donde pasa revista a 500 veteranos de los que 300 estaban a las órdenes del Coronel José de Jesús Pérez y 200 a las del Brigadier García.

Entre el 2 y el 5 de febrero de 1870 participa el venezolano Aurrecoechea en los combates cercanos al ingenio Tempú, ocasionándole numerosas bajas a las tropas españolas; y en mayo, al frente de las fuerzas del teniente Antonio Maceo ataca y toma el ingenio “Armonía” en cuya acción Maceo recibe su segunda herida. Son los días en que queda asentado el grado de Coronel a José de Jesús Pérez en el escalafón del Ejército Libertador.

El Mayor General Luis Marcano, aún no repuesto de las graves heridas recibidas por asesinos de la metrópoli, atacó el 4 de marzo a Vicana pero no pudo tomar la población por haber incumplido sus órdenes el ya Coronel Juan Hall, el segundo al mando. Como Marcano lo censuró por cobardía, «Hall, enemigo suyo desde la toma de Bayamo», lo asesinó vilmente a los pocos días.

El 4 de abril (1870) el presidente Céspedes designa a Mármol primer jefe del Distrito Cuba, teniendo como segundo al Mayor.

Junto a Pérez permanece Gómez hasta fines de julio de 1870 fecha en la que, por fallecimiento del Mayor General Donato Mármol, se hace cargo del mando militar del Distrito Cuba. Fallece Mármol el 26 de junio de 1870.

General Máximo Gómez. El 26 de mayo el Teniente Coronel Antonio Maceo, cuyo jefe superior era en aquel momento Donato Mármol, ataca con éxito al Ingenio Santa Cruz. Piensa ahora Donato llevar a vías de hecho su plan de avanzar hasta Guantánamo. No podrá realizarlo. Atacado de viruela cae en estado comatoso y muere el 26 de junio 1870 en su campamento de El Calabazal, a orillas del río Barigúa. Se improvisa una caja en el tronco de una palma ahuecada. Una tosca cruz de cedro marcará, por un largo tiempo, el sitio donde quedaba enterrado aquel hombre excepcional que fue Donato Mármol.

Mediaba el año 1870 cuando Oscar, el hijo de Carlos Manuel de Céspedes es hecho prisionero de las fuerzas enemigas. El Capitán General español le dirige una comunicación al presidente de la República en Armas. Recibe Céspedes la indecorosa oferta de Caballero de Rodas de perdonar la vida de su hijo, Oscar, si Céspedes abandonaba la lucha. Respuesta de aquel gran cubano:

“Oscar no es mi único hijo; lo son todos los cubanos que mueran por nuestras libertades patrias”.

Días después, Oscar de Céspedes y Céspedes era fusilado, el 3 de junio de 1870, en Puerto Príncipe. Carlos Manuel se convirtió en padre de todos los cubanos. En Padre de la Patria.

¿Cómo cayó preso Oscar de Céspedes, que había desembarcado el 19 de enero (1870) junto, entre otros, con Juan Rius Rivera, Melchor Agüero y William O’Ryan? Así lo describe un historiador español:

«Dos guerrillas, la de la Unión y la de San Quintín, siguiendo órdenes del Coronel Benegasi cercaron el 15 de mayo el potrero «La Caridad» donde estaba enclavada una casa y tras breves disparos capturaron a varios insurrectos. Uno de ellos era Oscar de Céspedes… En el potrero recogieron 16 personas entre las cuales se hallaba la esposa de Oscar de Céspedes».

LA DIVISIÓN CUBA

Grandes figuras se formaron militarmente en la División Cuba que comandó hasta su prematura muerte el santiaguero Mármol.

Del historiador Felipe Martínez Arango son estas palabras que reflejan lo que su gloriosa División Cuba representó para la patria cubana:

“Allí se iniciaron en el camino de la gloria, los Maceo, Moncada, Máximo Gómez, Calixto García, Silva, Crombet, Collazo, Pineda, Camilo Sánchez, José de Jesús Pérez, Borrero, “Mayía” Rodríguez, Lacret, Garzón, Planas, Pío Rosado, Bandera, Santa Cruz Pacheco, del Prado, Pepe Cortés, los Medero, sus hermanos Leonardo, Justo y Francisco Javier y muchos otros.

Los sobrevivientes de esta gloriosa División, serían las figuras militares más brillantes del 95. Tales: Máximo Gómez, Antonio Maceo, Calixto García, «Mayía» Rodríguez, Lacret Morlot, Enrique Collazo, José Maceo, Victoriano Garzón, Joaquín Planas, Quintín Banderas y otros».

Un testigo ocular que alcanzó los grados de general en las guerras emancipadoras describe los pasos tomados ante el fallecimiento de Mármol, la confianza depositada por sus oficiales en el Brigadier José de Jesús Pérez, y la encomiable modestia de éste.

… “Su muerte (la de Donato Mármol) paralizó la División entera, cuya dirección asumieron sus ayudantes, al frente de los cuales estaba el entonces capitán José María Rodríguez (Mayía). Estos convocaron una junta de jefes para que entre ellos eligieran el que debía suceder a Mármol hasta que el gobierno resolviera. En las dos juntas que tuvieron no pudieron ponerse de acuerdo y resolvieron oficiar al Coronel José de Jesús Pérez. Este contestó que no se encontraba con aptitudes para desempeñar el puesto y que creía debía avisarse al General Máximo Gómez, para que viniera a asumir el mando. Así se hizo, viniendo el General, que estaba en Jiguaní.»

MÁXIMO GÓMEZ AL FRENTE DEL DEPARTAMENTO ORIENTAL

Donato Mármol, aquel santiaguero de temperamento fogoso y valor temerario, idolatrado por sus tropas como expresara Martínez Arango, ha muerto. Para cubrir su vacante como Jefe del Departamento Oriental (División Cuba) que cubre Jiguaní, El Cobre, Cuba (Santiago) y Guantánamo, se designa a Máximo Gómez. Estará al frente de arrojados combatientes:

«A su servicio estaban los mejores soldados de Oriente: los Maceos, Moneada, Flor Crombet, Borrero y Jesús Pérez, entrelazados por la miseria y curtidos con la sangre en que había pretendido ahogarlos Valmaseda. Gigantes, y naturaleza gigantesca»181.

El aguerrido general dominicano celebró de inmediato la pujanza de la brigada de Cambute que, comandada por Jesús Pérez, recién regresaba de librar vigoroso combate. Lo confirma el Gral. Collazo.

«A la muerte del General Donato Mármol, se había hecho (Gómez) cargo del mando de aquellas fuerzas que aunque escasas de organización eran aguerridas y valientes y estaban mandadas por jefes que como Antonio Maceo, Pol¡carpo Pineda, Nicolás Pacheco, Camilo Sánchez, y las fuerzas de Cambute, mandadas por el Coronel José de Jesús Pérez, que a su llegada acababan de batirse de un modo brillante en el Hondón de Majaguabo»…182

Felipe Martínez Arango. «Proceres de Santiago de Cuba».

180 Será el 7 de julio cuando recibe el parte oficial del fallecimiento del Gral. Mármol y pasa, de inmediato al campamento de Giro a entrevistarse con el brigadier Pérez. (Máximo Gómez. Diario de Campaña).

181 Ramón Infiesta «Máximo Gómez». Obra premiada por la Academia de la Historia de Cuba, La Habana, Cuba, 1936.

182 Enrique Collazo. Obra citada.

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El mismo reconocimiento lo ofrece el historiador Ramiro Guerra en el capítulo «Jefes salidos de las filas en Oriente» de su obra «Guerra de los Diez Años» al señalar que los jefes orientales habían salido de las propias filas de los soldados anónimos, y «llevados a lo alto por su coraje, su audacia, sus actitudes inteligentes y de mando y su arrojo, en primera línea, frente al enemigo. Antonio y José Maceo, Guillermo Moneada, Flor Crombet, Francisco Borrero, Leoncio del Prado, José de Jesús Pérez y otros, eran las figuras cimeras, pero no las únicas»183.

