BUTLER

Written by Libre Online

6 de julio de 2022

Fotos de Raúl Vales (1949)

Quizás no sea una condición suficiente, pero si es condición necesaria la de ser amigo de un país, para ser Embajador en él. Y Robert Butler, americano, ingeniero, capitán, constructor y banquero, la posee a plenitud. Y además, en un país donde el protocolo no excluye las simpatías y el signo gubernamental es la cordialidad, la más alta personalidad del gobierno califica de “buen amigo”.

Y debe ser así, por una anécdota que nos cuentan: en una entrevista con el presidente Truman, el embajador Butler le dijo: “El Dr. Carlos Prío dice que usted iba a ayudarlo y está esperando”. Truman contestó indirectamente: “I Like Prío”.

Entonces el Butler pro–Cuba precisó: “Pues es el momento y vamos a demostrárselo”. Y de ahí salió una decisión. Y Cuba vendió toda su zafra azucarera.

Jamás ha embarcado para su país sin regresar con alguna buena noticia para Cuba, y por eso es cosa de vigilar sus viajes. Su habilidad de diplomático y su discreción, parecen venirle de la época en que, en su fábrica de St. Paul, batiera un récord fabricando más barcos que nadie para la guerra.

Su lema era entonces el mismo de ahora: nada de rumores, sino noticias responsables, “lo que no se puede escribir y firmar no se debe decir” y así, con él no hay respuestas “off the record”. Siendo el diplomático más importante del cuerpo acreditado en La Habana, es personalmente uno de los más cordiales; asequible y cortés. Y al hablar frente a la cámara, vigila la compostura en la palabra y en el gesto.

Cuando nos íbamos, volvimos involuntariamente la cabeza y vimos como se quitaba el saco para seguir trabajando; eso nos hizo suponer de que antes de que entráramos, también estaba así. Porque Robert Butler es un embajador que trabaja a “coat off” y “con la manga al codo”, por la buena amistad entre Cuba y Estados Unidos.

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