ALFREDO  HORNEDO  SUÁREZ

Written by Libre Online

19 de diciembre de 2022

Por Álvaro J. Álvarez. Exclusivo para LIBRE

Para los miembros de la mafia castro-comunista, todos los que lograron crear negocios, fomentar empleos y por ende ayudando al desarrollo de nuestra Isla, eran hijos de ricos. El comunismo se basa en robarle al que trabajó y construyó su capital con esfuerzo, inteligencia, responsabilidad y perseverancia, porque ningún líder marxista ha trabajado en su vida. Ellos no fomentan riquezas, sino odio, envidia, miseria, sufrimiento y muerte.

DE FAMILIA HUMILDE A MULTIPLICAR EL CAPITAL

Alfredo Hornedo y Suárez, nació el 20 de agosto de 1882, en La Habana, no en un hogar de ricos sino en el seno de una familia muy humilde, vendió naranjas por las calles habaneras, empujando una carretilla y luego empezando de cochero llegó a tener su propia línea de coches de alquiler. Entre sus clientes estaba la familia Maruri. El matrimonio Maruri tenía una hija, Blanquita, la bella señorita de la casa, que se enamoró del cochero. 

Si la familia se opuso o no a la relación es algo que no consta, el caso es, que los jóvenes terminaron casándose. Y ahí mismo cambió la vida de nuestro personaje que, por esas cosas que siempre suceden a otros, pasó a ser un hombre rico de la noche a la mañana. Si bien se benefició de la posición y la fortuna de sus parientes políticos, supo multiplicar el capital al que accedió gracias al matrimonio pues fue siempre un intrépido inversionista audaz, inteligente y exitoso.

En 1914 resultó electo concejal del Ayuntamiento capitalino y formó parte allí del fuerte grupo de políticos liberales que controlaba el municipio, llegando en 1916 a ser su presidente. Ese grupo en 1920 lo respaldó para que obtuviera la concesión, originalmente por 30 años, del Mercado General de Abasto y Consumo o mejor conocido como Mercado Único, para la venta de todo tipo de alimentos, que alquilaba su espacio en diferentes modalidades a los comerciantes minoristas. Fue inaugurado en 1920 a un costo de $1,175,000

Situado en Cuatro Caminos (Monte, Matadero, Cristina y Arroyo) operó como un verdadero monopolio y resultó siendo la base de su fortuna. Además, prohibía la apertura de algún otro en un radio de 2.5 km, así como de casillas de expendio en los alrededores en un radio de 700 metros. 

Tenía dos pisos, un sótano y un puente que lo unía con otra dependencia en la calle Arroyo. Era, por supuesto, el principal centro de su género en la capital.

Ese monopolio se vino a quebrar en 1957 con la inauguración del Mercado de Carlos III (Carlos III, Estrella, Árbol Seco y Pajarito) y en 1958 con el de Guanabacoa.

Hornedo, a partir de 1918 resultó reelecto varias veces como Representante a la Cámara.

La empresa Editora El País S.A. era la editora del periódico matutino Excelsior, fundado en marzo de 1928 en San José y Rayo en la sede del antiguo edificio de la Litográfica de La Habana y en 1929 se fusionaron con el periódico vespertino El País, fundado en octubre de 1921 por Hornedo, que era su presidente; el ingeniero civil y arquitecto, Cristóbal Díaz González, el vicepresidente y accionista con 5,070 acciones. El director de El País era Guillermo Martínez Márquez (1900-1992).

Hornedo, siendo Representante a la Cámara, le compró el edificio a los Condes de Buena Vista, situado en Galiano y Concordia, desde donde operaron hasta mudarse el 26 de agosto de 1941, al nuevo edificio de Reina #158, esquina a Manrique. En 1934 se fusionaron durante un tiempo con el periódico Información.

