Antonio “Tony” Taylor, un gran pelotero matancero

Written by Alvaro J. Alvarez

11 de abril de 2023

El Central Álava está enclavado en las inmediaciones del poblado de San José de los Ramos, a unos 11 km. al N.E. de Colón en Matanzas, se cree fue fundado en la primera parte del siglo XIX por el magnate, alcalde de La Habana, el mayor traficante de esclavos de Cuba, el vasco Julián de Zulueta y Amondo (Álava 1814-La Habana 1878) quién logró convertirlo en uno de los más grandes centrales del país.

Tony Taylor nació en el Central Álava, el 19 de diciembre de 1935. Su padre, Esteban Taylor, era afroamericano y falleció en 1957. Su madre fue Concepción Sánchez era hija de chinos que cambiaron su nombre a Sánchez, al llegar a Cuba. Tony tenía una hermana llamada Estrella y otro hermano menor llamado Jorge, quien jugó treinta y nueve partidos en Clase D para la cadena Cincinnati Reds en 1960, donde se robó 26 bases y pesaba 180 libras.

Según el escritor de béisbol Andrés Pascual (†), los hermanos Taylor tenían el apodo de Chino por un supuesto rasgo asiático en su rostro. Aunque hay varios textos que hablan de la ascendencia jamaiquina de los Taylor existe la versión de su hermano Jorge que contó: “su padre nació en Chicago, Illinois y al llegar al Central para trabajar se había cambiado su nombre”.

El joven Antonio jugó béisbol por primera vez a la edad de 7 u 8 años.  El Central Álava era “un lugar tranquilo”, según contaba el propio Tony Taylor (TT). “No había nada que hacer excepto jugar a la pelota o nadar en el río. Cuando era niño fui a la escuela y trabajé en la carnicería de mi primo. Me gustaba la química. Si no me hubiera metido en el béisbol, me habría convertido en perito químico azucarero”.

Se graduó en el Instituto Central de Álava y jugó en su adolescencia para las Estrellas de Colón en la Liga Amateur Pedro Betancourt, en Matanzas, Liga que sirvió de trampolín para muchos jugadores cubanos de toda la Isla. 

Sin embargo, según el periodista deportivo Sam Lacy, los padres de Taylor no estaban interesados que se dedicara a jugar béisbol.

La suerte quiso que fuera su gran amigo Félix Gómez quien lo convenció para que firmara, como agente libre en 1954, a los 17 años, jugando para el equipo independiente de Texas City en la Liga Evangeline (Clase-C). En 1953, Gómez había jugado en el jardín central de ese equipo. 

Como cubano negro, Taylor tenía la presión adicional de integrarse a la Liga sin hablar inglés. Respondió a las burlas racistas de la única manera que sabía, ¡en el terreno de juego! “Fue muy difícil para mí porque me mandaron a jugar a Texas City Pilots”, dijo Taylor durante una entrevista en 2009. “Fui el primer hombre negro en jugar en esa Liga. Eso fue en 1954. Pasé un momento difícil, pero sabía que vine a este país a jugar béisbol, así que no me importaba. No hablo inglés, entonces, mi única manera era estar en el 

terreno, jugar béisbol, divertirme y pasar un buen rato”.

Originalmente tercera base, Tony bateó .314 en su primera temporada. Con su buena velocidad, lideró la liga en triples con 12. Sin embargo, como muchos jóvenes jugadores latinos de esa época, enfrentó obstáculos sociales, culturales y lingüísticos fuera del campo. “No tenía con quién hablar”, dijo en 1970. “La única palabra en inglés que sabía era Okay, y pedía comidas señalando la comida. A la mitad de la temporada, la franquicia se mudó a Thibodaux en Louisiana, y ahí es cuando hubiera renunciado a todo, si hubiera tenido el dinero para volver a Cuba. Estaba muy nostálgico, el pasaje a La Habana costaba $72, miré en mi bolsillo y sólo tenía $62, así que me quedé”. 