JOSÉ DE JESÚS PÉREZ Y LA BRIGADA CAMBUTE

Al pasar el mando de la División Cuba a Máximo Gómez de inmediato procedió éste a reorganizar las tropas en compañías y batallones. Todos estarán comandados por oficiales que ya han probado su capacidad militar y su coraje:

Primer Batallón: José de Jesús Pérez; Segundo Batallón: Camilo Sánchez Rivas; Tercer Batallón: Francisco Borrero184; Cuarto Batallón: Antonio Maceo; Quinto Batallón: Guillermón Moneada185; Sexto Batallón: Silverio del Prado186.

Excluye a Félix Figueredo. Quedará éste resentido con Máximo Gómez, con Jesús Pérez, con otros.

Formando parte de la División Cuba las tropas comandadas por el entonces Teniente Coronel Antonio Maceo y el Brigadier Jesús Pérez se enfrentan, juntas, a las fuerzas enemigas durante los meses de abril, mayo y junio. Así, en los primeros días de junio rechazan el ataque de tropas de los batallones de Reus y León y las guerrillas de Guantánamo, al campamento de Antonio Maceo en Hondón de Maja-guabo, forzando a retirarse a las fuerzas del Coronel Borges.

184 José L. Franco menciona a Antonio Maceo comandando el Tercer Batallón.

185 Había sido, meses atrás, Policarpo Pineda, Rustan, quien le presenta al Mayor General Máximo Gómez a Moneada con estas palabras: «General, aquí le presento al capitán más valiente de mi regimiento, Guillermo Moneada, bueno entrejofr-‘ buenos» (1870). (Pirala, página 515).

186 Ramón Infiesta «Máximo Gómez». Obra premiada por la Academia de la Historia de Cuba, La Habana, Cuba, 1936.

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Agrega a estas fuerzas 300 hombres de la Brigada de Jiguaní al mando del Brigadier Calixto García.

Las fuerzas con que cuenta Gómez son las siguientes :

Coronel José de Jesús Pérez 300 hombres;

Teniente Coronel Antonio Maceo, 137 hombres;

Coronel Policarpo Pineda188, 150 hombres;

Coronel Juan Luis Pacheco189, 87 hombres;

Teniente Coronel Camilo Sánchez190, 102 hombres

TOTAL

841 hombres.

187 Máximo Gómez. Diario de Campaña.

188 José Policarpo Pineda (Rustan), nació en el Corojo, Guantánamo, en 1839. Incorporado a la Revolución desde los primeros días asaltó, con su grupo, la hacienda de Puerto Escondido en noviembre de 1868 y el poblado de Baitiquirí el 6 de diciembre de aquel año. En junio de 1869 acudió en ayuda de los expedicionarios de la goleta Grapeshop que habían sido sorprendidos al desembarcar precisamente en Baitiquirí. Valiente hasta la temeridad su carácter agresivo e indisciplinado, le ocasionó gravísimos conflictos con Máximo Gómez. A ellos nos referiremos en estas páginas.

189 El Coronel Juan Luis Pacheco Céspedes, nacido en Manzanillo, era sobrino de Carlos Manuel de Céspedes. Participó en el ataque a Bayamo el 18 de octubre de 1869. Formó parte, junto a José de Jesús Pérez, de la División de Cuba bajo el mando del Mayor General Donato Mármol. Participó el 20 de mayo de 1869 en el ataque al ingenio Aurora junto al entonces Teniente Coronel Antonio Maceo. El 20 de octubre de 1870 atacó una columna española en Las Arenas. Mostró siempre en el campo de batalla su pericia y su valor.

En noviembre de 1872 Céspedes envió a Juan Luis a Nueva York para organizar una expedición. De 1873 a 1877 realilzó varios viajes desde Jamaica en la costa sur de Cuba. Al terminar la Guerra de los Diez años Pacheco Céspedes se radicó en Perú y participó en la Guerra con Chile (1879-83). Murió en Perú el primero de enero de 1895.

190 Camilo Sánchez, nacido en Santiago de Cuba se había incorporado a la insurrección desde los primeros días formando parte de la División Cuba a las órdenes del Mayor General Donato Mármol. Participará, junto con el Brigadier Jesús Pérez en el auxilio de la expedición del Perrit en mayo de 1869. Morirá Camilo Sánchez por las heridas sufridas en el combate de Rejondón de Baguanos el 29 de junio de 1872.

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Esas fuerzas, repetimos, las organizará en compañías y éstas en 6 batallones. Los numerará de acuerdo a la antigüedad de los hombres que estarán al mando.

Primer Batallón: Coronel José de Jesús Pérez

Segundo Batallón: Teniente Coronel Camilo Sánchez

Tercer Batallón: Teniente Coronel Francisco Borrero

Cuarto Batallón: Teniente Coronel Antonio Maceo

Quinto Batallón: Capitán Guillermo Moneada

Sexto Batallón: Teniente Coronel Silverio del Prado

Fuente: Diario de Campaña de Máximo Gómez, Página 47, Instituto del Libro, La Habana, 1969.

Quedaba reconocida la antigüedad de José de Jesús Pérez, Jefe de la Brigada Cambute que, con el grado de General de Brigada, moriría en combate el 8 de febrero de 1878, dos días antes del Pacto del Zanjón.

Al organizar las fuerzas que recién pasan a su mando, tiene en cuenta Gómez el coraje, la decisión y la antigüedad de los hombres que habrá de comandar. Las divide en los seis batallones, que hemos mencionado, numerándolos por orden de antigüedad.

Agrupa los seis batallones en tres brigadas y crea dos unidades independientes.

La brigada de Jiguaní quedó a cargo del brigadier Calixto García, segundo jefe de la División; la de Cuba, al mando del propio Gómez; y la de Cambute, bajo la jefatura del coronel Jesús Pérez. Las unidades independientes de infantería fueron asignadas al coronel Paquito Borrero y al teniente coronel Policarpo Pineda.191

Se hace más estrecha la identificación de Máximo Gómez con el Coronel José de Jesús Pérez con quien, en marcha hacia el Distrito Cuba por la línea de Cambute, se reúne en el Campamento de Giro donde le imparte algunas instrucciones.

Gustavo Pedroso Xiqués. Bohemia, de Julio, 1986.

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HISTORIA

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1870.

Al hacerse cargo de la División Cuba Gómez debe trasladarse con la mayor prontitud a aquella zona. Lo hará tomando el camino seguro que le ofrece la fuerza disciplinada y aguerrida del brigadier Pérez; así lo menciona Máximo Gómez en su Diario de Campaña: «Emprendí mi marcha para el Distrito de Cuba por la línea de Cambute. Visité ese campamento, pasé después al de Giro, donde me avisté con Pérez dándole algunas disposiciones».

En la tercera semana de agosto sostuvo varios encuentros con el enemigo que culminan en el ataque al campamento español situado en el ingenio «Songuito» en el que el enemigo sufrió diez bajas a machete.

No se ha dejado de combatir de Cauto Abajo a Charco Redondo, «donde Gómez, García y Jesús Pérez resisten las poderosas columnas despachadas contra ellos, combatiendo del 20 de junio al 4 de julio sin que pudieran ser desalojados»^’.

Continuará Gómez su marcha durante el mes de agosto.

El 7 de agosto participa Flor Crombet junto al Coronel José de Jesús Pérez respondiendo el ataque que una columna enemiga realiza sobre el campamento de Cambute; el día 9 la Brigada hostiliza en Manacas a una columna causándole 25 bajas entre muertos y heridos193.

Máximo Gómez se hace eco de estos encuentros al informar sobre los partes de guerra de José de Jesús194.

Nueve días después otra columna española de unos 200 hombres procedentes de Manacas, y otras que llegaban de La Palma atacan sin éxito al campamento de Giro cerca de Palma Soriano,

iy~ Juan Jerez Villarreal «Oriente (Biografía de una Provincia)».

193 Parte Militar del Coronel José de Jesús Pérez de la Guardia. Fuente: El Archivo Nacional de Cuba. Caja 542, Número 28.

m Comunicación del Mayor General Máximo Gómez, Jefe Superior del Distrito, de fecha 7 de noviembre de 1870, publicada en El Cubano Libre, del 17 de enero de 1871 (Año 3, número 9).

