Ante la supuesta ocurrencia de sanaciones, como nunca, se vio a una multitudinaria romería de feligreses reclamando agua bendita para sanar sus dolencias,  luego de que en una iglesia de Kendall fue colocada una réplica del Santuario de Lourdes.

Cientos de feligreses acudieron al templo de Nuestra Señora de Lourdes, en el West de Kendall, para recibir agua bendita que, según algunas personas, cura las dolencias y rehabilita a los pacientes de enfermedades.

El Domingo de Pascua se inició la gigantesca romería porque en una de las áreas de este templo, por la parte de atrás, fue colocada una réplica del Santuario de Lourdes traído de Francia  donde aparece la niña Santa Bernadette, quien fue la primera persona a quien se le apareció la virgen

Desde mayo de 2019, una de sus réplicas está recorriendo diferentes diócesis estadounidenses. Un voluntario de esa parroquia, Pedro, relató a LIBRE que Santa Bernadette, nació en Lourdes, Francia.

“Pese a vivir una infancia dura con enfermedades y problemas familiares, nunca abandonó su devoción a la Virgen María. Falleció con tan solo 35 años y fue declarada santa por el Papa Pio XI en 1933, recordó esta persona.

“Aunque en Lourdes se han producido numerosos milagros físicos, comentó Pedro «Lourdes no es una clínica del cuerpo, sino una clínica del espíritu… sin embargo, las curaciones físicas son valiosas y la prueba material de que estas apariciones marianas son verdaderas está plenamente comprobado”.

 Según Pedro, la Virgen María vino a Lourdes a «Ayudarnos en el espíritu, a sanar el alma… esta ‘penitencia’ sirve precisamente para recordarnos esto: debemos alejarnos del pecado con fuerza, y debemos cuidar los bienes del espíritu”.

“Como en otras apariciones marianas (por ejemplo, Fátima), la Virgen María en Lourdes “Habló de pecado, de penitencia como reparación al mal espiritual, y nunca habló de enfermedad y curación física”, enfatizó Pedro.

Para Pedro, la Virgen María tuvo en Lourdes “Su pedazo de cielo en la tierra”, donde Ella podía interceder en favor de la humanidad. Cuenta que “El mensaje de la Virgen de Lourdes es más actual que nunca…si conoces a Bernadette, es imposible no enamorarte de ella y no pensar en el Paraíso”. Afirma también que ve, en Bernadette, “La realización más radical del Evangelio…»

La pequeña Bernadette, contó Pedro, durante su vida terrenal fue un elemento escogido por la Virgen María para que Ella realizase su obra de salvación. Pero nunca quiso quitarle protagonismo “Yo no soy importante, sólo la Señora es importante. Por eso, no quiero quitarle la luz, ni siquiera por un día. Mi lugar está aquí (el convento de Nevera), no entre la multitud”.

“En cierta ocasión, cuando ya vivía como monja en Neveras, le pidieron que visitase Lourdes. Pero ella no lo aceptó. Consideraba que podía ser inapropiado, pues no quería quitar protagonismo a la Virgen María”, recordó Pedro.

“Aunque padeció mucho sufrimiento corporal, Bernadette nunca se quejó, vio su enfermedad como un oficio para ayudar a los demás. Pedro afirmó que: “Nunca buscó el dolor… pero siempre lo aceptó y acogió”.

Apuntó que cuando falleció, sucedió algo realmente impactante con su cuerpo. Según Pedro: “Parecía que tenía más de 70 años, por lo consumido que estaba su cuerpo, a causa de los males que lo habían destrozado. Pues bien, no sólo la muerte consiguió corromper su cuerpo, sino que lo transformó, haciendo que fuera bellísima”.

“En 1909, cuando las monjas acudieron a la exhumación de su cuerpo: “Se quedaron asombradas, porque vieron con sus propios ojos, que la muerte la había transfigurado”. Los forenses certificaron que su cuerpo estaba incorrupto, algo que se confirmó años después (1919 y 1929)”, enfatizó.

“Por eso, El Santuario de Lourdes continúa siendo un lugar especial. Aunque en Lourdes se han producido numerosos milagros físicos, Lourdes no es una clínica del cuerpo, sino una clínica del espíritu”, sintetizó.

Explicó también que, en una de las apariciones, la Virgen María dijo a Bernadette que recomendase «Hacer penitencia»: «Lourdes es un hospital. Pero (¡no lo olvidemos!), sobre todo, y, en primer lugar, (un lugar de sanación) para las enfermedades espirituales”.

“Aunque Lourdes es un santuario donde ocurren milagros corporales, también muchas personas, con problemas espirituales, han sido sanadas por la Virgen María, quien vino a Lourdes a «Ayudarnos en el espíritu, a sanar el alma… esta ‘penitencia’ sirve precisamente para recordarnos esto: debemos alejarnos del pecado con fuerza, y debemos cuidar los bienes del espíritu”, concluyó Pedro.