Tony Taylor, conocido como TT, tuvo que navegar por un país donde el idioma era extranjero, mientras que los forasteros lo identificaron como un afroamericano debido a su piel oscura. Luchó contra el racismo en ambos frentes, una situación común que otros jugadores icónicos como Roberto Clemente, Orlando Cepeda y Felipe Alou lucharon en ese momento.

El historiador del béisbol y profesor de la Universidad de Illinois, Dr. Adrián Burgos Jr., dijo que Taylor merecía más reconocimiento como alguien que impulsó el progreso racial del béisbol.

“La historia de Tony Taylor no ha sido tan apreciada como debería en la historia del béisbol, o en la historia del béisbol latino, en parte porque cuando llegó, probablemente era la última ola de jugadores de la Liga Cubana que llegó a jugar profesionalmente en los EE.UU. dijo Burgos Jr. por vía telefónica.

“Él hablaba de la experiencia de los latinos negros”, dijo Burgos Jr. “Su apellido Taylor significaba que algunas personas no sabían que Tony era un cubano negro. No era afroamericano y esa experiencia es una de la que otros latinos negros hablaron a menudo”.

Durante el 88 Juego de Estrellas celebrado el martes 11 de julio de 2017, en el Marlins Park Miami, la leyenda de los Marlins, Jeff Conine y el miembro del Salón de la Fama, Tany Pérez, fueron nombrados Embajadores de las Estrellas de la MLB que culminó con el Juego de las Estrellas de la Liga Americana enfrentándose a las Estrellas de la Liga Nacional. 

Formando parte de los eventos ese día fue cuando la Major League Baseball (MLB) honró a los Latinos del Salón de la Fama.

El Dr. Burgos estaba sentado al lado de Tony Taylor y cuando el nombre de Alex Pompez apareció en la pantalla, Taylor no pudo contener su alegría y casi gritando exclamó: “Ese es el hombre que me contrató, él es el tipo que me sacó de Cuba, él comenzó todo para mí”.

¡Cuánto orgullo tenía Tony de ser parte de esa historia! contó Burgos.  Tony Taylor jugó por primera vez en la Liga Profesional Cubana durante el invierno de 1954-55. Se fue de 8-2 en 12 partidos con los Tigres del Marianao, luego durante la temporada de 1955-1956 bateó para .237 con 14 carreras empujadas.

Después de su primer año, los Gigantes de Nueva York lo reclutaron para su organización. Jugó en 1955 para St. Cloud, sus 10 triples y 38 robos lideraron la Liga Norte y ascendió a Danville, que es Clase B, en la Liga de Carolina en 1956. 

En Cuba durante la temporada de 1956-57. Los Tigres del Marianao necesitaban un torpedero y cambiaron a Tony Taylor al Almendares por José Valdivieso, quien no tenía oportunidad con los Azules por la presencia de Willie Miranda en ese equipo. Tan seguro estaba Monchy de Arcos de las cualidades de Taylor, que cambió al estelar Héctor Rodríguez a los Rojos del Habana. 

Durante su primer año con el Almendares Taylor bateó .263, con un jonrón y 22 carreras empujadas. Valdivieso jugó 5 años en Grandes Ligas y Héctor Rodríguez solo pudo completar uno, pero Tony Taylor se mantuvo durante 19 años.

Concepción, la madre de Tony como era católica debe haberle dado alguna formación de la religión que ella profesaba y por eso José Padilla, compañero en el Marianao y amigo de Tony, recordó: “que era un católico devoto, una vez le preguntó por qué siempre hacía la señal de la cruz cuando venía a batear, la respuesta fue que lo hacía en honor y recuerdo a su madre”.

Jugando con Los Alacranes, en 1957-58, fue al bate 267 veces, bateó 83 imparables (Fue el Líder del Campeonato), de ellos 5 fueron jonrones, sus 7 triples lo llevaron a ser el Líder, empujó 28 carreras para un promedio de .311.

