BACARDÍ. Sano, Sabroso y Cubano

Written by Alvaro J. Alvarez

26 de mayo de 2021

Sitges es un municipio de Cataluña y está situado en la costa mediterránea a 38 kms al sur de la capital provincial, Barcelona. El 14 de octubre de 1813 este pueblo tuvo la suerte de ser el sitio donde naciera, posiblemente, su hijo más ilustre y mundialmente conocido, Facundo Bacardí y Massó. Su madre se llamaba María y su padre Juan José.

En Santiago de Cuba en las primeras décadas del siglo XIX ya existía una importante colonia catalana y ésta aumentó con la llegada de Juan (1807-1845) y Magín (1801-1886), los hermanos mayores de Facundo, por eso y con apenas 15 años él, también marchó a Cuba, lleno de ambiciones y de energía. Más tarde llegaría José (1823-1907), el menor.

En Sitges quedarían Manuela y María, las hermanas. El Palo Gordo fue la tienda que montaron y en ella trabajaban los 4 hermanos. Cuando Facundo había logrado ahorrar 6,000 pesos oro cubano, quiso establecer su negocio propio, una tienda de víveres y tejidos, en la calle Enramada, junto a Juan Carbonell, su amigo de Sitges y en junio de 1844 abrieron una segunda tienda en El Cobre, a 16 kms. de distancia.

El 5 de agosto de 1843, con casi 30 años, se casó con Amalia Lucía Victoria Moreau (1822-1896) hija de una emigrante franco-haitiana y de un capitán de Napoleón, dueño del cafetal El Amor, formando así la estirpe de los Bacardí Moreau. Se mudaron para una modesta casa, en el #8 de la calle Jagüey. El 5 de junio de 1844 les llegó la alegría del primer hijo que nombraron Emilio Bacardí Moreau. Luego llegarían Juan en 1846, Facundo en 1848 y María en 1851.

Después del temblor ocurrido a las 8:36 am del 20 de agosto de 1852, Santiago de Cuba quedó devastada, aunque hubo solamente 2 muertes, Facundo tuvo que cerrar el negocio y declararse en quiebra. Pero unas 6 semanas después, el 3 de noviembre ocurrió el terremoto donde murieron 94, entre ellos Juan de 6 años, la pequeña María y el abuelo de Amalia (que le dejó 10,000 de herencia).

Abrumados por la desgracia decidieron, unos días después viajar toda la familia a casa de sus padres en Stiges. No había pasado mucho tiempo y Facundo no pudiendo aguantar regresó con Amalia y Facundo Jr. dejando en Barcelona a Emilio al cuidado de su gran amigo Daniel Costa.

Como Jamaica estaba muy cerca de Santiago de Cuba, el ron que se consumía era de allí porque el aguardiente nativo no sabía bien. John Nunes cubano descendiente de ingleses, en 1838 había logrado en su destilería en la calle Matadero (hoy Jobito), llegar a toda la Isla con su producto y hasta exportarlo. Todo eso, al parecer, inspiró a Facundo a lograr su sueño etílico.

Clara Astié, la benefactora abuela de Amalia, lo conectó con José León Boutellier, su inquilino cubano-francés que tenía un serpentín para hacer coñac y se asociaron para fabricar el ron que Facundo soñaba producir. Luego de fallecer en 1859, la abuela Clara, su nieta Amalia heredó su casa en la calle Marina Baja #32 y su fortuna. Ya había regresado Emilio que tenía 15 años y en 1857 nació José, el quinto hijo y cuarto varón.

Facundo quería elaborar un ron cubano suave muy distinto a los caribeños que quemaban la garganta y había que mezclarlo para tomarlo. La fermentación de la melaza de caña producía subproductos y la parte importante era el saber, cuándo se estaba destilando, cuál de esos eran los básicos para obtener el ron, que Facundo quería frabricar.

En 1860, en Santiago solo había cuatro alambiques funcionando con fines comerciales, que generaban un aguardiente peleón y agresivo al paladar. Uno de esos cuatro era el de John Nunes y el 4 de febrero de1862, José y Facundo Bacardí junto con José León Boutellier, se lo compraron en 3,000 pesos oro, este fue el nacimiento oficial de lo que sería la fábrica de ron Bacardí.

 Además le compraron en 500 pesos el equipo de destilación a Boutellier, ahora la inversión total llegó a 3,500 pesos oro.

Ese primer año, Doña Amalia descubre que una colonia de murciélagos en las vigas del techo dentro de la destilería y le propone a su marido que este animalito sea la marca de Bacardí. Era además una gran idea teniendo en cuenta al alto nivel de analfabetismo en el siglo XIX, el nuevo ron necesitaba un símbolo reconocible. En 1861 nació Amalia, la segunda hembra y última hija. (Ω).