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defendido por Pérez, el Coronel Cintra , el Capitán Vega y Flor Crombet.

Asaltan los insurrectos el 12 de aquel mes el cafetal de La Resolución, tomando las trincheras, algunos pertrechos de guerra y boca, seis fusiles y cinco machetes haciéndoles sufrir al enemigo una pérdida de 19 muertos196. El 22 es el entonces Comandante Crombet quien repite el ataque al cafetal.

Durante los frecuentes e intensos encuentros del mes de agosto, José de Jesús Pérez, Flor Crombet, Cintra, y Vega se mantienen estrechamente unidos asistiéndose los unos a los otros. Sus nombres aparecen en los partes de guerra que cada uno emite.

El 23 y el 24 de agosto ataca Gómez el Mijial, Piñalito y todos sus alrededores con tropas bajo el mando de Antonio Maceo. El 29, al amanecer, ataca el campamento enemigo situado en el ingenio191 «Songuito» produciéndoles 10 bajas a machete y ocupándoles armas y animales. Songuito de Wilson, ubicado a unos 12 kilómetros de Ti Arriba (donde hoy se encuentra Alto Songo) es atacado por las fuerzas de la División Cuba el 29 de agosto de 1870 comandadas por Máximo Gómez.

En todos estos encuentros (La Resolución, Giro, Mijial, Pina-lito, Songuito, Cristal) que se suceden en los meses de agosto y septiembre participan las fuerzas de Gómez, Maceo, Jesús Pérez, Guillermón Moneada, Calixto García y Juan Cintra. Este último

195 Juan Cintra Domínguez se integra a la Revolución en la División Cuba subordinado a Donato Mármol, Jefe de la División Cuba. En 1870, cuando Máximo Gómez se hace cargo de esta División, Cintra queda incorporado a la Brigada Cambute bajo las órdenes del Brigadier José de Jesús Pérez. Luego combate junto a los entonces tenientes coroneles Antonio Maceo y Guillermón Moneada. Participó en la Guerra Chiquita. Preso, fue enviado a las prisiones Chafarinas. Murió en 1882 aunque algunas fuentes afirman que murió en la cárcel de Mahon en 1888.

196 Parte Militar del Coronel José de Jesús Pérez de la Guardia. Archivo Nacional de Cuba.

197 El 24 tropas de los regimientos Reus, Rera y Corona atacan el campamento de Máximo Gómez en Pinalito y son rechazados.

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rechaza el 16 de agosto de 1870 el ataque a su campamento de Palma Soriano realizado por dos columnas españolas.

Máximo Gómez reconocía en estos ataques relámpagos el valor y la experiencia de Calixto García, de Maceo, de Moneada, de Jesús Pérez y de Cintra.

Pronto a Modesto Díaz, que por meses se ha mantenido combatiendo tesoneramente, lo sustituirá al mando de las fuerzas de Bayamo, Luis Figueredo.

Continúa Gómez con Pérez en la primera semana de septiembre hasta volver a Giro donde permanece hasta el día 12. Con 200 hombres de la brigada Cambute, marchan sobre la zona de los cafetales atacando el campamento del Cristal regresando al día siguien-

198

te nuevamente a Giro .

En el asalto de Arroyito el Brigadier Pérez y Francisco Ca-margo entran con Maceo. (Fuente: «Máximo Gómez: Tras las Huellas del Zanjón», Yoel Cordori N.). Luego, el primero de septiembre, 1870, dice Gómez: «me separé de las fuerzas de los tenientes coroneles Maceo y Pineda después de dejarles órdenes de instrucciones sobre operaciones…. Y me reuní con la columna al mando del Coronel José de Jesús Pérez que operaba sobre aquella línea», y termina rindiéndole el mayor elogio a José de Jesús y a las fuerzas a su mando: «Estoy satisfecho del valor y arrojo de los jefes, oficiales y soldados de aquella columna»199.

Durante el mes de septiembre de 1870 prosigue la Brigada de Cambute participando en continuas acciones. «El 6, dice Gómez en su Diario de Campaña, continué mi marcha y el 7 rendí en «Giro» sin novedad; allí permanecí reunido con Pérez hasta el 12, que con 200 hombres de su brigada marché sobre la zona enemiga de los Cafetales y en la mañana del 13 ataqué el campamento enemigo del Cristal…». El 22 incendia el cafetal Fomento; el 23, es una guerrilla de Valmaseda quien lo ataca en «Arroyo Grande» soste-

198 Máximo Gómez. «Diario de Campaña».

199 Informe de Máximo Gómez, del 7 de noviembre de 1870 antes citado.

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niendo la Brigada Cambute el ruego durante más de una hora y causándole al adversario unas 25 bajas.

El 26 de septiembre de 1870 combatió contra una columna española que atacó su campamento. A finales de 1870 libró la acción de Charco Azul y participó en el combate de la Socapa el 18 de diciembre. (Diccionario Enciclopédico)

En los últimos días de este mes Luis Figueredo, cuyas fuerzas acompañan al Presidente Céspedes, ataca Yara200, y, junto a las de Modesto Díaz, combaten en La Escondida, el Palenque, Tunas de Guajacabo y Bocas de Gallegos.

El 22 de octubre (1870) una columna enemiga en Bijagual avanza sobre el campamento de Jesús Pérez; los exploradores de Guaninao la han visto pasar y la han seguido de Bijagual a la Ceiba, donde la dejan vigilada por los exploradores. Están allí, también, las tropas de Flor Crombet.

Al día siguiente se produce el encuentro de Ti Arriba, centro defendido por 300 hombres protegidos por trincheras. Participarán en el combate los batallones de Antonio Maceo y Policarpo Pineda201 donde es herido Guillermo Moneada. Días antes, el cinco de octubre es Antonio Maceo quien, en Majaguabo, resulta herido202.

No dan tregua los mambises. No han pasado 24 horas cuando las fuerzas del Mayor General Máximo Gómez se enfrentan en Santa María, situado a unos 35 kilómetros de Santiago de Cuba, a

200 Otro valeroso combatiente, dolorosamente ignorado por nuestra historia, participa con sus fuerzas en el ataque a Yara: el general Salomé Hernández que recién regresaba de haber estado combatiendo en Las Villas y quien se incorporará a las fuerzas del general Calixto García.

201 Había sido en Ti Arriba, dos años antes, el 12 de octubre de 1868, donde Antonio Maceo se enfrentó por primera vez a las fuerzas españolas y, por su valentía fue ascendido a sargento.

202 Será atendido de las heridas recibidas en el Palenque de las Mujeres, «en las alturas casi inaccesibles de Mayaguabo. Y allí conoció a Mariana Grajales y María Cabrales y demás miembros de la tribu heroica». José L. Franco: «Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida».

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una columna española que pierde a cinco de sus hombres y cuyo jefe, un capitán, cae prisionero.

Durante aquellos días de octubre han batallado en distintos puntos de la región oriental las fuerzas comandadas por muchos de los más prestigiosos combatientes: Máximo Gómez, Antonio Maceo, Luis Figueredo, José de Jesús Pérez, Modesto Díaz y Guillermón Moneada.

POLICARPO PINEDA. «RUSTAN»

Se repiten meses de continuo batallar en Jiguaní. El Coronel Policarpo Pineda había quedado gravemente herido en las inmediaciones de su campamento de Bruñí en el mes de octubre (1870). Cuando Máximo Gómez se puso al frente de la jefatura de la División Cuba, a la muerte de Donato Mármol, chocó con el carácter violento de Policarpo Pineda (Rustan)203.

Pineda había servido a las órdenes de Mármol. Al salir éste de la zona de Sagua de Tánamo y Guantánamo en agosto de 1869 dejó a Rustan -«nativo de estos parajes, en los que se había alzado desde 1863- con instrucciones de actuar sobre Guantánamo y Bara-

hustan era un hombre en estado primitivo, sin sombra de educación, ni freno, no teniendo más ley que sus instintos; valiente como si no tuviera conciencia del peligro, en el combate era feroz y sanguinario a veces y otras compasivo en exceso; religioso hasta el fanatismo, llevaba siempre un cristo colgado del cuello, como amuleto para ser respetado por las balas: tenía una que, resbalando por las costillas, se había quedado detenida entre el cuero y la carne; se palpaba perfectamente por encima de la piel.