TT nunca jugó un día más en las menores después de 1957. Su mánager con el Almendares, Bobby Bragan, quería que los Indios de Cleveland (que habían nombrado a Bragan su mánager justo después de que terminara la temporada de las Grandes Ligas) seleccionaran a Taylor en el draft de las ligas menores en diciembre. En cambio, los Cachorros de Chicago se lo llevaron justo antes de que lo hiciera Cleveland.

Su oportunidad en Grandes Ligas le llegó el 15 de abril de 1958, saltó directamente de la pelota AA al puesto de titular como segunda base y primer bate con el Chicago Cubs que lo reclutaron en el Draft de la Regla 5 de ese año.

En ese primer juego bateó de 4-1 pero ese hit fue un doblete frente al zurdo Vinagre Mizell de los Cardenales y los Cachorros ganaron 4×0.

The Sporting News escribió: “El llamativo cubano nunca había jugado en la posición clave en su vida. Sin embargo, abordó la tarea con determinación y mucha ayuda y aliento de Ernie Banks, su nuevo compañero de cuarto y compinche, el simpático Mr. Cub, todavía campocorto en esos días, se hizo amigo del novato”. 

Taylor recordó más adelante: “Cuando me uní a los Cachorros por primera vez, estaba tan solo que Ernie trató de hablar español conmigo, buen tipo Banks, mal español, pero buen tipo”. 

Como novato con los Cachorros, Taylor bateó un modesto .235 con 6 jonrones y 27 carreras impulsadas en 140 juegos. Los entrenadores Rogers Hornsby y George Myatt lo ayudaron con la conversión a segunda base, al igual que el locutor de radio de WGN y los Chicago Cubs, Lou Boudreau. “Cometerá errores en el campo, pero le llegará a bolas que nadie más alcanzaría”. 

También en 1960, Rogers Hornsby dio su opinión de Tony Taylor como bateador: “el cubano musculoso, que tiene antebrazos como Popeye, si alguna vez aprende a dar zancada hacia la pelota y halarla, será un jonronero porque tiene tanto poder que conecta un jonrón al jardín derecho, de vez en cuando”. 

Durante la temporada de 1958-59, Taylor ganó el título de bateo con Almendares (con Tom Lasorda y Sandy Amorós, entre otros) con una marca de .303. Fue el Líder en hits con 88. Bateó 4 jonrones y empujó 33 carreras.

El equipo azul quedó Campeón y fueron para Caracas, representando a Cuba en la XI Serie del Caribe del 10 al 15 de febrero de 1959. Cuba ganó cinco de seis juegos sobre Venezuela, Puerto Rico y Panamá. Taylor se fue de 26-9 (.346) con un jonrón y cuatro carreras impulsadas y se robó tres bases para quedar de líder. De los cinco cubanos que fueron escogidos en el Equipo de Estrellas, Tony Taylor fue uno de ellos como segunda base.

El manager Sungo Carrera, en 1B Rocky Nelson, en 2B Tony Taylor, Willy Miranda en el SS, Jim Baxes en 3B, Sandy Amorós en el LF, Ángel Scull en el CF, Carlos Paula en el RF, Enrique Izquierdo como receptor. También participaron, Miguel de la Hoz, Bob Allison, Dick Brown y Leo Posada. Como lanzadores, Camilo Pascual, Orlando Peña, Gonzalo Naranjo, Tom Lasorda, Miguel Cuellar, Art Fowler, Carlos “Patato” Pascual.

Durante la temporada de 1959-60 con el Almendares, Taylor bateó para .236 con 10 jonrones y 24 carreras empujadas y Líder en Triples con 5.

En las tres temporadas con los Cachorros (1958, 1959 y 1960), Tony Taylor hizo una buena combinación de doble plays con su amigo Ernie Banks.

Tony jugó con los Cubs, 170 juegos como 2B, un juego como 3B y dos como torpedero o SS.

Sus números a la ofensiva fueron:

G-309, AB-1,197, R-173, H-154, 2B-48, 3B-11, HR-15, RBI-74, BB-93, SO-191, HBP-14. 

