Una de las mayores fiestas que apoyó Beba Dante, conocida en el exilio como la “Dama Bondadosa”, fue exaltar en vida a la batalladora cubana Leonor Ferreira, quien se constituyó en ser la mujer más joven en ser enjuiciada y condenada a prisión perpetua, por su rebeldía contra los Castro.

Dante, quien estuvo y nunca falló en apoyar a los cientos de organizaciones del exilio cubano que hay en Miami, en la actualidad, siempre compró sus tickets para asistir a estos eventos porque sabía que así iba a respaldar la lucha de la oposición en Cuba contra el sistema revolucionario del comunismo.

Además, según recuerda Tony Calatayud, nunca faltó a una sesión de la Peña Martiana en el Big Five, donde todos los viernes se aparecía con otras compañeras de lucha, para apoyar la permanencia de esta organización en el exilio donde celebran los fines de semana tertulias en pro de la libertad en la isla.

A través de una organización médica, que mantenía firme, también ayudaba a cuanto cubano se enfermaba, ya que carecían estos de seguro médico, porque antes que todo su corazón siempre lo tuvo para ayudar a los demás compatriotas del exilio en Miami.

Esta lucha, poco a poco, la fue debilitando, hasta el punto de que no hace mucho tuvo una caída que la dejó muy delicada y la postró en una cama, donde pasó sus últimos días en vida, siendo muy pocas las personas que supieron de esto y tuvieron la oportunidad de visitarla como Magaly Alfonso.

“Fue una gran mujer. Y una gran cubana. Tuvo un espíritu de colaboración como ninguna otra dama. Tuve la oportunidad de compartir mucho con ella durante las reuniones del Club de Leones en Miami. Siempre fue muy estimada y apreciada por el exilio”, afirmó Mario Echeverría.

AMIGA DE LIBRE

“Siempre, todos los viernes, llevaba bajo el brazo el periódico LIBRE, cuando llegaba a las reuniones de la Peña Martiana. Lo conseguía los miércoles en la Calle Ocho y allí, recogía algunos números, que posteriormente le regalaba a la gente”, dijo su compañera de luchas Inocencia Martínez.

“Siempre hablaba bien de este periódico porque, según ella, representaba la verdadera idiosincrasia del exilio cubano en Miami. Se lo leía desde la primera hasta la última página. Y se ponía muy feliz cuando aparecía en fotos de actos que allí se publicaban en LIBRE”, relató Inocencia.

“Fue una mujer extremadamente bondadosa. Le prestaba dinero a la gente y, en otras ocasiones, le regalaba cuando no tenían para las medicinas. O para sobrevivir llevando comida a sus casas. Y a otros los llevaba en su coche hasta la casa cuando la acompañaban a los actos sociales”, afirmó Martínez.

Matilde Álvarez, escritora del exilio cubano, resaltó la lucha de Dante en el fragor de las batallas de los cubanos residentes en Miami ya que siempre apoyaba cualquier iniciativa e, inclusive, asistía a una que otra marcha en la ciudad en los inicios de su llegada a Miami.

“Siempre tuvo en su mente a Cuba. Añoraba volver algún día a la isla, lógicamente cuando ya no estuviera el régimen comunista en el poder, ya que los recuerdos le traían inmensa nostalgia ya que su juventud la paso allí junto con su familia y sus seres queridos.

“Apoyó todas las causas políticas justas donde estaban involucrados líderes cubanos porque sabía que de esta manera también contribuía a que desde aquí se apoyará la lucha de los opositores contra la tiranía castrista”, resaltó Álvarez.