Era de mediana estatura, ancho de hombres, fuerte y recio, piernas y brazos nervudos.

Atezado el rostro, pelo negro, fino y crespo, ojos grandes y negros, de mirada viva, ágil en sus movimientos.

Había nacido en la montaña, entre Guantánamo y Baracoa, con poco trato de gentes: durante su juventud trabajaba colmeneando; había frecuentado poco los-ptre’-blos; muy joven empezó a perseguirlo la justicia: lo acusaban de cuatrero, aunque muchas de las faltas que le cargaban no eran suyas». (Enrique Collazo, «Cuba Heroica»).

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coa»204. El 27 de agosto Pineda tomó el Cuartel del Ramón y dos días después rechaza el ataque de tropas españolas a su campamento en la finca Sidonia.

Sobre el carácter y el valor de Policarpo Pineda se conocen múltiples anécdotas.

A Rustan, -dice Ramón Infiesta- «que es un bruto valiente, Gómez lo conquista con una valentía intencionalmente brutal. Le ordena tomar una trinchera, entregándole tres cartuchos a cada soldado. Rustan se niega. «¡Con tres tiros por hombre no se lleva a nadie al matadero!». Es un pretexto. Muchas veces los suyos han peleado con machetes no más y, él mismo, hasta con las manos. Lo que pretende es no obedecer. Gómez, que lo sabe, se limita a quitar un cartucho a cada soldado y, dejándolos con dos, ataca, él a su cabeza, la trinchera. Rustan se hubiera dejado matar antes que ceder, pero no resiste la tacha de cobarde y, arrancándose la camisa, carga detrás del general, tomando junto con él la posición».

Abundan los testimonios sobre el carácter rebelde, con frecuencia insolente, de Rustan.

«…hombre de tanta autoridad como Gómez tenía que tropezar algún día con subalterno tan arrogante y díscolo como Rustan. Por no sé que motivos chocaron al fin. Rustan, que ya era Coronel, insultó a Gómez. Sometido a consejo de guerra… (éste) tuvo que condenarlo y lo condenó a degradación… Por entonces, baldado de las piernas de resultas de algunas heridas, le trasladaban de un punto a otro en

204 Pedro Pablo Rodríguez. «La Primera Invasión».

205 José Policarpo Pineda (Rustan) comenzó a operar en Puerto Escondido y Baitiquirí en los dos meses finales de 1868. En junio de 1869 ayuda a los expediciona-dios del Grapeshot, combatiendo en Mayarí Arriba y se incorpora en agosto de ese año a la División Cuba, alcanzando en diciembre el grado de Teniente Coronel. Tras sus combates en Santa Rita, Las Chivas, El Mijial, Majaguabo, Ti Arriba, Sabana Abajo, Filipinas, La Caoba y los Cafetales de Yateras alcanzó el grado de Coronel.

206 Ramón Infiesta. «Máximo Gómez».

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su hamaca, a hombros de su escolta. Cuando supo la sentencia parecía una fiera; apenas era un hombre ya y aún metía miedo la intensidad de su cólera brutal, insultando, amenazando, desafiando con insolencia indecible al general Gómez. Cinco días después murió, extenuado, quizás de un buche de bilis» (Manuel Sanguily, Rectificaciones históricas: Policarpo Pineda, en Hojas Literarias, año I, t. I, agosto 31 de 1893, p. 37). (Citado por Infiesta).

Céspedes nos ofrece una vivida descripción del aspecto de Rustan al ser degradado por el consejo de guerra:

«Rustan, mulato, bajito, algo picarazado de viruelas, mirada turbia, errante; no puede andar por sus heridas. Acaba de ser degradado en un consejo de guerra por haber hecho matar a un oficial sin formación de causa y haber insultado al general Gómez»201.

El 24 de noviembre marcha Gómez con el brigadier Calixto García desde Altagracia a Aguacate «donde el primero de diciembre tuvo la satisfacción de pasar revista a 500 veteranos, de los cuales 300 estaban a las órdenes del Coronel José de Jesús Pérez y 200 a las del brigadier García».

El primero de diciembre, bajo un fuerte temporal, se pone en marcha el Cuartel General con dirección a la línea Sur del Distrito con objeto de practicar un movimiento sobre las posiciones enemigas de aquella línea cursándose órdenes al General de Brigada Calixto García y al Coronel José de Jesús Pérez para que concentrasen sus fuerzas en El Aguacate208. Lo confirma Gómez: «Allí se incorpora el coronel Jesús Pérez con 300 hombres; pasé revista, y con las fuerzas de Calixto García tengo quinientos hombres»209. Ya, en pocos días, tiene pensada la acción de la Socapa.

Carta de Carlos Manuel de Céspedes a su esposa, de Julio 10, 1872. Diario de Campaña de Flor Crombet. Máximo Gómez. Diario de Campaña.

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LOMA DEL GATO Y LA SOCAPA

Las tropas avanzan para ocupar posiciones en la «Loma del Gato» produciéndose un combate al amanecer del 14 de diciembre.

En la batalla de Loma del Gato contra las fuerzas del Coronel Daza se hermanan en el combate José Maceo, José de Jesús Pérez y Flor Crombet.

En Charco Azul las fuerzas de José de Jesús Pérez, en pugna terrible, hicieron retroceder al Coronel López del Campillo y a los batallones de San Quintín y la Corona

En aquel mes de diciembre de 1870 demuestran su coraje estos combatientes. El día primero se enfrentan a una columna enemiga en el camino hacia Altagracia; el 3 y el 4 José Maceo toma parte en el ataque e incendia al ingenio Santa Rosa de Griñán y a los cafetales Candelaria y Recurso ; el 12, en el combate de Nuevo Mundo muere Julio Maceo, el más joven de los Maceos en caer combatiendo; el día 14 participan todos en la operación de Loma del Gato que les merece a los ya capitanes Nazario Silva y Flor Crombet una felicitación de Jesús Pérez, jefe de su brigada.

El 15 realizan Silva y Crombet una oportuna y hábil maniobra de diversión para atraer la atención del enemigo. El día 18 no es sólo el brigadier José de Jesús quien exhalta la labor de Flor y Nazario sino Máximo Gómez. El 21 siguen combatiendo ocasionándole daño considerable al enemigo que se ve forzado a retirarse dejándole paso libre a los cubanos, que dejan en el ataque dos muertos y cinco heridos de gravedad212.

El Brigadier Pérez hace constar en su parte militar este reconocimiento: «En esta jornada es de elogiar el valor y arrojo de k capitanes Nazario Silva y Flor Crombet». En la Socapa, de la que

Benigno Souza, obra citada.

2.1 Abelardo Padrón. «El General José. Apuntes biográficos». Editorial de Arte) Literatura, La Habana, 1973.

2.2 Archivo Nacional de Cuba, Parte Militar del Coronel José de Jesús Pérez déla Guardia.

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hablaremos ampliamente, se vuelven a distinguir Crombet y Nazario Silva quienes, solos, cubriendo la retirada, combaten contra una compañía española. En su parte de guerra el Brigadier Pérez hace constar el reconocimiento del General Máximo Gómez al valor y habilidad mostrada por los dos combatientes.

Gómez al mando de la División Cuba, a la muerte del general Donato Mármol pone en práctica su ambicioso plan, varias veces discutido con José de Jesús, de avanzar hacia Guantánamo.

Marcharán junto a él los hombres de valor en quienes siempre ha confiado: Antonio y José Maceo, Juan Cintra, José de Jesús Pérez, Flor Crombet, Guillermón Moneada, Silverio del Prado y otros.

Gómez se ha propuesto librar batallas en todos los rincones de Oriente. El general Calixto García toma Jiguaní causándole grandes bajas a las tropas españolas.