El 13 de mayo de 1960, Chicago cambió a Taylor y Cal Neeman a Filadelfia por Ed Bouchee y Don Cardwell. El gerente general de los Phillies, John Quinn, dijo: “Renunciamos a dos buenos jugadores y sentimos que este canje fue lo mejor que pudimos hacer, ahora tenemos una buena segunda base en Taylor, puede batear, correr, fildear y es un buen primer bate. Además, solo tiene 24 años”. 

Taylor, sin embargo, lloró cuando escuchó la noticia. “Me sentí desarraigado de nuevo”, dijo en 1970. “Tuve que dejar atrás a Nilda, y ella no hablaba inglés”. Tony y Nilda Martínez se acababan de casar el 20 de febrero de 1960. Ella fue su amor desde la época escolar, luego se hizo maestra de escuela. Se habían conocido en una fiesta en Cuba en casa de un amigo.

“También fue difícil separarme de mi querido amigo Ernie Banks”, agregó Taylor. Afortunadamente, había un compañero cubano en Filadelfia, la primera base Panchón Herrera, quien lo ayudó a encajar en la casa club. Tony y Panchón permanecieron muy unidos hasta que Herrera murió repentinamente en 2005, un evento que también conmovió a Taylor hasta las lágrimas. De hecho, lloró como nunca antes lo había hecho en su vida. 

Por extraño que parezca, los Phillies habían experimentado con el grande y voluminoso Herrera en la segunda base en la primavera de 1960. Taylor había dicho en broma que los corredores tenían miedo de resbalar por temor a que Panchón pudiera caer sobre ellos. Sin embargo, después del intercambio, el equipo había ganado un verdadero segunda base. Taylor promedió 131 aperturas allí por temporada desde 1960 hasta 1964 (pasando a un papel de «supersuplente» a partir de entonces). 

Algo curioso desde 1959 hasta 1962 se jugaron dos Juegos de Estrellas, se decía que era para recaudar más dinero para las pensiones de los peloteros.

El primer juego de 1960 se jugó en Kansas City el 11 de julio, lo ganó la Liga Nacional 5×3. Los jugadores más destacados fueron Ernie Banks y Willy Mays. El segundo juego fue en el Yankee Estadio el 13 de julio y lo ganó la Americana 6×0. En este juego Tony Taylor bateo de 1-1, jugando como segunda base, aunque no fue titular, pero lo importante que fue escogido e hizo el equipo All-Stars de la Liga Nacional. Pensar que siendo apenas un novato estuvo junto a figuras como Mickey Mantle, Yogi Berra, Roger Maris, Ted Williams, Al Kaline, Nellie Fox, Luis Aparicio, Brooks Robinson, Camilo Pascual, Whitey Ford, Willie Mays, Stan Musial, Bill Mazeroski (fue el titular 2B), Eddie Mathews, Roberto Clemente, Hank Aaron, Orlando Cepeda, Johnny Podres, entre otros.

Según relató el agudo y brillante Andrés Pascual, el sábado 12 de marzo de 1960, en su columna del Diario de La Marina, el cronista cubano Eladio Secades propuso nombrar al Administrador General de los Cachorros de Chicago, John Holland, “El tronco de yuca del año”.

Secades estaba muy molesto por la falta de ética y respeto del dirigente de los Cachorros cuando le recomendó a Tony Taylor, que cuando jugara con el Almendares se comportara como Orestes Miñoso (que jugaba con los Medias Blancas y con el Marianao en Cuba). Como dándole a entender que Miñoso no daba del todo, durante sus campañas con el Marianao. Aquel señorón ofendió a Taylor, a Miñoso, al béisbol cubano y a toda la región.

El Campeonato Profesional Cubano de 1960-61 fue el último, Fidel Castro no podía permitir que el pueblo cubano disfrutara de su deporte favorito. En esta última temporada con el Almendares, Taylor bateó para .280 con 6 jonrones, 35 carreras empujadas, de nuevo Líder en Triples con 7 y en Bases Robadas con 22.