Una anécdota muy interesante fue cuando Facundo Jr. con 14 años, sembró una mata de coco en la recién inaugurada fábrica, años después cuando se construyó un nuevo edificio, en el mismo sitio, la mata se mantuvo intacta en su lugar. Se decía que mientras la mata viviera, Bacardí también. En 1960 después de la confiscación por los castristas, la mata se secó.

Cuando comenzó la Guerra de 1968, la empresa llevaba apenas 6 años, el producto que se destilaba empezó a mejorar su sabor gracias a las pruebas y mezclas realizadas así como los barriles en añejamiento estaban logrando una calidad superior del ron.

Los Bacardí y Bouteiller dejaban envejecer en barriles de roble cierta cantidad de aguardiente puro durante 12 años dando lugar al primer ron cubano: el Bacardí 1873 o Extra Seco, sin ningún tipo de mezclas.

El 10 de Noviembre de 1874, su hermano José, hasta entonces socio principal de la empresa decidió abandonar el negocio que rendía muy poco y exigía mucha paciencia. En diciembre, el otro socio, Boutellier también abandonó, dejando a Facundo como único dueño de la fábrica que en 12 años sólo había dado pérdidas.

Es entonces cuando el viejo Facundo Bacardí Massó, decidió fundar su propio clan, el último día de aquel año 1874, Don Facundo, con 60 años, convocó a sus dos hijos Emilio y Facundito y con tono ceremonioso, creó el consorcio Bacardí-Moreau. Les confió el secreto del vinatero francés y les exigió que aquella fórmula, así como las acciones de la empresa sólo podrían pasar de padres a hijos. 

En 1877, Don Facundo decidió retirarse, nombró a Emilio, con 33 años, Presidente de Bacardí y Compañía. Facundo Jr. tenía 29 y era el maestro mezclador, José con 20 estaba en las ventas. Emilio que se había casado en 1876 con la santiaguera María Lay Berlucheau (1852-1885) descendiente de franceses (como Amalia), para esa fecha era el padre de Emilito y Daniel nacería en 1878. Los otros hijos fueron María, Carmen, José y Facundo. Seis con María Lay.

El 6 de septiembre de 1879, Don Facundo, con 64 años, fue detenido junto a Facundo Jr. en la fábrica de la calle Matadero, aunque liberados enseguida, para entonces ir hacia la oficina de la calle Marina Baja (hoy Aguilera) y arrestar a Emilio quién, durante varios años años había mostrado un sentimiento anticolonialista.

Emilio junto a otros 6 fueron desterrados a España. Hay que señalar que Emilio durante los años en Barcelona se había formado bajo la influencia de su tutor catalán, Daniel Costa y desde que regresó a Cuba, veía la esclavitud como algo inaceptable. Ya en 1868 había tratado de apresar al gobernador. Todo esta persecución era por su vinculación  con Calixto García que había comenzado la llamada Guerra Chiquita.

Durante la Guerra de los Diez Años (1868-1878), Emilio Bacardí estableció una eficiente red clandestina de suministros a las fuerzas mambisas de Guillermo Moncada, José Maceo y Flor Crombet que operaban entre Santiago y Guantánamo.  

En una cena ofrecida a Maceo, el Titán de Bronce, Emilio Bacardí, en conversación de sobremesa, coincidió con el ideal de Cuba independiente y soberana, que consagró la vida de Antonio Maceo y que él compartía a plenitud.

Emilio, su gran amigo y compañero de presidio Federico Pérez Carbó tuvieron estrechos vínculos con José Martí. La casa de Emilio en 1895 fue registrada y él detenido al encontrarle los españoles una carta de Estrada Palma. 

María Lay falleció en 1852, a los 33 años dejando viudo a Emilio y al cuidado de sus 6 hijos, pero realmente eran 4 los más pequeños. Emilio entró en una depresión muy profunda pero en 1887 al conocer a Elvira Cape (1862-1933) y contraer matrimonio, ella se ocupó de sus niños y además tuvieron 4 hembras: Marina, Lucía, Adelaida y Amalia. En total Emilio tuvo 10 hijos.

Don Facundo Bacardí y Massó, murió el 9 de mayo de 1886, a los 71 años y habiendo pasado 54 de ellos en Santiago de Cuba y su legado estaba más vivo que nunca.

Por toda la Isla se difundió la noticia sobre un nuevo ron, suave y bebible. La mitología del murciélago también ayudó propagar paralelamente la fama de sus rones. El murciélago, como dieron fe los cronistas locales, confirió a su producto una buena fortuna y poderes mágicos, añadidos, según la leyenda taína. Daniel Bacardí y Lay falleció en 1894.

