Ala 1:30 de la madrugada del jueves, todo se derrumbó. Unos 55  apartamentos de la Torre  Champlain Sur de Surfside colapsaron y una enorme nube de polvo se alzó por los cielos, luego de un estruendoso ruido que despertó a todo el vecindario de esta área del norte de la playa.

“Cayó como una torre de naipes”, dijo un celador que estaba allí en una edificio contiguo. Luego todo el mundo gritaba y pedía que llamaran los bomberos”, agregó esta persona, que aún no sale del asombro y el susto. A los cinco minutos llegaron varios equipos de ayuda de todo el condado.

Lo que allí se observaba, ya con el sol puesto sobre el firmamento, eran inmensas piedras y lodo tras la caída del parte del edificio de 136 apartamentos. Llovía estruendosamente y esto dificultó un poco las labores de rescate de los posibles sobrevivientes.

La Cruz Roja y los bomberos evacuaron a mucha gente que, luego, fue llevada a los hospitales cercanos. Había hombres, mujeres y menores de edad. Habitaban en su mayoría personas, turistas, que  rentaban allí un apartamento.

En la mañana, más y más gente aparecía. Unos gritaban pidiendo que les dieran información sobre sus familiares que residían allí. Algunos fueron llevados a un centro especial de reunificación. Esto para que identificaran a los residentes. Y otros buscaban si estaban sus familiares en las listas de heridos o sobrevivientes.

Desde lejos se veía cómo una parte del edificio de acceso a la piscina y los aparcaderos se había desprendido de su base.  Algunas terrazas estaban en ruinas. Quedaron pedazos de sombrillas de sol y mesas y asientos de descanso.

Para colmo hacia la 1:40 de la tarde de ese mismo día se desató un incendio entre los escombros. Los bomberos actuaron rápidamente para apagarlo, comentando otros que podía ser  causado por la explosion e tanques de gasolina de autos en la zona de parqueo.Hubo dificultad para la entrada de maquinaria pesada a fin de remover los escombros, quizás, en busca de muertos.