Durante sus 7 temporadas en Cuba, Taylor bateó .275 en 409 juegos, 392 Hits, 26 Jonrones y 156 Impulsadas. Fue Campeón de Bateo una vez, en hits conectados una vez, en triples tres veces y en robos una vez. 

Al finalizar, en febrero de 1961 esa temporada ganada por el Cienfuegos que le ganó al Almendares, Tony y Nilda se fueron, cuando su pequeña hija Elizabeth tenía solo dos meses. Luego en 1965 nació su hijo Antonio Jr. 

El 14 de octubre de 1962, Tony se unió a cubanos Grandes Ligas y a jugadores de las menores (incluido su compañero de equipo Tony González) en un juego benéfico en el Miami Stadium, para recaudar ayuda para los refugiados cubanos. 

En 1963, Taylor tuvo una buena temporada con el bate (.281-5-49) y obtuvo votos de MVP por única vez en su 

carrera. En 1964 Taylor estaba pesando 166 libras.

Al finalizar la temporada de 1963, el manager de los Phillies, Gene Mauch dijo: “Bill Mazeroski no estuvo cerca de Taylor este año. Hasta ahora he dicho que Maz era la mejor segunda. Pero es posible que este año tengas que subrayar fue”.

Su compañero de equipo, el lanzador Cal McLish agregó: “Lees mucho sobre tipos como Pete Rose. La gente habla de Taylor como si fuera otra segunda base más, en lugar de uno de los mejores en el negocio”. 

El 12 de octubre de 1963, aunque jugando como tercera base y campocorto, Taylor representó a la Liga Nacional en el primer y único juego de jugadores latinoamericanos, celebrado en el Polo Grounds. 

Contaba al Daily Times en 1968, que él y su familia se establecieron en Yeadon por accidente, Taylor y su esposa Nilda se perdieron en un paseo por la tarde en 1963 en el área de la calle 69. Vieron una casa con un letrero de venta en una calle tranquila y les encantó. Taylor convirtió a Yeadon en su primer hogar, incluso cuando jugaba para los Tigres, Taylor regresaba a Yeadon durante las temporadas bajas.

Taylor siguió siendo el habitual en la segunda base para comenzar en 1965, pero después que el 31 de mayo, el lanzador Don Cardwell de los Piratas lo golpeara dos veces en el antebrazo abrió la puerta para que Cookie Rojas jugara mucho más en su posición natural.

Desde 1962, el Comisionado Ford Frick había impedido que los peloteros latinos jugaran fuera de sus países de origen en los inviernos, lo que afectó a los cubanos, ya que FC había eliminado su Liga. Taylor dijo: “Fue lo peor que me había pasado en mucho tiempo, no pude encontrar algo que hacer, solamente quedarme en casa y ver TV. Eso no fue bueno para mí porque estoy acostumbrado a estar activo”. 

Pero gracias a Bobby Maduro se logró anular aquella estupidez y Tony Taylor firmó con los Senadores de San Juan para la temporada de 1966-67. En 1967-68 ganó el título de Bateo con .342. Su último año en Puerto Rico fue 1968-69 donde dejó una fanaticada que lo adoraba. 

Taylor estuvo con los Phillies desde 1960 hasta 1971 durante esos años jugó 71 juegos como primera base, 994 como segunda base, 379 como tercera base, 6 como torpedero y 18 como jardinero izquierdo.

En 1968, Taylor se convirtió en tercera base de tiempo completo por primera vez en las mayores después de que Dick Allen se mudara al jardín izquierdo.

En el Estadio Connie Mack de Filadelfia, hubo dos días dedicados a Tony Taylor, el primero fue en 1963 y el segundo en 1970. Luego en 1975, pero esta vez en el Veterans Stadium, hubo otro Tony Taylor’s Day. Durante el entrenamiento de primavera en 1976, dijo Antonio Nemesio Taylor Sánchez: “Debo estar haciendo algo bien, existe un caluroso cariño de parte de los fanáticos y eso es un gran honor para mí”. El cubano “mostró una sonrisa contagiosa” al hacer ese comentario. Sin embargo, no fue solo su genial personalidad lo que lo convirtió en uno de los jugadores más populares en usar el uniforme de los Phillies. Era un muy buen segunda base que podía manejar varias otras posiciones. Era un bateador respetable. Sobre todo, fue una presencia duradera y trabajadora. 