Organiza Gómez sus tuerzas, desde julio de aquel año, en compañías y, luego, por batallones que enumera por orden de antigüedad de sus respectivos jefes. El primer batallón, ya lo hemos mencionado, era comandado por el más antiguo de los altos oficiales que componen sus fuerzas, el brigadier José de Jesús Pérez. El segundo, Camilo Sánchez; el tercer batallón, Borrero; el cuarto batallón, Maceo; Guillermo Moneada comandará el quinto, y el sexto batallón, Silverio del Prado213.

En varias ocasiones Máximo Gómez ha escrito a Jesús Pérez con instrucciones militares. Esto lo confirma Carlos Manuel de Céspedes en su diario el domingo 13 de octubre:

«He visto una comunicación de Gómez a Jesús Pérez, fecha 16 de mayo, en que, para la operación sobre Gibara, sólo le previene que lleve su fuerza bien pertrechada; en honor de la verdad, así la llevó Pérez».

La Campaña de Charco Azul la está realizando, con todo éxito, el brigadier de Cambute bajo la dirección superior del general

1 Máximo Gómez, Diario de Campaña.

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Máximo Gómez. Al día siguiente de uno de los encuentros en Charco Azul llegan por el tren de San Luis a Santiago 108 heridos, noticia que recogen los periódicos locales que no hacen mención de los que han perecido. Al frente de las fuerzas de José de Jesús, y teniéndolo a su lado, Máximo Gómez se acredita, correctamente, esta gran victoria. Aquella cruenta batalla «hizo retroceder al Coronel López del Campillo y a los batallones de San Quintín y la Corona»»14. En Tí Arriba, Gómez y Policarpo Pineda (Rustan) «pasaron a cuchillo la guarnición toda, compuesta de 82 hombres i redujeron totalmente a cenizas el poblado»215; en el Cristal la guarnición deja abandonados 14 cadáveres.

Mientras, Valmaseda, que quería regresar a España como militar victorioso, proclama que la revolución ha sido vencida y la provincia de Oriente se encuentra pacificada. Para hacer resaltar tal afirmación ordena que se cante un Te-Deum en celebración de la paz el 18 de diciembre de 1870 en la catedral de Santiago.

Otros, muy distintos, eran los planes de los insurrectos.

Por las zonas de Tempú y «Aguacate»216, cerca de Santiago, se movían las tropas de Máximo Gómez y de José de Jesús Pérez. Así describe el biógrafo del general Calixto García Iñiguez los planes de Gómez:

Un día Gómez, en su campamento, comentando la actitud de los españoles le dice a García: «Calixto hay que hacer una hombrada. La gente de Santiago va a pensar que estamos muertos. ¿Qué opinas tú del asalto y toma de la Socapa?».

La prudencia de Calixto le contesta:

214 Benigno Souza. Máximo Gómez. El Generalísimo.

215 Benigno Souza «Máximo Gómez».

216 En Aguacate, localizado al suroeste de Guantánamo, el 12 de diciembre de 1870, una agrupación de tropas cubanas fue atacada por una columna española. El ataque fue rechazado.

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«Hombre, le echaríamos a perder el Te-Deum a Valmaseda, pero, a mí me parece una operación muy peligrosa».

Le responde Máximo Gómez:

«Bueno, pues yo te digo que la tengo estudiada, resuelta, y mañana mismo salgo para allá con José de Jesús Pérez, el regimiento de Guaninao y la gente de Cambute».

Así sucedieron los hechos

«Días atrás visitaba el General Máximo Gómez a su compañero de armas José de Jesús Pérez y platicando de sobremesa ambos generales refirió el Brigadier Pérez que según había anunciado Valmaseda, hacía cantar un Te Deum en Santiago de Cuba en celebración de estar pacificado el departamento Oriental. Oído lo cual contestó el General Gómez: «pues es preciso hacer ver que estamos vivos, necesitamos dar un golpe de efecto».

«Podemos hacerlo enseguida si usted quiere», dijo el general Pérez. «La Socapa está a la entrada de la Bahía de Santiago; tiene un fuerte con 40 hombres y está bajo los fuegos de Castillo del Morro; no habrá barco extranjero que no vea el hecho». «En el acto fue resuelto el golpe» (Narración textual de Federico Córdova en «Flor Crombet. El Sucre Cubano»).

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Dejemos a Benigno Souza»   describir la acción:

«Para los que no lo saben, advertimos que la Socapa es un caserío situado en la misma bahía de Santiago, frente por frente al Morro y bajo sus fuegos, separados de éste por la entrada angostísima del fuerte, y viene a ser, como Casa Blanca de La Habana, un barrio de la ciudad de Santiago y lugar de temporada entonces para sus habitantes. Estaban, naturalmente, tan lejos de toda previsión y posible ataque por los insur-

«Máximo Gómez», El Generalísimo.

gentes, que sólo comprendía en su recinto un mal cuartel, con cuarenta o cincuenta hombres de guarnición.

Para llevar a cabo su sorpresa, partió Gómez de los Aguacates, el día 13 de diciembre, obligado a describir un semicírculo de más de 20 leguas, para contornear a Santiago y el Cobre y abordar la Socapa por el sur, marchando con una columna de 600 hombres de infantería y un mal cañón, por enmedio de cafetales fortificados, en aquella zona montañosa, donde hormigueaban las guerrillas y destacamentos.

Máximo Gómez no tuvo rival en eso de marchar engañando a su enemigo; sin embargo, el día 14 fue descubierto por la guerrilla y ésta, sin atreverse a atacarlo, dio aviso al teniente coronel Fernando Gaza; quien con una fuerte columna de artillería se pone en su persecución, pero Gómez elige, para detenerlo y separarlo de su rastro, la Loma del Gato, farallón casi inexpugnable, cruzado por los viejos senderos en zigzag de los cafetales franceses, derruidos por la guerra, por los cuales según Collazo, asistente a la operación, sólo podían marchar los hombres en fila india.

Máximo Gómez colocó él mismo, en persona, sus emboscadas y esperó. Hacía mucho frío en la mañana del 15 de diciembre y densa niebla envolvía la Loma del Gato, tan denso desfiladero, la descubierta de Gaza se tropezó de manos a boca, con la primera emboscada mambisa, mandada por los capitanes Macario Silva y Flor Crombet; sorprendida y atacada aquella se dispersa, abandonando un teniente y varios soldados muertos.

Gaza, con el recuerdo de Pino de Baire, despliega sus hombres, emplaza sus piezas, cañonea la loma y es detenido todo el día por los retenes y parejas de Gómez. Cuando llegó la noche, para engañar a Gaza, cubrió Gómez de fogatas toda la Loma del Gato, dejó al comandante Fonseca con un fuerte destacamento para detener al ejército español con la fácil defensa de la entrada del farallón, y a marcha forzada, por la noche, el mismo 18, fecha fijada para el Tedeum, cae sobre

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la Socapa, donde entra a sangre y fuego a la una de la madrugada, asalta el descuidado cuartel, pasa a cuchillo la guarnición, saquea e incendia el poblado y se retira a las tres de la mañana, cañoneado por el Morro y el Juan de Austria, y la presencia de los barcos extranjeros de guerra y mercantes, súbitos a corta distancia del caserío».

La presencia de mambises en las cercanías de Santiago ha reunido a muchas familias que los observan, sorprendidos y entusiastas, pero que representan un serio impedimento militar. Así lo comprende el gran dominicano que da las órdenes necesarias que nos describe Collazo que participó en el combate:

«La gente, procurando pasar, se había amontonado sobre nosotros, ensordeciéndonos con sus gritos y sus vivas».

«Hagan que se retire esa gente -dijo el General Gómez; y al General Pérez que la forme y tome posiciones más allá del campamento, por si el enemigo intenta avanzar».

Pero Gaza no puede avanzar. Las fuerzas del Brigadier de Cambute continúan hostigando al coronel español y no se lo permite. Valmaseda ha sido derrotado.

Tratando de ocultar su humillación Valmaseda no suspendió el Te Deum dedicándolo ahora, no a la paz que no había logrado, sino a la elección del nuevo rey Amadeo de Saboya, mientras -no podía ocultarlo el que pronto sería Capitán General- la ciudad presenciaba el entierro de soldados y voluntarios muertos en la Socapa.

