Un numeroso exilio cubano de Miami se congregó en la Iglesia de Corpus Christi, donde figuras políticas e invitados recordaron con profundo aprecio al congresista Lincoln Díaz-Balart.

Fue un acto majestuoso. Allí estaban las fotografías de Lincoln Díaz-Balart en todos los rincones del templo donde las palabras de sus hermanos Mario, José y su hijo Daniel tocaron el sentimiento cubano tras recordar su poderosa lucha en todas las altas tribunas políticas del mundo.

Un grupo de sacerdotes, encabezado por el padre José Luis Menéndez, participó en la ceremonia religiosa donde estuvo presente toda la familia del ilustre político, entre ellas, su esposa Cristina y su hijo Daniel y sus amigos y descendientes.

“Fue uno de los más ilustres y grandes hijos de Cuba quien dedicó su lucha a derramar su sabia por la humanidad y por la libertad” dijo el sacerdote Menéndez, quien invocó versos y frases del prócer cubano José Martí para exaltar la memoria de Lincoln Díaz-Balart.

Arturo Roberto, quien estaba envuelto en una bandera de Nicaragua fue uno de los favorecidos de la Ley Nacara, que impulsó Lincoln Díaz-Balart para defender la libertad y los derechos de estos exiliados. No pudo contener el llanto mostrando a la vez una foto de este recordado político y congresista.

En una banca contigua al atrio de la iglesia, su esposa Cristina y su hijo Daniel, acompañada por toda la familia, recibieron el pésame de las personalidades presentes, como el Secretario de Estado Marco Rubio y el exgobernador Jeb Bush.

“Gracias por acompañarnos para recordar la vida de nuestro amado Lincoln Díaz-Balart. Él dedicó su vida a defender a los silenciados y a los oprimidos. Lo vamos a extrañar mucho”, afirmó su esposa Cristina, quien recibió el apoyo sentimental de su hijo Daniel en todo momento.