El 24 de febrero de 1895, estalló la guerra que predicó el Apóstol José Martí. De inmediato Emilio Bacardí reanudó su peligrosa misión de abastecimiento, activando las rutas de medicinas, pertrechos de guerra y correos. En ocasiones propicias utilizaba botes de remos, dentro de la bahía de Santiago, aprovechando los espesos manglares y densa vegetación en las estribaciones de las montañas. Rente, Fortaleza, Victorino y Cajuma sirvieron con frecuencia como puntos de enlace con los mambises. Las mujeres de la familia se fueron exiliadas a Kingston, Jamaica, para su seguridad, pero allí moriría Amalia Moreau a los 74 años, atendida por su hija Amalia y su nuera Elvira Cape.

En octubre de 1895, Emilito con apenas 18 años se fue al monte, participó en las filas de la Columna Invasora que al mando de Antonio Maceo inició la épica jornada que llevó la guerra hasta Mantua en el extremo Occidental de Cuba. Emilito Bacardí peleó en los principales combates incluyendo Mal Tiempo donde se distinguió en la famosa carga al machete de la caballería mambisa. Terminó la guerra con grado de coronel del Ejército Libertador.

Murió en Miami en 1972 a los 95 años y siempre contando sus historias mambisas.

1898 marcó el final de la Guerra de la Independencia de Cuba y muchos soldados desembarcaron por áreas cercanas a Santiago de Cuba, incluyendo al 26 Presidente de EEUU, Theodore Roosevelt, entonces Coronel en su regimiento conocido popularmente como Rough Riders.

Estos americanos también habían llevado Coca Cola con ellos y pronto se convirtió en una bebida popular entre cubanos y americanos, de igual modo. Aquí comenzó el verdadero despegue de Bacardí y sus diferentes tragos se pusieron de moda. Todos los bares, clubes y cabarets de la Isla los ofrecían. La familia creció y Bacardí se fortaleció enormemente.

Emilio fue el primer Alcalde santiaguero en 1901, luego en 1906 Senador por el Partido Moderado (el de Estrada Palma). Por esa razón sus hermanos Facundo Jr. y José junto con su cuñado Enrique (Henri) Schueg-Chassin se hicieron cargo de la empresa.

En el año 1910, Schueg inició la expansión internacional de Bacardí, abriendo plantas embotelladoras en Barcelona y Nueva York. Este hombre sería clave para el crecimiento de la empresa familiar. Schueg calificó a Cuba como “el hogar del ron” y a Bacardí, como “el rey de los rones” y con ese slogan saltó hacia el extranjero. Abrieron plazas en México (1931), Puerto Rico (1936), finalmente en EEUU luego de finalizada la Ley Seca. Para la época de la Segunda Guerra Mundial, la compañía pasó a manos del yerno de Enrique, José Bosch (1898-1994) más conocido como Pepín, casado con Enriqueta Schueg Bacardí.

Cerca de la playa de Daiquirí, situada a 30 kms. al este de Santiago de Cuba existía una mina de hierro donde trabajaba un ingeniero estadounidense, llamado Jennings Cox, cuando un día el ingeniero Cox recibió visitantes de su país y no encontró ginebra, entonces utilizó ron blanco Bacardí, añadiéndole un poco de zumo de lima y un poco de azúcar, para que la bebida no fuera tan fuerte.

En principio este coctel no tenía un nombre propio, Giacomo Pagliuchi, italiano, ingeniero y colega de Cox, fue quién lo bautizó en 1898 como Daiquirí,  en honor a las minas donde trabajaba su amigo. Ellos mismos lo trasladaron al bar del desaparecido Hotel Venus, en Santiago de Cuba, conocido como Bar Americano y allí se lo comentaron al  cantinero, quién inmediatamente comenzó a preparar    el Daiquirí para los presentes. Hemingway, como buen conocedor del tema, hablaría de esa típica bebida Bacardí y Cubana, en sus novelas.

En 1900, en The American Bar de La Habana, el capitán Russell de U.S. Army Signal Corps decidió combinar su ron Bacardí con Coca Cola y un chorrito de lima, despertando el interés entre otros clientes del bar. De pronto todos estaban bebiendo esta nueva y tentadora combinación. El capitán propuso un brindis: «¡Por una Cuba Libre!» una frase de particular significado político utilizada frecuentemente como grito de batalla por los revolucionarios cubanos, así nació el Cubalibre.

En 1918 la Cía. Bacardí le compró a Eduardo Chibás (padre) la Santiago Brewing Company, en San Pedrito, Santiago de Cuba con la idea de añadir otra destilería de ron y una fábrica de hielo, pero terminaron produciendo en 1927, la cerveza Hatuey. Luego en 1947 ampliaron la producción con la cervecería Modelo, en el Cotorro y        en 1953 con la de Manacas   en Las Villas. Su lema: “Hatuey, la gran cerveza de Cuba”.

