Curiosidades cubanas: El Central Preston y su Cortadora de Caña

Por: Álvaro J. Álvarez

Preston se asoma sobre los márgenes de las aguas de Nipe. Antes de 1901 se conocía como Punta de Tabaco, perteneciente al Municipio de Mayarí. No se sabe a ciencia cierta si ese nombre se debe a su forma como la de un enorme tabaco, o al hecho de que los primitivos pobladores de la región se dedicaban al cultivo de la valiosa planta.

El territorio que ocupa el poblado es de forma estrecha y alargada y se encuentra rodeado de agua casi por todas partes, formando como una pequeña península. 

Eran montículos y esteros con mucho mangle, moteado por escasos júcaros, siendo dominios muy próximos a las tierras del Marqués de las Delicias.

Un puñado de lugareños alternaba cultivos entre el plátano, boniato, tabaco, la caza y la pesca, lo cual provenía a la comunidad de venados, puercos jíbaros, jutías, y todo tipo de mariscos. 

La escasa comunicación entre ellos y las comarcas vecinas se hacía posible solo por los botes de velas.

En el año de 1901 la escasez de azúcar en los Estados Unidos se agudizó por la falta de producción en las Islas Filipinas y lo que importaba de las Islas Hawaii y Puerto Rico no alcanzaba para el consumo del pueblo americano. Dadas estas circunstancias, distintas empresas norteamericanas dedicadas al negocio del azúcar pensaron en las grandes posibilidades que ofrecía nuestra patria para la producción de esta a gran escala.

Favorecía esta opinión la posición geográfica de nuestra Isla, la cual se encuentra a sólo 90 millas de las costas norteamericanas; además, era un hecho cierto que, durante la dominación española, a pesar de los medios primitivos que entonces se utilizaban, en Cuba se fabricaba azúcar en cantidades considerables.

En 1901 vino a Cuba y se estableció en el cercano poblado de Banes la poderosa empresa norteamericana Nipe Bay Company.

Se comenzó a construir en 1904 en tierras de Hipólito Dumois Gesse (descendiente de una familia francesa cosechadora de café en la Gran Piedra) que se estableció en 1877 en el norte de Oriente donde fundó la Dumois y Compañía en sociedad con Juan de Cárdenas y Delfín Pupo Cruz con quienes en 1887 establecieron la Banes Fruit Company.

Entre las primeras construcciones que se realizaron figuran el ingenio y sus talleres anexos, pero simultáneamente con tales obras, se dio comienzo al trazado de la población y a la fabricación de las primeras casas para los empleados del central. También se inició la construcción del alcantarillado y la preparación de los medios adecuados para facilitar agua potable a la población existente.

El Central (Ingenio) y sus talleres fueron sembrados allí pasado el desmonte y el relleno, por la mano de la Nipe Bay Company más tarde transformada o deglutida por la United Fruit Sugar Company. 

Preston el coloso, llamado en los círculos de los más grandes economistas Norteamérica y de Cuba como el delirio azucarero de Andrew Woodbury Preston, inició su primera zafra el 19 de enero de 1907 y terminó el 30 de mayo, con una duración de 131 días para producir los 97,320 sacos de azúcar.

El batey quedó tejido al unísono, estructurado en cuadrículas. Con la bien pensada modalidad de ciudad jardín, se formaron los barrios, Washington, Brooklyn y New York, y dentro de estos los diferentes tipos de viviendas, muy similares a las vistas en el centro sur de los Estados Unidos y no existentes hasta entonces en ninguna otra localidad de Cuba.

Preston es un pueblo fundado sobre una región malsana y pestilente, donde toda ave de mal agüero tenía su nido y todo animal enemigo del hombre, su guarida. Los primeros moradores sufrieron allí enfermedades y todas las incomodidades imaginables.

Los norteamericanos sanearon el lugar, le dieron ocupación permanente y lucrativa a los habitantes y convirtieron el sitio en un pueblo que nos recuerda las aldeas limpias e higiénicas de los Estados Unidos.

En cuanto al nombre más conocido del pueblo, se deriva del primer Presidente que tuvo la compañía, Mr. Andrew W. Preston.

La extensión territorial del Batey de Preston es de 2 kilómetros de longitud por medio kilómetro de anchura, como promedio.