En el entrenamiento de primavera de 1970, el manager de los Phillies, Frank Lucchesi dijo: “Taylor es el jugador más subestimado de la Liga. Cada año viene aquí como un hombre extra y cada año termina jugando más partidos que nadie”. 

No mucho antes, durante ese mismo campamento, tuvo lugar “el momento más grande de toda su vida” según dijera Taylor, porque habían llegado a Miami desde Cuba, su madre Concepción, su hermana Estrella con su esposo y cuatros hijos (3 varones y una hembra). Tony llevaba ocho años intentando sacarlos y comentó: “Llevaron una vida difícil, no creían en los comunistas y no les daban comida ni ropa, tenían que comprar cosas en el mercado negro”. La edad de un sobrino fue el obstáculo. “Cuando un niño llega a los 15 años no lo dejan salir porque tiene que cumplir el Servicio Militar Obligatorio”, dijo Taylor.

Un artículo de Associated Press lo resumió muy bien en 1974. “Durante 11 años y medio antes de que los Phillies lo cambiaran a Detroit en 1971, Taylor vendría a batear, se santiguaría, besaría la punta de su bate en su estilo inimitable y le daría una pelea dura a cualquier lanzador”.

Taylor fue cambiado al Detroit, el 11 de junio de 1971, sin ceremonias, por dos lanzadores derechos de Ligas Menores, Carl Cavanaugh y Mike Fremuth. En ese momento bateaba .234 para los Phillies, para quienes había jugado las diez temporadas anteriores después de llegar de los Chicago Cubs en 1960.

Taylor que vivió durante muchos años en Yeadon en Filadelfia se despidió con lágrimas en los ojos porque quería retirarse con los Phillies. 

Con los Tigres entre 1971 y 1973, jugó 7 juegos como primera base, 190 como segunda base, 15 como tercera base y un juego como jardinero izquierdo. En 217 juegos bateó 184 hits, empujó 63 carreras para un promedio de .269.

Tony Taylor ayudó a los Tigres de Billy Martin a ganar la División del Este de la Liga Americana, pero perdieron 3×2 en Playoffs contra Oakland. Bateó de 15-2 en cuatro juegos. Sería su única oportunidad en los juegos de postemporadas. Sobre Billy Martin, Taylor en 1974 dijo: “siempre me gustó jugar para él, apoyaba a sus jugadores, me trató como a un hombre y estoy orgulloso de haber jugado dos años y medio para Billy”. 

Aunque los Tigres lo liberaron en diciembre de 1973, de ninguna manera había terminado. Como escribió Milton Richman de UPI en un artículo de 1975, “St. Louis y Texas lo querían y Gene Mauch también, el gerente general de los Phillies, Paul Owens, invitó a Taylor a una reunión y le dijo: “No te contrataré porque eres popular ni como niñera de Willie Montanez. Me gustaría contratarte porque creo que, puedes ayudarnos”. 

Taylor regresó a los Phillies como agente libre a fines de 1973, firmó el día de su 38 cumpleaños. 

Desde 1974 hasta 1976, Taylor se desempeñó como bateador emergente de lujo (aunque salía al campo con más frecuencia). Fue especialmente exitoso saliendo de la banca en 1974, bateando .370 (17 de 46) con 2 jonrones y 12 

carreras impulsadas como bateador emergente, lo que impulsó su promedio general de .328 en 73 turnos al bate. También fue valioso en los camerinos, donde los jugadores jóvenes y los veteranos lo respetaban.

Ese julio de 1974, AP escribió: «Todo lo que Tony Taylor tiene que hacer es sacar la cabeza del banquillo de los Phillies y los fanáticos se vuelven locos».