Desde que Gómez se hizo cargo, en julio de 1870, de la División Sur, ha estado Pérez a su lado hasta culminar en diciembre de aquel año con esta espectacular acción de la Socapa.

En Camagüey se está combatiendo. Augusto Arango ocupa Guáimaro y días después San Miguel. Agromonte ha sitiado a Puerto Príncipe. Vence en Altagracia al Brigadier Goyeneche. Junto al bayardo luchan valiosos hombres. —

Luis Magín Díaz, otra de las figuras olvidadas de nuestra historia, fue de los primeros en alzarse en Camagüey, participando en el ataque del poblado de Guáimaro y, poco después, bajo el mando

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de Ignacio Agramonte, en el asalto a Puerto Príncipe y en los combates de Arroyo de Piedras, La Horqueta, San Ramón de Pacheco (noviembre 11, 1871), Jacinto (Julio 25, 1872). Ya con el grado de General de Brigada murió combatiendo una columna enemiga en la sabana de Guanayú.

Otro que se distingue es Moralitos que en el combate de Sebastopol de Najasa (Noviembre 26, 1871) es gravemente herido al recibir un balazo que le atraviesa la boca dejándolo sin habla. Y así permaneció durante 10 meses hasta su muerte el 15 de septiembre de 1872.

LAS PRIMERAS EXPEDICIONES: EL GALVANIC Y OTRAS

Al desembarcar el Conde Valmaseda por Vertientes para dirigirse a Puerto Príncipe y Nuevitas ya Manuel de Quesada»18 se encontraba en Nassau organizando la primera expedición que llegaría luego a playas cubanas.

Adquirió Quesada de su primo Enrique Loynaz el pailebote Galvanic»™ matriculado en Nassau que enarbolaba la bandera inglesa, situación que aprovechó el Comité Revolucionario de La Habana para enviar a Nassau a un grupo de jóvenes entre los que se encontraban Julio Sanguily, José María Aguirre, Ramón Pérez Tru-jillo, Francisco La Rúa, Cristóbal Mendoza, Rafael Morales, José Payan, Antonio Zambrana y los hermanos Betancourt para que se incorporaran a las fuerzas de Quesada. El Galvanic desembarcó en

218 Manuel de Quesada y Loynas se había expatriado y servido en el ejército mexicano junto al Presidente Benito Juárez enfrentándose a los invasores franceses que respaldaban al emperador Maximiliano.

219 En el Galvanic se cargaron 2,540 fusiles, 150 rifles Spencer. 500,000 tiros, 200,000 cápsulas metálicas, un cañón mediano, 300 granadas y mucha pólvora. El Cónsul de España denunció la intentona del Galvanic «pero los ingleses se limitaron a poner una fianza de 10,000 pesos al pailebot, importe que fue abonado por Martín Castillo» (Fuente: Jorge Navarro Custin, Revista Rumbos, mayo-junio, año 2001).

la Guanaja, en la costa norte de Camagüey, el 28 de diciembre de 1868.

Días después, el 17 de enero de 1869, con el capitán Alberto Agüero como jefe de tierra, llega el Galvanic nuevamente a las costas cubanas. Desembarca en Cayo Romano pero al acercarse una nave de guerra española sólo pueden desembarcar 9 de los 33 expedicionarios entre los que se encontraba Manuel Sanguily. Varios de éstos pudieron incorporarse a las fuerzas insurrectas.

Doce meses después, desde Nueva York, la Junta Revolucionaria organiza otra expedición comandada por Francisco Javier Cisneros, en el vapor Mary Lowell, que no puede desembarcar al ser apresada en Las Bahamas. Venía en ella Thomas Jordán que pronto ocupará, por muy breve tiempo, el más alto rango militar en el Ejército Libertador.

Continúan los esfuerzos. Una expedición de gran importancia desembarca en mayo de 1869 por la costa sur de Oriente comandada, precisamente por Jordán, y la que es recibida por José de Jesús Pérez. Es la expedición del Perrit a la que nos referimos separadamente. En la misma fecha, por la Guanaja, en la costa norte de Camagüey, arriba sin contratiempos, en el vapor Salvador la expedición del Coronel Rafael de Quesada que había partido de Nassau con 129 hombres, entre ellos William A. Ryan con experiencia militar en la Guerra de Secesión norteamericana. Los expedicionarios se incorporaron a las fuerzas insurrectas.

No tuvo la misma suerte la expedición del Grapeshot, que antes habíamos mencionado, organizada por la Junta Central Republicana de Cuba y Puerto Rico comandada por el Coronel Francisco León Tamayo que el 31 de mayo llegó a Baitiquirí, en Guantánamo pero sorprendidos por tropas españolas perdieron gran parte del material de guerra que habían desembarcado. No tuvo éxito tampoco la próxima expedición organizada por aquella institución que estaría al mando de Domingo Goicuría cuyo barco, el Catherine Whiting, fue detenido por las autoridades norteamericanas en New Haven; pero sí llega felizmente el 10 de agosto a un punto cerca de Cabo Cruz el pailebot comandado por Ignacio Alfa-

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ro en operación organizada también por la Junta Central Republicana.

Se prepara ahora una nueva expedición. Una de las mayores, que culminará en un doloroso desastre. Es la de Lillian, con más de cuatrocientos hombres y cuatro mil armas, artillería y parque. Estará al frente de ella Domingo Goicuria y frente a Holguín, en la costa norte de Cuba, agotado el combustible, deciden no realizar el desembarco. Regresan a Nassau, dejando en uno de los cayos cercanos al mayor número de expedicionarios, donde los recogerían al volver el Lillian con destino a Cuba; pero al llegar a Nassau el barco es apresado y se pierde gran parte del cargamento. (Una goleta rentada allí pasó al cayo a recoger a los expedicionarios que allá se encontraban).

Va finalizando el año 1869 y sigue aquella Junta Central mostrándose como la más tenaz organizadora de expediciones hacia Cuba, algunas de ellas fallidas, como ésta que el 23 de octubre partió de Jacksonville en el Lillian con 410 hombres que representaría la mayor de las expediciones de la Guerra de los Diez Años. Vení-

220 221 ■

an en ella Juan Clemente Zenea, Ramón Roa , Juan Arnao , Ricardo Trujillo222. Por falta de carbón fue apresada por las autoridades de Nassau sin poder llegar a Cuba.

220 Ramón Roa Traviera, nació en Cimentes el 22 de noviembre de 1844. Después del Lillian desembarcó por Casilda en septiembre de 1870 en la expedición del Salvador, luchando en Las Villas y, luego en Camagüey. Participó en el encuentro de Jimaguayú donde murió Ignacio Agramonte. Peleó después a las órdenes de Máximo Gómez y de Julio Sanguily. Participó en las negociaciones del Pacto de Zanjón y, posteriormente, aceptó una posición en el gobierno español. Su libro «A Pie y Descalzo» le ocasionó una seria diferencia con José Martí que fue luego superada. No participó en la guerra del 95.

221 Juan Arnao Alfonso nacido en Matanzas el 17 de septiembre de 1812 cooperó con las conspiraciones y expediciones de Narciso López. De regreso de la frustrada expedición del Lilliam siguió trabajando con los emigrados cubanos en Nueva York pero no participó en la lucha armada en la isla.

222 Ricardo Trujillo de Armas, nacido en Las Villas el 13 de septiembre de 1853, luego de la frustrada expedición del Lilliam, formó parte de la fatal tercera expedi-

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Goicuria contrata una nueva embarcación, febrero 10, 1870 el Herald de Nassau, desembarcando cerca de Gibara donde se enfrenta, de inmediato, con fuerzas españolas y logra, con media docena de expedicionarios, incorporarse a las fuerzas cubanas.