La casa de la familia Hornedo-Maruri, construida en 1941, está en la acera Norte de Carlos III #720 esquina a Castillejo, a su lado, en el #710, el Edificio de la Sociedad Económica Amigos del País. Su concepción arquitectónica es de exponente ecléctico, destacándose entre sus valores la presencia de patios interiores con elementos ornamentales tales como: vegetación, surtidores y estanques, que garantizaban un ambiente muy acogedor.

Se denota el uso de materiales constructivos hermosos y de extraordinaria calidad: mármoles, herrajes, piedra de cantería, con vitrales de colores, importados de Italia y España.

HOMBRE ELEGANTE Y

 DADIVOSO

Un vecino recuerda en la década de 1940 a Alfredo Hornedo, vestido casi siempre con traje gris, con chaleco y leontina. De mediana estatura, pelo canoso y piel bronceada.

Para aquellos niños, lo convertía en un ser fascinante que salía al frente de la casona de Carlos III siempre acompañado de un sirviente o del mayordomo, llevando monedas de 5 centavos que el entonces Senador gustaba repartir entre los niños del barrio, algunas otras veces, los jovencitos se colaban en el patio para saludarlo y para esperar ser obsequiados con alguna monedita.

En Trocadero #162 entre Industria y Consulado, Blanca Maruri mandó en 1929 construir un edificio de tres niveles y un apartamento en la azotea, bajo la dirección del arquitecto Emilio Juncosa. Allí vivió el escritor y poeta José Lezama Lima (1910-1976) durante 47 años.   

Hornedo inauguró en 1935 el Casino Deportivo, en la calle 1ra. #608 entre 2 y 8 de Miramar. El arquitecto fue Enrique Gil Castellanos, fallecido en 1950.

Se dice que lo construyó para que su esposa Blanca Maruri, que ya se encontraba enferma, pudiera bañarse en la playa. Él había solicitado ser miembro del Habana Yacht Club, pero como no lo admitieron, supuestamente por el color de su piel, se molestó y construyó su propio Club, con socios que pagaban una mensualidad y tenían derecho al balneario.

El famoso “paso o baile de Casino”, un baile de salón comenzó a practicarse, aquí en el Casino Deportivo, entre 1956 y 1957.

Vamos a recordar la localización de los otros Clubs, siguiendo hacia el Oeste, por la Avenida 1ra. después venía el Club de Ferreteros (calle 18), Club de Profesionales (calle 38), el Balneario Universitario (calle 42), el Comodoro (calle 84), Miramar (calle 90), Cubanaleco (calle 96), Hijas de Galicia (calle 98), Habana Yacht Club (5ta. y 146), Casino Español (calle 150), Náutico (calle 152) y finalmente el Habana Biltmore (1ra. y 210). 

Alfredo Hornedo y Suárez resultó electo Senador de la República en 1936, 1944 y 1948. Fue uno de los 16 delegados para representar al Partido Liberal en la implementación de la Asamblea Constituyente de 1940 (Constitución) y presidió el Partido Liberal entre 1939 y 1947.

EN HONOR A SU ESPOSA, UN TEATRO

El Teatro Blanquita, situado en 1ra. entre 8 y 10 en Miramar, con sus 6,750 lunetas era el de mayor capacidad entre todos los teatros del mundo, con su gran pista de patinaje en hielo sobre su escenario y una enorme cafetería que podía sentar a 200 personas, marcó la vida cultural de La Habana cuando abrió al público el 30 de diciembre de 1949, presentando el espectáculo De París a Nueva York, de la compañía de revistas de Lou Walter.

(El Teatro Radio City de Nueva York, inaugurado en 1932 con una capacidad de 6,015 lunetas).

Alfredo Hornedo lo construyó en honor a su querida esposa Blanca Maruri, una mujer caritativa y altruista, que salvó de la miseria a muchas familias y concedió becas a jóvenes sin fortuna que lamentablemente no pudo disfrutarlo por haber fallecido el 17 de mayo de 1948 (592 días antes).

El arquitecto fue Enrique Gil Castellanos.