Larry Bowa agregó: “Su conocimiento del juego es increíble, puede observar a un lanzador durante una entrada, luego te llamará y te explicará cómo puedes hacer para robarte la segunda”.

En 1976, los Phillies ganaron su primer título de la Liga Nacional del Este con un récord de 101–61, pero perdieron la Serie de Campeonato 3×0 contra los Rojos de Cincinnati. 

Solamente Taylor y Dick Allen habían sido jugadores del tristemente recordado equipo de 1964 que perdió el banderín en la recta final.

Sus números de 15 años con los Phillies son: Juegos 1,688-Veces al Bate 5,875-Anotadas 751-Hits 1,531-Dobles 222- Triples 66- Jonrones 41-Empujadas 465-Boletos 387-Ponches 830-Pelotazos 61-Average .261- Bases Robadas 234.

Como jugador de los Phillies, fueron sus 6 robos del Home Plate. Segundo en la historia. Taylor, un jugador sólido y confiable, estableció un récord del equipo de los Phillies al jugar 1,003 juegos en la segunda base (luego superado por Chase Utley).

El domingo 21 de junio de 1964 (Día de los Padres) Jim Bunning lanzaba por los Phillies, en el quinto inning, Gonder el receptor de los Mets bateó una fuerte línea por segunda que Tony Taylor pudo atrapar tirándose al suelo y esa jugada ayudó a Bunning a completar su Juego Perfecto, ganado por los Phillies 6×0.

Después de terminar su carrera de 19 años en las Grandes Ligas, Tony Taylor dejó unos buenos números: Juegos 2,195- Veces al Bate 7,680- Anotadas 1,005- Hits 2,007-Dobles 298-Triples 86-Jonrones 75-Empujadas 598- Boletos 613-Ponches 1,083-Pelotazos 78 y Average .261

Al final de su carrera, dijo: «Cuando las piernas se van, el resto sigue rápidamente».

Durante esa temporada final de 1976, Taylor estuvo en la lista de lesionados y solamente jugó en tres juegos desde el Día Inaugural hasta el 30 de julio y todos como bateador emergente. Pero después de agosto, hizo 21 apariciones más como emergente e incluso tuvo tres salidas en el campo. Su último juego fue el 29 de septiembre de 1976.

Los Phillies liberaron a Taylor en noviembre de 1976 y se retiró como jugador. En 1974, Larry Bowa había dicho: “Sería un gran mánager, si alguien está buscando un mánager negro. Sabe más béisbol que nadie que yo conozca”.

Después de retirarse como jugador, Taylor se convirtió en entrenador de Ligas Mayores de los Phillies de 1977 a 1979, y nuevamente de 1988 a 1989. 

También fue entrenador de las Águilas del Zulia en la Liga Invernal venezolana, donde los Phillies habían enviado a varios jugadores para su sazón. En el invierno de 1978-79, en su primer año como entrenador, Taylor llevó al Zulia a la final de los playoffs.

Durante 1980-81, fue instructor itinerante dentro del campo en la cadena de Filadelfia.

Taylor pasó de 1982 a 1983 y de 1985 a 1987 administrando clubes agrícolas de los Phillies que iban desde la Clase A de temporada corta hasta la Triple A. En 1984, se desempeñó una vez más como instructor itinerante de ligas menores (por esa época también estaba divorciado de Nilda). Tony regresó al gran club en 1988 como entrenador de primera base e instructor del cuadro interior. Permaneció allí hasta 1989. De interés fue un artículo de primavera en el periódico en El Nuevo Herald, Taylor dijo: «Sí, creo que estar calificado para administrar un club de Grandes Ligas, pero es mejor que me dejen aquí como entrenador”.

Fue una lástima que TT no pudiera estar en el campo mientras los Phillies 

celebraban su primera victoria en la Serie Mundial en 1980. Sin embargo, recogió un anillo de campeonato, el primero de tres, seguido de dos con los Marlins (1997 y 2003). 