EXPEDICIONES DE 1870

Domingo Goicuria223 organiza por tercera vez una expedición; ésta, con 35 hombres, entre ellos, Domingo Mora y Manuel Bello a bordo del Herald de Nassau que puede desembarcar, el 10 de febrero, tras grandes dificultades, en Gibara, donde, delatada por vecinos españoles, algunos son hechos prisioneros y otros, entre ellos Goicuria, logran incorporarse a las fuerzas libertadoras.

No fue nada fácil la organización de esta expedición ni la travesía del Herald o^Nassau (comprada por el propio Goicuria) que traía 35 hombres , 43 fusiles, municiones y otros pertrechos. Habían utilizado a la goleta Azorian para trasladarse a Nassau en los momentos en que el buque de guerra inglesa Darte traía a re-

cién del Virginius pero pudo escapar, incorporándose a las fuerzas del Teniente Coronel Cecilio González. Luego participó en la Guerra de Independencia.

223 Domingo Goicuria Cabrera nació en La Habana el 23 de junio de 1810. Ayudó financieramente a Narciso López en su expedición a Cuba. En enero de 1855 se relacionó con el aventurero norteamericano William Walker en el proyecto de invadir Nicaragua, pero rompió con Walker cuando éste trató de reimplantar allí la esclavitud. De regreso a los Estados Unidos, Goicuria trató de llegar a Cuba en las frustradas expediciones del Catherine Whiting y del Lillian. Finalmente arribó en la del Herald of Nassau. Semanas después el Presidente Céspedes le pidió viajar a México en una nueva misión.

Apresado es conducido a Puerto Príncipe, donde accidentalmente se encontraba el Capitán General Caballero de Rodas, quien ordena su traslado a La Habana. E» ejecutado el 14 de aquel mes.

224 Entre los expedicionarios se encontraban Domingo Mora, sobrino político de Goicuria; José de Lámar, Manuel Bello, Juan Santos, Federico Incháustegui y otros.

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molque al Anna que había sido apresado a su regreso de la costa norte de Oriente, y la nave Conde de Venadito de la armada española fondeaba junto al Azorian.

Con autorización del gobierno de la República en Armas parte Goicuria de nuevo hacia el norte pero su embarcación es apresada y Goicuria conducido a La Habana donde será ejecutado.

Un vapor, que ya ha hecho antes otras travesías a la isla, es utilizado por algunos de los expedicionarios del Lillian para una nueva operación desembarcando en el puerto de Casilda, al sur de Las Villas y logran incorporarse a las fuerzas cubanas.

1870 comienza con más suerte para los esforzados cubanos cuando el 19 de enero el Anna que había zarpado de Nueva York, desembarca en Punta Brava, cerca de Manatí, en la costa norte de Oriente a 21 combatientes entre los que se encuentran Oscar Céspedes (hijo del presidente de la República en Armas), Melchor Agüero, el puertorriqueño Juan Rius Rivera, el coronel William A. Ryan225 y Emilio Mola.

Quien llega también en esta expedición es el colombiano José Rogelio Castillo -que alcanzará el grado de Coronel en las filas del Ejército Libertador- y quien en su autobiografía da el nombre de Hornet al barco expedicionario que traía de regreso a Melchor Agüero a quien el Padre de la Patria había enviado a los Estados Unidos para «a la mayor brevedad conducir a Cuba artículos de

226

guerra» .

225 William A. Ryan volverá en la fatídica tercera expedición del Virginius (31 de enero de 1873) y morirá fusilado con Bernabé Varona (Bembeta), Pedro de Céspedes (hermano del presidente), Jesús de Sol y medio centenar de patriotas.

226 Fuente: Carta de Melchor Agüero a Carlos Manuel de Céspedes, de fecha junio 15 de 1871 publicada en «Manuel de Quesada y Loynaz» por Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, Imprenta Siglo XX, La Habana, 1925.

Arabpmia iJr la Ijiatnria

MANUEL DE QUESADA Y LOYNAZ

POR

Carlos Manuel de Céspedes y Quesada

HABANA IMPRENTA «KL SIGLO XX»

RKPÚBUCA OBI. BRASIL, 27 1925

144

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La expedición que le había sido ofrecida a Melchor Agüero («quesadista») fue finalmente efectuada por Francisco Javier Cis-neros («aldamista»), lo que mostraba la dañina división entre las dos facciones.

La expedición del Anna, enero 19, 1870, trae armas y municiones con las que Gómez y Calixto García atacan, nuevamente, a Jiguaní. La expedición fue dirigida y financiada por la Junta Central Republicana, de Nueva York, y organizada por Francisco Javier Cisneros, que vino como jefe de mar, y el Coronel William A. Ryan, canadiense, como jefe de tierra227.

De los 33 expedicionarios que venían, desembarcaron sólo 9, uno de ellos Manuel Sanguily, pero no pudieron alijar pertrechos al acercarse el vapor de guerra español Conde de Venadito. Los que desembercaron, ayudados por vecinos de la zona, se trasladaron hasta La Guanaja y se incorporaron a las fuerzas insurrectas.

Otro grupo de estos expedicionarios fue apresado en alta mar, juzgado y condenado a 8 años de prisión.

Han pasado unos días cuando el Coronel Mariano Loño y Antonio Hernández, zarpando de Jamaica, el 27 de aquel mes desembarcan hombres y materiales en la costa sur de Oriente. El coronel Mariano Loño Pérez, nacido en Holguín, es uno de los tantos tenaces combatientes muchas veces ignorados por la historia. Habiendo servido en Marruecos en el ejército español, regresa a Cuba el 3 de febrero de 1869 en unión del venezolano José Aurrecoechea. Juntos se unen a los cubanos que están combatiendo en Soroa, Pinar del Río.

Se traslada después a Nueva York y participa en la organización de la expedición del Perrit viniendo al frente de uno de los cuatro grupos en que se dividieron los expedicionarios. Destinado a la División Cuba bajo las órdenes del Mayor General Donato Mármol, combate en Blanquizal, La Sidonea y en la Ja-gua, cerca de Guantánamo. En enero de 1870 embarca hacia Ja-

Diccionario Enciclopédico de Historia Militar Cubana. Obra citada.

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maica para conducir una expedición a la costa sur de Cuba. Realizada ésta, vuelve a Nueva York y desde Panamá regresará a la isla en la expedición del Upton que desembarca por La Herradura en la costa norte de Holguín. Menos suerte tendrá Loño dentro de seis meses.

Gaspar Agüero organizará la próxima expedición que partiendo de Nassau llegará a la costa norte de Camagüey el 22 de febrero con 10 combatientes que se unirán a las fuerzas insurgentes. Le seguirá a ésta la dirigida por Francisco Javier Cisne-ros y Gaspar Betancourt quienes, a bordo del Upton desembarcarán en Punta Brava, Manatí, en Oriente con 177 expedicionarios entre los que se encontrarán Rafael de la Rúa, Emilio Loret de Mola, Juan de Castro Palomino y Luis Eduardo del Cristo.

Francisco Javier Cisneros formó parte también del primer viaje del vapor George Upton, que zarpó el 14 de mayo de 1870 de Sandy Hook, Nueva York, y desembarcó el día 23 por Punta Brava, entre Nuevas Grandes y Manatí, en Oriente; y en el segundo viaje de ese barco que salió el 4 de junio de 1870 del Puerto de Colón, Panamá y desembarcó 8 días después por Punta Jamás, en la costa norte de Holguín, Oriente. Volvería nuevamente en la expedición del vapor Hornet, que partió el 31 de diciembre de 1870, también del Puerto de Colón y desembarcó el 7 de enero de 1871 por Punta Brava en Oriente.

Veamos como Antonio Pirala, el conocido historiador español, narra esta «filibustera expedición» y la siguiente:

«Fue un poco afortunada las que, casi seguidas, efectuó el vapor «Upton». Si logró desembarcar en Punta Brava, entre Manatí y Nueva Grandes, se vieron los expedicionarios sacados por los artilleros de la cañoneras «Eco» y « Yumurí». Les derrotaron, y todo el material, muy considerable, se llevó a Nuevitas con doce prisioneros, incluso el capitán con-^^ federado Hawkins pagó su delito con la vida». (Pirala, página 761).