En los años subsiguientes, la empresa continuó limpiando el terreno con el doble propósito de aumentar el espacio utilizable para nuevas construcciones y combatir las plagas existentes. Entre éstas, la más perjudicial era la de los mosquitos que trasmiten la malaria, la cual no solo ocasionaba muchas muertes, sino que también disminuía, por la abulia que produce, la capacidad productiva del hombre.

La Nipe Bay Company, sin embargo, a pesar de sus laudables esfuerzos, no logró exterminar completamente la fiebre palúdica o malaria causada por el terrible anófeles albimanus (el mosquito anopheles albimanus es un importante vector de la malaria en algunas zonas de Centroamérica y el Caribe que se caracteriza por su preferencia por depositar sus huevos tanto de agua dulce como salobre, como arrozales y arroyos). 

Esta labor le estaba reservada a la empresa United Fruit Company, sucesora de la anterior, que actuó con mayor eficacia en ese sentido.

En los años anteriores al 1917, cuando todavía no se había procedido al relleno y saneamiento de los esteros y lugares pantanosos, se construyeron débiles puentes de madera, sólo para peatones, que permitían transitar, no sin dificultad, de un lugar a otro.

Una vez instalado el Central en 1905, comenzó a despertarse el interés y el entusiasmo entre los habitantes de los pueblos limítrofes, unos considerando que el progreso y desarrollo del Central favorecería la economía de sus pueblos respectivos, pues es lógico pensar que la existencia de un central azucarero en cualquier región influye poderosamente en la economía de los pueblos que lo circundan; otros, viendo en el nuevo ingenio la cristalización de sus esperanzas en cuanto a su futuro económico. Estos factores determinaron una gran afluencia de obreros de distintas partes de la Isla (especialmente de las provincias occidentales) así como del extranjero, particularmente de las islas de Jamaica y Haití, que en tal época no ofrecían condiciones de trabajo muy alentadoras a sus habitantes.

Así, el número de habitantes del Central recién fundado fue aumentando notablemente, dando lugar a que la empresa continuara ampliando la población con la construcción de nuevas y numerosas viviendas para ofrecer acomodo a los nuevos moradores.

Adelantos notables se efectuaron en el poblado, se pavimentaron las calles, se construyeron otras nuevas y se ampliaron las vías del ferrocarril privado de la empresa, que pusieron en comunicación la comunidad con el Ferrocarril Central de la Isla y con la vecina villa de Banes, con los que no tenían comunicación directa hasta entonces.

Es natural que, una vez instalado el central en esta región, había que dotar al lugar de medios de comunicación suficientemente efectivos y en este sentido se hizo el mayor progreso. La Compañía tendió una vasta red telefónica en todas sus propiedades, que se extendió hasta el pueblo de Banes y facilitó la instalación de vías telefónicas de larga distancia que permitieron la comunicación con el resto del mundo. La construcción de grandes muelles y el dragado de canales apropiados, facilitó el atraque de buques de gran calado.

Tal fue el desarrollo que tuvo esta comunidad, después del trazado de sus calles y luego cuando casi en su totalidad fueron pavimentadas. Hermosos edificios dieron alojamiento a los nuevos Centros Escolares, públicos y privados, Iglesias, Sociedades Culturales, Logias, etc. 

Grandes edificios de metal, destinados al almacenaje del azúcar, ocuparon el extremo norte de la punta en que está enclavado el pueblo. Un moderno Hospital ofrecía sus servicios a la población del Central y tal fue el esfuerzo de su cuerpo médico, que el coeficiente de salud de la población se comparaba con la de los pueblos más sanos del mundo. Este hospital estaba equipado con los más modernos instrumentos y demás facilidades que lo ponían a la altura de los mejores de la Capital.

Se construyó además un magnífico Club Residencial para dar alojamiento a muchos empleados, una Farmacia que suplía las necesidades del pueblo y una Lavandería muy eficiente y moderna.

Tres establecimientos comerciales destinados al expendio de víveres; Sociedades de Recreo y Cultura, un Teatro modernamente equipado, dos Iglesias, una potente Planta Eléctrica, Alcantarillado, Acueducto, Cuerpo de Bomberos eficientemente adiestrados y con equipos apropiados para la extinción de los incendios, Oficina de Correos y Telégrafos, Joyerías, Campos de Deportes, Alcaldía de Barrio, Plaza de Mercado, Parques, Piscinas, Playas como las de Saetía y el Cristo, que están a corta distancia de la población, Bandas Escolares y Orquestas Típicas para el disfrute de los trabajadores en las horas de asueto.