Desde 1993 se involucró con los Florida Marlins como entrenador de infield y ayudó a muchos como al segunda base dominicano Luis Castillo.

En el 2001 cuando Tany Pérez sustituyó a John Boles como manager de Los Marlins, Tony Taylor era el coach de bullpen y Tany lo cambió para su coach de la primera base.

Luego de una ausencia se volvió a conectar con los Marlins durante su carrera por el campeonato de la Serie Mundial en 2003.

Fíjense qué clase de persona era Tony Taylor que como no recibió el anillo de Campeón de Serie Mundial de 2003 contra los Yankees, el lanzador Brad Penny pagó uno para que su amigo TT pudiera tenerlo al igual que todo el equipo. Estamos hablando de una suma considerable de dinero.

Finalmente, se retiró del béisbol profesional y continuaba residiendo en el área de Miami. La Academia de Béisbol Tony Taylor, fue fundada por su hermano Jorge en 1972.

Taylor fue consagrado en el Salón de la Fama del Béisbol Cubano en 1981.

En 2002 fue incluido en el Salón de la Fama de los Phillies. Dos años después formó parte del Salón de la Fama del Museo de Béisbol de la Herencia Hispana.

Taylor murió el 16 de julio de 2020, a la edad de 84 años. Había sufrido un derrame cerebral un año antes al concluir un evento para jugadores retirados en Citizens Bank Park y murió debido a complicaciones derivadas del mismo.

Milton Richman (1922-1986) columnista deportivo de UPI dijo en 1975: “Tony Taylor tiene una manera especial con la gente, no importa quiénes sean, otros peloteros, aficionados o la prensa. Representa para los Phillies lo que Ernie Banks fue para los Cachorros”. 

Aurelio Moreno contaba que, durante la Serie Mundial de 1999 entre los Bravos y Yankees, estaba en el Lobby del Hotel Grand Hyatt en el corazón de Manhattan en Nueva York. 

Junto a él, sentado y lleno de anécdotas, estaba el legendario ex pelotero cubano Tony Taylor, entonces coach de los Marlins de Florida.

Mientras charlábamos, veía pasar una nutrida caravana de astros del presente y pasado de la pelota. Entre ellos, el inmortal serpentinero Tom Seaver.

¿How you doing TT?, saludó con entusiasmo el ex astro, mientras estrechaba la mano de Taylor y luego la mía. “So nice to see you”.

Aquella corta, pero significativa visita me impresionó e hizo que creciera de manera particular mi interés en la historia del cubano. Un miembro del Salón de la Fama con más de 300 victorias en su carrera reconociendo la presencia del ex jugador de cuadro interior en aquel vestíbulo repleto de estrellas.

“¿Sabes por qué me saludó?, me preguntó TT. Siempre le bateé bien. Fue por respeto”.

“Cuando TT salía del estadio, siempre había una larga fila de fanáticos esperando autógrafos”, dijo Zannon al Daily Times en 1974. “Y Tony no se iba hasta que los firmaba todos”.

El 23 de julio de 1962, Tony Taylor apareció en la primera transmisión transatlántica en vivo, retransmitida por TelStar.  Como relleno introductorio antes de un discurso del presidente John F. Kennedy, era un clip de 90 segundos de un juego entre los Phillies y los Cachorros de Chicago en Wrigley Field, con Taylor golpeando una pelota lanzada por Cal Koonce al jardinero derecho George Altman, fue transmitido en vivo a Europa. 

Los 40,222 fanáticos reunidos en el Veterans Stadium el día inaugural de la temporada el 6 de abril de 1974 tenían razones para vitorear. Dos grandes lanzadores estaban en el montículo, Tom Seaver vs Steve Carlton, pero una de las ovaciones más ruidosas estuvo reservada para el bateador emergente que abrió la parte baja de la novena entrada: Tony Taylor que regresaba a los Phillies después de casi tres años con Detroit y bateó un sencillo, fue sustituido por un corredor emergente. Mike Schmidt la botó y le ganaron a los Mets 5×4.

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