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Pirala se refiere también a la siguiente expedición del Upton, aportando un dato de interés:

«La segunda expedición procedente de Colombia, con valioso depósito de armas y municiones, fue batida en Herradura por López del Campo, y consumó la derrota Obregón con las circunstancias de que los aprehensores habían servido antes en las filas insurrectas y, presentados, les confió Caballero (de Rodas) las armas de que tan mal uso hacían».

icnas

Volverá pronto el Upton a servir a la causa cubana. Ape tres semanas después, dirigida por la diligente Junta Central Republicana de Nueva York y el persistente Francisco Javier Cisneros, partirá de Colón, en Panamá, el Coronel Mariano Loño con cerca de 30 expedicionarios que desembarcan en Punta Sama, en la costa norte de Holguín. Descubiertos son atacados por fuerzas españolas pereciendo gran número de los expedicionarios cayendo prisioneros ocho de ellos. En un encuentro posterior cae combatiendo el propio Coronel Loño. Los ocho prisioneros, oriundos de Santiago de Cuba, fueron fusilados en Holguín por las tropas comandadas por otro cubano, el General Félix Ferrer, que servía en las fuerzas españolas.

Algunas expediciones traen pocos hombres pero abundante material. Una de ellas la comandada por Melchor Agüero en el vapor Mambí contando con 11 hombres que pudieron desembarcar cerca de Santa Cruz, al sur de Oriente 1,000 fusiles, dos ametralladoras, dos cañones y 300,000 cápsulas el 28 de julio de 1870. No tuvo esa buena fortuna el General Manuel de Quesada, en su segundo intento (el primero había sido la exitosa operación del Galvanic), cuando el vapor Florida, que recién había adquirido y se disponía a zarpar con abundante material, fue detenido por autoridades portuarias en Nueva York. Duro golpe para los «quesadis-tas». Mayor para la causa cubana.

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Pero la Junta Central Republicana organiza otra expedición que dirigirá Luis Ayestarán228 que regresaba de cumplir en los Estados Unidos una misión del gobierno de Carlos Manuel de Céspedes. Parte de Nassau en el Guanahaní el 17 de septiembre y desembarca en Cayo Romano con varios marineros. Es sorprendido por tropas enemigas. Hecho prisionero fue conducido a La Habana y el 24 de septiembre de 1870 ejecutado en el garrote.

Dos nuevas expediciones se organizarán antes que termine aquel año de 1870.

Vuelve a prepararse otra heroica pero catastrófica expedición. Esta partirá desde Nassau a bordo del Salvador. La segunda, y última, expedición de aquel viejo cascarón de hierro, cuya quilla estaba corroída por el óxido. Será el Coronel Fernando López de Queralta el jefe de la expedición que ha sido costeada, principalmente, por Juan Ossorio.

Los expedicionarios del Salvador han estado en contacto con el General Federico Fernández Cavada que está combatiendo en la zona de Trinidad a donde intentan llegar los nuevos expedicionarios. Antes de llegar a la costa ya está haciendo agua el barco. Perdido el rumbo se acerca el Salvador a Tallabacoa. Ya, de noche, desembarcan el capitán y los 16 tripulantes cerca de Casilda, a pocas leguas de Trinidad.

m El apellido de este mártir habanero se ha escrito por muchos historiadores como «A\esteran» y otros como «Ayestarán». Documentos fidedignos muestran que es esta última la acepción correcta de su apellido. Así como Ayestarán lo menciona Enrique Gay-Calbó en discurso pronunciado ante la Academia de Historia de Cuba el 23 de abril de 1946, en el centenario de su nacimiento donde, en la edición de aquel discurso aparece copia fidedigna de la carta que el 23 de septiembre le escribía desde el Castillo del Príncipe a su madre minutos antes de morir y donde su firma aparece con absoluta claridad como Ayestarán.

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IV

EXPEDIENTE DE ESTUDIOS DE MIGUEL HITS DE AYESTARAN Y MOLINRR

Comunicación firmada en La Habana a 23 de septiembre de 1864 acreditando haber sido graduado de Bachiller en Artes el 12 de julio de 1864, al objeto de inscribirse en los estudios de la Facultad de Jurisprudencia.

Informe de la Secretaría diciendo que aprobó el 2* año de Filosofía y cursado en el académico de 1863-64 las asignaturas de la 2′ enseñanza ¡ graduándose de Bachiller en Artes y probando las del período preliminar respectivo, por lo que («taba en aptitud de poderse matricular en l». año de Derecho Civil y Canónico, según la 5′ de las disposiciones transitorias del Instituto de 2* Enseñanza (septiembre 23 de 1864). Sufrió los ejercicios para el grado de Bachiller en Artes el 12 de julio de 1864, con la nota de Aprobado, según resulta del asiento al folio 18, numero 60, del libro 1′ de grados de Bachiller en Artes.

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Su objetivo era enviar armas y suministros para reforzar las fuerzas del General Fernández Cavada en Las Villas. Parten Ramón Roa, Juan B. Osorio y otros junto con López de Queralta en el viejo barco Salvador (que en mayo del pasado año había traído la primera expedición de Rafael de Quesada) con un cargamento compuesto de 1,612 fusiles, 110 machetes, varias decenas de cartuchos metálicos y fulminantes, monturas y otros medios. Al no encontrar al General José Inclán que estaba supuesto a recibirlos, tras una demora de dos días desembarcan en Casilda donde son sorprendidos. Los primeros exploradores » son aprehendidos y pasados por las armas en Trinidad. Unos pueden escapar y unirse a las fuerzas insurrectas, otros son capturados y fusilados.

Sin guías, sin conocer la topografía, el resto de los expedicionarios caminan sin rumbo, sin alimentos y sin agua. Apresados, todos, con excepción de cinco, murieron; unos, fusilados; otros, ahorcados; otros, combatiendo; otros, de hambre.

Las últimas expediciones de 1870 -el año que termina con la temeraria y espectacular acción de la Socapa que cubrió de gloria a Gómez y a la Brigada Cambute comandada por José de Jesús Pérez- las realiza el Capitán Lorenzo Jiménez, representante en Nassau de la Junta Central Republicana que en pequeños barcos llegaba a la Guanaja y a Sabana la Mar trayendo efectos de guerra y correspondencia .

Ha sustituido Caballero de Rodas al renunciante Domingo Dulce y le expresa a los Ministros de Guerra y Ultimar su satisfacción por los éxitos que considera haber alcanzado:

«Mi plan ha dado excelentes resultados -los rebeldes completamente dispersos- presentados en todas partes; con ellos se

229 Andrés Pimentel y Vicente Rodríguez Pérez.

230 Fuentes sobre estas expediciones: Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba, Jorge Navarro Custín, Ramiro Guerra, R. Pérez Landa. Calixto Masó y otros investigadores.

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forman compañías de voluntarios en Cascorro y SiBanícu. Reconocida la Sierra de Najasa y muertos tres cabecillas -el general americano Jordán se ha embarcado para los Estados Unidos- La insurrección está moralmente terminada. Creo que pronto lo estará por completo». «Puerto Príncipe, 3 de abril. Caballero»231.

Durante todo aquel año los cubanos han dado muestras de valor y heroísmo; los españoles, de crueldad y ensañamiento. Perucho Figueredo, el autor de nuestro himno, capturado cuando, inválido, descansaba en su rústico lecho, es llevado a Santiago, paseándolo por las calles de la ciudad, antes de fusilarlo232: Sus hermanos, Emiliano y Leonardo son también pasados por las armas. Fusilan también, ese tétrico año, al Brigadier Aurrecoechea, aquel valiente venezolano que sustituyó a Grave de Peralta233.

El nuevo año, 1871, no será distinto.

Justo Zaragoza, obra citada (Página 824).

232 Muere Pedro Figueredo el 7 de agosto de 1870.

233 Aurrecoechea había derrotado a las fuerzas del General Ferrer, cubano al secwcio de España, en las inmediaciones de Holguín, pero traicionado por el Sargento Antonio Balta fue hecho prisionero en los montes de «La Faja». Sometido a Consejo de Guerra fue condenado a muerte y fusilado el 11 de diciembre.

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