En octubre de 1958, Sarita Montiel llegó La Habana acompañada de su esposo Anthony Mann y se hospedaron en el Hotel Hilton donde le ofrecieron un recibimiento inolvidable: 28 muchachas vestidas de violeteras, la banda de La Beneficencia, periodistas, fotógrafos y admiradores le dieron una cálida bienvenida.

Venía contratada por Escuela de Televisión y Hogar Club, empresas de Gaspar Pumarejo para cantar con carácter exclusivo en sus espacios televisivos “Gran Programa Competidora”, “Pumarejo y sus amigos” y “Caravana Española”.

Debutó el 5 de octubre de 1958 en Gran Programa Competidora, cantando cinco números, participó a diario en los otros programas hasta el 14 de octubre. Alcanzó récords de audiencia nunca antes vistos. El viernes 10 de octubre de 1958, a las 5:00 de la tarde comenzó su show de Hogar Club en el Teatro Blanquita, fue transmitido por el Canal 2 de TV Nacional. 

Sarita, impresionada por el tamaño del Blanquita, exclamó durante su actuación: “Me siento pequeñita, la sala es tan grande que puede volar un avión”. 

Le ofrecieron dos banquetes, uno en el cabaret Tropicana y el otro en el cabaret Sans Souci.

El miércoles 15 de octubre partió de La Habana, dejando una estela de éxitos y nostalgia. 

El Cerro, como área urbanizada, vio favorecido su crecimiento hacia el Sur por las propuestas viales realizadas en 1919 por el arquitecto y profesor universitario, Pedro Martínez Inclán. Así surgió el Reparto, Casino Deportivo en 1953.

El reparto fue diseñado por el arquitecto e ingeniero civil Cristóbal Díaz González, trazado y construido en 1953 por la compañía de su propiedad, Urbanizadora Crismercy S.A.

Eran 55 manzanas y alrededor de1,230 parcelas. Limitadas al Este por la Calzada de Vento, al Oeste la Zanja Real como separación del Reparto Martí y al Sur la Avenida San Miguel o Andrés y los terrenos de la Finca La Pastora, propiedad de Pedro Sánchez Abreu.

Luego de ser robado el Blanquita por Fidel Castro, el busto de Blanca Maruri, en el vestíbulo del teatro, fue retirado y cambiado el nombre del teatro primeramente por Chaplin y luego por el de Karl Marx. Por cierto, que en la Cuba castrista el cambio de nombre es sinónimo de destrucción.

Hornedo se casó en segundas nupcias con Rosa Almanza, una enfermera que había cuidado muy profesionalmente a Blanquita. Como él había nombrado al Teatro con el nombre de su primera esposa, era normal que ahora lo hiciera con su segunda, por eso dio el nombre de ella al Hotel Residencial Rosita De Hornedo que construyó en 1955, en 1ra. entre las calles 0 y 2, de Miramar, zona conocida como La Puntilla, un bellísimo edificio de 11 pisos con 172 apartamentos y dos penthouses, que tuvo un costo de $3,500,00. 

Sus últimos años en Cuba los vivió en su penthouse. Era uno de los dos hoteles residenciales que se 

construyeron en ese tiempo, el otro el Hotel Santa María, en la playa de igual nombre.

El Hotel estaba situado muy cerca del Blanquita, del RíoMar y del Casino Deportivo de La Habana.

El edificio RíoMar parece como una gran mole que intenta desafiar los fuertes vientos y las borrascas marinas, situado en la calle 1ra. entre O y A, del Reparto Miramar. Propiedad de Hornedo bajo el nombre de Compañía Mercantil Horizontal Miramar S.A., obra del arquitecto Cristóbal Martínez Márquez. La primera etapa se terminó en 1957. Edificio de Propiedad Horizontal (como el Edificio FOCSA construido entre 1954 y 1956).

CONSTRUCCIONES PARA LAS FAMILIAS 

La mayoría de los apartamentos ya tenían dueño desde el inició de la obra, la gente compraba su apartamento antes de que estuviera construido. Los detalles del interior dependían de los gustos de cada dueño.