La entrada en vigor de la ley seca en EE.UU. en enero de 1920, no hizo sino beneficiar a la marca. Ésta dirigió su posicionamiento en Norteamérica hacia el concepto de Cuba como un lugar paradisíaco donde el sediento americano podría apagar su sed a base de Daiquirís, Mojitos, Cubalibres, todos hechos con Bacardí, por supuesto.

Cuba abría sus puertas y sus bares a miles de turistas americanos. El famoso edificio Bacardí, en Monserrate #261 entre Empedrado y San Juan de Dios, se construyó en 1930 y era el más alto de Cuba y el primer Art Deco en La Habana En sus bajos estaba el Bar Bacardí, a la que acudían todas las celebridades nacionales e internacionales de la época.

Emilio murió en Villa Elvira en Cuabitas, Santiago de Cuba, el 28 de agosto de 1922 a los 78 años.

En 1936, Pepín Bosch alto ejecutivo de Bacardí le pidió a la Corte Suprema de NY una obligación, cuando se pidiera un Coctel Bacardí (zumo de lima, un toque de granadina y ron Bacardí), tenían que hacerlo con Bacardí porque sabían muchos lugares estaba utilizando otros más baratos. La Corte Suprema les dió la razón. La sede en Puerto Rico comenzó a operar en 1936.

En agosto de1956 como Hemingway había ganado en 1954 el Premio Nobel de Literatura, le dieron una tremenda fiesta de celebración, en la cervecería Modelo del Cotorro y él aceptó ir porque sus amigos pescadores pudieron acompañarlo aún en pantalones cortos y descalzos.

Varios miembros de la familia del Trío Matamoros fueron obreros de confianza de Bacardí. Tras esos años de bonanza, las amenazas de Batista, en 1958, llevaron a los ejecutivos de la compañía a salvaguardar la propiedad intelectual, la fórmula secreta y la levadura propia vital para hacer el ron Bacardí, sacándola fuera de Cuba.

Estas precauciones ya se habían tomado cuando, el 13 de octubre de 1960. Fidel Castro creó la Ley 890, nacionalizando las principales industrias y poniendo fin a la propiedad privada en la Isla. Al otro día, los interventores se dirigieron a la oficina de ventas de Bacardí en La Habana. Pero habían cometido un error garrafal, los castristas se dirigieron al edificio equivocado, en La Habana. La sede central de Bacardí y las instalaciones de producción estaban situadas en Santiago de Cuba.

Esto dio a Bacardí 24 horas para destruir toda la levadura que proporciona al ron su sabor suave y consistencia previniendo así que cualquier otro pudiera fabricar Ron Bacardí en Cuba.

Los Bacardí guardan con celo el secreto de la fórmula de elaboración del ron premium, que ha pasado de generación en generación y cuya clave es la cepa de levadura aislada, de alta calidad, que utilizó el tatarabuelo, así como la «selección de melaza residual de caña de azúcar, la filtración y el desarrollo del arte de la mezcla», explicó su presidente.   

Vilma Espín, era hija de José Espín, el Contable en Jefe, asistente de Enrique Schueg y accionista minoritario, pero sin parentezco alguno con la familia Bacardí.

En la década del 60 del siglo pasado, los últimos dueños del consorcio, los descendientes del viejo Don Facundo Bacardí, habían partido, llevándose consigo los secretos que, durante un siglo, habían normado la producción del mejor ron del mundo.

 Bacardí trasladó sus operaciones a Puerto Rico, donde tiene la destilería de ron más grande del mundo en el municipio de Cataño, cercano a San Juan (su producción diaria de ron es de 400,000 litros). Aunque la mayoría de las operaciones todavía se centran en Puerto Rico, las oficinas centrales (y la sede social) de la corporación se ubican en las Bermudas donde se registró como Bacardi Limited y en México tiene una planta de manufactura. Entre las accionistas más importantes estaban las 6 hijas de Emilio y las 2 de Facundo Bacardí Moreau.

Continúa siendo una corporación familiar y privada. En 2004 los beneficios de la compañía fueron aproximadamente de $3,300 millones.

En 1992 adquirió la italiana Martini & Rossi y en 2005, el “Ron Bacardi” era el segundo espirituoso más vendido en el mundo. Además del famoso ron, la corporación posee las marcas de vodka Eristoff, el whisky Dewar’s y la ginebra Bombay Sapphire, entre otros.

El próximo 4 de febrero, Bacardí celebrará 160 años, alegrando al mundo.

Dos bisnietos de Emilio Bacardí Moreau, José Pepín Bacardí González, nieto de Emilito y Roberto del Rosal Covani, nieto de Marina, formaron parte de la Brigada de Asalto 2506. De Bacardí se puede puede decir que se presentó ante el pueblo de Cuba con la frente en alto.

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