Magníficos y bien dotados Laboratorios Biológicos e Industriales así como Bibliotecas Públicas y Privadas.

Tren de Lavado anexa al Hospital para atender el lavado de los artículos que utilizaba el Hospital en el desenvolvimiento de sus actividades y mediante el pago de cuotas módicas, el lavado de ropa de cuantas personas desearan utilizar sus servicios.

La primera escuela pública, con una sola aula y con matrícula baja, fue fundada el 20 de octubre de 1904, siendo el primer maestro de ésta Pablo Cansino, luego el 8 de septiembre de 1908 le sustituyó Elvira Fernández. El 13 de septiembre de 1915 fue sustituida por Mercedes Pérez Rigal y ya contaban con 40 alumnos. 

En 1921, por el aumento de la población, se construyó nueva escuela en Brooklyn (barrio de la comunidad) bajo la dirección de Ángeles Colomé. A ésta le sustituyó Julia Zaldívar, en 1922, y bajo la atención de esta educadora la escuela, que sólo contaba con un aula, llegó a tener una matrícula de 250 alumnos viéndose, como es natural, la necesidad de crear nuevas aulas, hasta llegar a 6 incluyendo una de Kindergarten y una Nocturna, para adultos. 

En octubre de 1945 se crearon tres aulas adicionales y la Escuela Pública de Brooklyn tuvo un moderno edificio inaugurado también ese mismo año.

Además, existiendo un gran número de familias en el lugar conocido por La Colina, o Rancho Grande, distante un kilómetro, fue preciso crear un Kindergarten para atender a la educación de los niños en aquel lugar. Funcionó desde el curso 1945-1946 bajo la dirección de Dulce Pérez Mejías y asistida por la maestra auxiliar Esther Folch Álvarez.

Al principio la iglesia era atendida, mediante visitas regulares, por el Presbítero Longeiro Tobar García y el Padre Vicente Bonino, quienes venían a lomo de caballo desde Mayarí.

Desde el 19 de enero de 1919 estuvo fijo en la iglesia el Padre Vicente Bonino, hasta que meses más tardes lo sustituyó el Padre Daniel Azáceta, en calidad de capellán.

En 1933 llegó el Padre Restituto de Miguel y Martínez, que ocupó su cargo hasta fines de 1945 cuando, debido a su edad avanzada, fue sustituido por el Padre Manuel Zaldúa.

El Hospital, incluyendo sus dependencias y jardines, ocupaba una superficie de 28,291 m² y una capacidad de 100 camas, para llegar a 200 y estaba situado cerca de la costa e independiente del resto de la población.

Resulta muy interesante que, en 1920, en el Central Preston, se hubiera puesto a prueba una máquina cortadora de caña, inventada por John A. Paine. La revolución agrícola norteamericana había tenido lugar entre 1860 y 1910, caracterizada por la introducción de maquinarias en la agricultura.

Ya desde 1918, la United Fruit Company, en el Central Preston, comenzó a experimentar el uso de ruedas Caterpillar para carretas de caña y después de evaluar los primeros resultados ordenó la compra de equipamiento en esta esfera. También desde ese año la empresa había iniciado el tiro de la caña con el uso de tractores, convirtiéndose en una de las primeras compañías norteamericanas en introducir este medio de tracción si se tiene presente que en 1921 solo se vendieron en Cuba 12 tractores agrícolas procedentes de los Estados Unidos. A principios de los años veinte la United Fruit Company adquirió los primeros tractores Caterpillar con ruedas de estera, sustituidos por el International Haverster a partir de 1953 así como carretas Caterpillar.

La cortadora de caña inventada por Paine hizo su primera prueba en uno de los campos de caña cerca de Guaro. La máquina no estaba completa para el trabajo que el inventor esperaba realizar con ella y el progreso se retrasó debido a la imposibilidad de conseguir las piezas.

La máquina era un tractor grande que pesaba entre 5 y 6 toneladas, propulsado por un motor de gasolina. Según su inventor era capaz de mantener una velocidad de 6 millas por hora en condiciones favorables y una capacidad de corte y manejo de 60 toneladas de caña por hora.

