“Me avergüenzo cuando veo que los socialistas-comunistas se niegan a condenar la dictadura más sanguinaria de la historia de Latinoamérica: la cubana. Se hartan de maldecir al franquismo, pero se abrazan con los dictadores de Cuba y demás países bananeros. ¡Qué asco!”. Los de derecha, no estamos solos en este agitado y confuso siglo en que vivimos. Una diputada, de derecha, pone a “parir” a un ministro más falso que una foto de Fidel Castro delante de un crucifijo.

Cuando se le ve personalmente, ofrece la imagen de una mujer apocada y de una relajación física, pero cuando aparece en el Congreso de los Diputados, donde ostenta el cargo de portavoz de Interior del “GPP” (Asociación de energía verde) (¿—-?, y Diputada del Partido Popular, de derecha, por Orense (Galicia), nos deja a todos con la boca abierta. Si fuera un señor, diríamos que los tiene bien puestos. No tiene pelos en la lengua. Se le denomina como “La “Superwoman” contra el comunismo. Subrayando que, los de derecha, los que detestamos al comunismo, no estamos solos en este agitado y confuso siglo en el que vivimos.

En España, el señor que ocupa el cargo de Ministro del Interior (homosexual confeso), que anteriormente (dicen que fue un juez ejemplar; lo dudo), se llama Fernando Grande-Marlaska que, junto al infame presidente Pedro Sánchez (enemigo de España y comunista desde que estaba en la placenta de su señora madre) es uno de los políticos más detestables, farsante, odiado de la ignominiosa política española. Recientemente, se dio uno de los casos más inimaginables en Madrid relacionado con el homosexualismo. Un joven de 21 años,” (sadomasoquista), se inventó que había sido atacado en el zaguán de su casa por 8 encapuchados, que le habían marcado en el glúteo la palabra “maricón” y le habían partido el labio superior. Un invento. Resultó un masoquista que había participado en una orgía homosexual y drogado, había pedido que le hicieran lo que denunció. Tras el escándalo en todos los medios de comunicación, el joven se echó atrás confesando que se lo había inventado porque no quería que su pareja se enterara que le había sido infiel. Los medios de comunicación (la mayoría pagados por el desgobierno comunista), le siguieron el cuento y, el Ministro de Interior, Marlaska, sabiéndolo, le siguió la farsa y, lo que es terrible, acusó que ello se debía a la homofobia del Partido Vox, la derecha que estamos seguros será el que gobierne este país-bayú. Marlaska detesta a la guardia civil, a todo lo que pertenezca al pasado porque en todo ve la imagen del salvador de España, Francisco Franco. (¡Que en gloria esté!”). Recientemente, en Córdoba (Andalucía), se efectuó un acto en honor a la Guardia Civil, al que asistió el hipócrita Marlaska que cuando apareció la multitud no dejó de abuchearlo gritándole: “¡Fuera, fuera, Marlaska traidor, mentiroso, desaparécete…!). Algo que comparte con el presidente por accidente Sánchez, que ha decidido no asistir a los actos públicos porque lo abuchean y le gritan de todo menos bonito. Ello está sucediendo con la mayoría de los que forman el nefasto y “analfabeto” desgobierno, comenzando por el harén de mujeres analfabetas, mayoría en el desgobierno. ¡Más ridículo, imposible!

LA BENEMÉRITA

En la reciente aparición en el Congreso de los Diputado Ana Vázquez se desahogó poniendo en su lugar al traidor, farsante, enemigo de España, Fernando Grande-Marlaska. Éste odia a la Guarda Civil, al igual que todo lo que representa el orden, la justicia y la paz de este país enfermo de leucemia. Su presencia en un acto en un acto protagonizado por la Guardia Civil, resulta una burla del “señorito” ministro. Ana Vázquez le recriminó diciéndole: “La pérdida de confianza en la que se justificaba el ministro Marlaska para hacer una purga en la Guardia Civil, hoy la tienen en las Asociaciones de jueces, de fiscales y Asociaciones de la Guardia Civil que piden su dimisión por atacar la neutralidad de la Benemérita y la independencia judicial”. Y continuó: “El ministro Marlaska ha perdido toda legitimidad, es una trituradora de la verdad. La divisa de la Guardia Civil es el honor, su divisa señor Marlaska es la mentira. Lamento que usted no haya reconocido verdades y haya perseverado en las mentiras ya que hoy era el día adecuado para ello. Los tribunales, la opinión pública, el rechazo y el desafecto para un mentiroso son irreales. Pero no vamos a consentir que nos convierta a los demás en testigos pasivos de su mentira permanente”.

Ana Belén Vázquez Blanco, diputado por Orense desde el 5 de julio de 2016, católica prácticamente y miembro “necesario” del partido Popular (de derecha, al cual quien escribe votó, pero ha dejado de hacerlo por culpa del “gelatinoso” Mariano Rajoy y actualmente es ferviente admirador del Partido Vox, porque es la única esperanza que tenemos de que España salga de la letrina de heces fecales en la que la hundieron los socialistas-comunistas).

QUITARME EL SOMBRERO

“La verdad, a pesar de su ofuscación, tiene que ser un principio moral en la política. Usted, señor, lo ha perdido. Sin verdad y sin principios no tiene sentido seguir. El principal enemigo suyo es el propio ministro Marlaska porque se reafirma cuando desvelamos sus mentiras. Usted ha asesinado al juez Marlaska y aparece el soberbio ministro Marlaska, capaz de todo. Usted justificó la agresión a miembros del Partido Ciudadanos, en la última marcha del Orgullo Gay y manipuló un informe policial sobre la misma; cesó al coronel Sánchez Corbi porque se quejó de que no tenía medios para investigar casos de corrupción que afectaban al Partido Socialista; se tomaba un mojito en Madrid mientras quemaban Barcelona y atacaban a los agentes sin mandar refuerzos, y abroncó a la Guardia Civil por no haberle filtrado la investigación sobre los CDR que acaba con detenciones. Usted concluye por alarmar y después nos pone un estado de alarma. Esa es su inoperancia. ¿Cuántos muertos le ha costado a España que ustedes no alertaran cuando había motivos de alarma? Usted es el ministro de la censura, ya que andaba en una operación para limitar y coartas la libertad de expresión metiendo sus manos en la Guardia Civil durante el estado de alarma”.

Orgullosa de ser española nacida en Bande (Galicia), desde siempre miembro del Partido Popular, de derecha, por lo que la felicitemos y, aunque yo, Roberto Cazorla he dejado de votar a su partido, le aplaudo y agradezco que se proyecte como una de las más reacias combatientes de la criminal ideología comunista, más, cuando lo hace desde su escaño en el Congreso de los Diputados. Por ello me siento obligado en quitarme el sombrero ante su presencia y decirle: “Chapó”.

Como mujer de derecha, dice referente a la desgracia cubana: “Me avergüenzo infinitamente cuando veo que los socialistas-comunistas de España se niegan condenar la dictadura más sanguinaria de la historia de Latinoamérica: la de Cuba. Ellos que se hartan de maldecir al franquismo, se revuelcan con los dictadores de Cuba y demás partidos bananeros. ¡Qué asco!”.