Elegante construcción de 11 pisos y más de 200 apartamentos. En la planta baja estaba el vestíbulo, la carpeta o recepción y un espacio con los casilleros para la correspondencia de cada apartamento, una pizarra telefónica con teléfonos intercomunicadores en cada apartamento para comunicación interna y con salida a la calle, una sala de estar o recibidor, 3 salones para celebrar fiestas, una piscina para niños y otra para adultos, con sus sombrillas, sillas reclinables, duchas, vestuarios y servicios sanitarios para hombres y mujeres. Además, máquinas expendedoras de refrescos, bocadillos y golosinas. 

Aparte de las escaleras entre cada piso, contaba con 4 ascensores para el público o residentes, otro solamente para carga y otro desde la piscina. En la azotea podían los residentes tender las ropas en unas áreas cerradas. Cada apartamento contaba con un espacio de parqueo en el sótano del edificio, Cada piso tenía un sitio para poder arrojar la basura que luego sería incinerada en el sótano

Al llegar 1959 empezaron a irse muchos de aquellos residentes, pero el castrismo nunca le dio aquellos apartamentos vacíos al pueblo, como ellos dicen hacer, pero no hacen. Fueron realmente habitados por extranjeros de países comunistas.

RíoMar fue víctima de la desidia del gobierno cubano. Nunca pudieron ocuparlo totalmente. Nunca. Tampoco pudieron entregar los maravillosos apartamentos a sus cuadros de dirección política porque sería un escándalo que habitaran un edificio con piscina en el barrio más caro de La Habana.

No pudieron convertirlo en hotel, porque estaba diseñado para ser el hogar de 200 familias. Prefirieron dejarlo morir en una egoísta actitud de si no eres mío, no serás de nadie.

Otra de sus propiedades fue el periódico vespertino El Crisol (Editora el Crisol S.A.) ubicado en Manrique #156, fundado el 19 de marzo de 1934 por Alfredo Izaguirre Hornedo y Julio González-Rebull, que fue su presidente hasta 1951. El Dr. Rigoberto Ramírez Corredera, era su Director y Admnistrador.

Luego la presidencia pasó a manos de Izaguirre Hornedo (el sobrino de Alfredo Hornedo Suárez).

El expresidente Dr. Ramón Grau San Martín el 25 octubre de 1951 utilizó la edición #202 de Cineperiódico (fundado en marzo de 1950 por José Guerra Alemán) para dirigirse al país antes de las elecciones presidenciales de junio de 1952. 

Tanto Roberto Agramonte (aspiraba por los ortodoxos) y Fulgencio Batista (por su partido el PAU) lo apoyaron en esta iniciativa. Bajo el título de Bloque Publicitario, reseñó la firma de la escritura mediante la cual constituyeron la organización Cineperiódico-Blanquita-El Crisol, suscrita por Alfredo Izaguirre Hornedo (Director del Crisol) y José Guerra Alemán a nombre del Noticiario.

Alfredo Izaguirre estaba casado con Rosa Rivas Maruri, padres a su vez de Alfredo Izaguirre Rivas (1938-2014) quién con 22 años en 1960, asumió la presidencia de El Crisol hasta su robo, pocos meses más tarde. Alfredito el sobrino nieto de Hornedo-Suárez, arrestado en 1961 en el edificio FOCSA, condenado a 30 años en 1962, fue el Primer Plantado que se negó a trabajar en la prisión de Isla de Pinos, a pesar de las múltiples golpizas que recibió.

El 13 de marzo de 1997, la Ciudad de Miami proclamó el Día de Alfredo Izaguirre Rivas.

Alfredo Hornedo Suárez, era dueño también del periódico El Sol y del Club de Cazadores de la Habana (Cerro), considerado entre los hombres más ricos de Cuba, falleció en Miami el 17 de marzo de 1964, a la edad de 81 años.

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