El corte se realizaba con una sierra circular de 24 pulgadas, acoplada a un eje giratorio en la cabeza de la máquina y accionada por un motor controlado, pudiéndose ajustar la posición de la sierra a alta o baja, para adaptarse a las condiciones de corte según se desee. 

El dispositivo de recolección proporcionaba una serie de agarraderas que atrapaban automáticamente los tallos de caña a medida que se cortaban y retiraban las hojas mediante un proceso de pelado, luego arrojaba los tallos de caña cortados y recortados a un transportador que los llevaba de vuelta y los dejaba caer en los de remolque tirados por el tractor.

Los agarres automáticos trabajaban a lo largo del costado de una extensión y adelante del cortador y siguiendo una fila de caña, pero en esta primera prueba de la máquina no se colocaron estas piezas, ni el transportador. 

Se considera un buen día de trabajo para un hombre cortar caña a razón de 3 a 4 toneladas por día, sería obvio la gran diferencia.

Independiente a que el ensayo fracasara, ya fuera por el peso de la máquina que aplastara a su paso los plantones de caña o que las correcciones técnicas del proyecto se retrasaran debido a la imposibilidad de conseguir las piezas, lo que sí es seguro es que si este invento hubiera tenido éxito tal vez cientos de braceros hubieran quedado sin empleo.

Es posible que muchos pusieran de su parte para que este invento no saliera adelante.

El Central Guatemala, como se llamó Preston luego que fue robado a sus legítimos dueños, a las 3:45 de la tarde del lunes 3 de junio de 2002 pitó 93 veces para anunciar su muerte. Luego poco a poco fue desmantelada toda su estructura para complacer al Odiador en Jefe.

La memoria histórica de Preston es preservada por los habitantes mayores, que recuerdan la época en la que el Central generaba una intensa vida económica y cultural en la zona.

Nota: Hoy conocida como Chiquita Brands International, la United Fruit Company se fundó en Nueva Jersey en 1899 tras la fusión de dos empresas de comercio tropical: Tropical Trading & Transportation Co., de Minor Cooper Keith, y Boston Fruit Co., de Andrew W. Preston. 

Según las declaraciones de Andrew Preston ante el Comité del Senado de los EE.UU. sobre Relaciones con Cuba en mayo de 1902, Boston Fruit Co. había comenzado a invertir en Cuba desde antes de la Guerra de Independencia, adquiriendo una plantación de banano en la bahía de Nipe. La idea original de United Fruit Co. era cultivar banano, para lo cual adquirieron unas 280,000 hectáreas.

Cuando en 1900 la United Fruit Co. se percató de que la tierra no era apta para el cultivo de banano, concibió la idea de cultivar caña de azúcar. Para procesar la caña de azúcar cosechada, en 1900 la empresa construyó Central Boston, su primer ingenio azucarero, en unas 70,000 hectáreas en Banes, cerca de la ciudad de Holguín. El Central Boston inició operaciones en mayo de 1901. Su segundo ingenio azucarero fue Central Preston, nombrado en honor a Andrew W. Preston y construido por su filial Nipe Bay Co. en 1907 sobre un terreno de 172,000 acres. La producción de azúcar del Central Preston en la temporada 1921-22 fue de aproximadamente 700,000 sacos, superada únicamente por Central Delicias.

Hacia finales del siglo XIX, la Revere Sugar Refining Co. de Boston, establecida en 1867 en East Cambridge, a orillas del río Miller, fue una de las pocas refinerías de azúcar en Estados Unidos que no había sido absorbida por la American Sugar Refining Co., también conocida como Sugar Trust. A principios del siglo XX, la Revere Sugar Refining Co. fue adquirida por United Fruit Co. y operó como filial para refinar el azúcar que producía en Cuba. En 1918 se construyeron nuevas instalaciones en la ribera del río Mystic, en Charlestown.

United Fruit cultivaba caña de azúcar en sus propios campos, la procesaba en sus propios ingenios azucareros en Cuba, la transportaba a Boston en sus propios barcos y la refinaba en su propia refinería. Esta integración completaba el ciclo de operaciones, desde la siembra hasta el transporte, el procesamiento y la comercialización del producto final. Ninguna otra empresa productora de azúcar contaba con una integración tan completa.

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