Coronel: ¿qué hace usted aquí? ……! ¡Aquí defendiendo la democracia! Esta frase fue acuñada para revivir por parte del excoronel Alfonso Plazas Vega, en aquel entonces comandante de la Escuela de Caballería el holocausto de la justicia colombiana perpetrado por el movimiento guerrillero M19.
El movimiento M19, del que era parte el hoy presidente Gustavo Petro, fue el autor de la horrible masacre donde fue incendiado el Palacio de Justicia, con todos los magistrados de las altas cortes que estaban allí y murieron a tiros y calcinados por el fuego que allí se desató en 1984.
“No me arrepiento”: el coronel (r) Alfonso Plazas Vega habló de la toma del Palacio de Justicia que, según él, fue perpetrado también en alianza del M-19 con Pablo Escobar, ya que los narcotraficantes querían hacer desaparecer todos los expedientes para no ser extraditados a los EE.UU.
Luis Alfonso Plazas Vega, coronel retirado del Ejército y residenciado en la actualidad en la Florida, reveló su versión sobre la toma del Palacio de Justicia, Pablo Escobar (ya fallecido), el M-19 y Gustavo Petro, hoy, este último, en el poder en Colombia.
Los días 6 y 7 de noviembre del 2025 se conmemoraron cuarenta años de la toma y retoma del Palacio de Justicia, un hecho que marcó la historia de Colombia.
En medio del ataque propiciado por guerrilleros del Movimiento 19 de Abril o M-19, una frase quedó grabada en la memoria colectiva de los colombianos.
“Aquí defendiendo la democracia, maestro”, fue la frase pronunciada por el entonces teniente coronel del Ejército Alfonso Plazas Vega a un periodista, en medio del asalto militar para recuperar el Palacio de Justicia.
“Aquí no van ellos a asustarnos ni a atentar contra ninguno de los poderes, ni contra ninguna de las ramas del poder público. En este momento, esto es un atentado contra la rama jurisdiccional y eso hay que dejarlo muy claro, que el Ejército está en condiciones de mantener todas las ramas del poder público funcionando, porque esta es una democracia y para eso estamos, para hacerla respetar.
Por eso en estos días se están cumpliendo 40 años de haber ocurrido ese trágico suceso que marcó un gran dolor para la justicia en Colombia porque los magistrados más eruditos en el campo de la jurisprudencia estaban allí y murieron calcinados tras el incendio del Palacio de Justicia.
El coronel (r) Luis Alfonso Plazas Vega entregó detalles del supuesto pacto que hizo el M-19 con Pablo Escobar para tomarse el Palacio de Justicia en 1985, tras defender las actuaciones del Estado en los hechos violentos y, asimismo, aseguró que el grupo guerrillero del que hizo parte el presidente Gustavo Petro seguiría activo como hasta ahora lo ha demostrado.
¿Qué estamos recordado hoy en este 2025?
Luis Alfonso Plazas: Hoy se cumplen 40 años del intento de golpe de Estado que dio el narcotráfico para tratar de adueñarse del poder por muchos años. El narcotráfico representado, específicamente, por los socios del asalto, Pablo Escobar Gaviria y los miembros del M-19.
Me parece de la mayor importancia que se tenga claro esto porque aquí se les ha olvidado a los colombianos, y eso lo han sabido manejar muy bien los bandidos que están en el
M-19 todavía y gobernando, que el M-19 y Pablo Escobar constituyeron hace mucho tiempo, desde los comienzos del M-19, una sociedad de narcotráfico. El M-19 y Pablo Escobar eran socios, y Pablo Escobar aportaba el dinero, el M-19 aportaba las acciones.
¿Cómo se organizó ese golpe tan terrible?
Para el caso del Palacio de Justicia, según la información que hay, Pablo Escobar aportó 2 millones de dólares para el asalto, además de 1 millón de dólares de premio si se incineraban los archivos de narcotráfico que existían en la edificación de la Corte Suprema de Justicia.
¿Usted dónde estaba, el día que se sucedieron estos hechos?
Yo estaba en el Ministerio de Defensa. Cuando supe de ese asalto criminal. Ellos (el M19) asaltaron el Palacio de Justicia y asesinaron a los magistrados. Y lo más grave, después de eso, se inventaron el cuento de la retoma.
El Gobierno nacional dispuso en aquel entonces que el comandante de la unidad operativa, general Arias Cabrales, llevara a cabo la recuperación del Palacio de Justicia. Nosotros éramos una fuerza legítima, nosotros llegamos al Palacio de Justicia fue a recuperar la edificación, a rescatar rehenes y a mantener el Estado de derecho. Esos tres puntos fueron los que estableció el Gobierno nacional al Ejército Nacional y el Ejército Nacional le dio esa tarea a mi jefe, el general Arias Cabrales.
Repito. Yo me encontraba en el Ministerio de Defensa esperando que el ministro me recibiera para tratar un tema deportivo. Ahí la secretaria empezó a recibir la comunicación de que se estaban tomando el Palacio de Justicia y ahí me desplacé a la Escuela de Caballería. Mientras me desplazaba, mandé por el radio, mandé a formar la Escuela para empleo y cuando llegué ya tenía la Escuela de Caballería en formación. Con la Escuela de Caballería, me dirigí al comandante de la brigada, le informé lo que estaba sucediendo, le pedí instrucciones y me dijo digo que, de conformidad con los planes establecidos, debería desplazarme a la Plaza de Bolívar y rodear el edificio que estuviera siendo objeto del asalto guerrillero, cosa que se hace solamente cuando el asalto guerrillero supera las capacidades de la Policía, porque el Ejército Nacional no cuida los edificios públicos, los cuida la Policía Nacional. Y eso estaba sucediendo en este momento, que era una salvajada lo que estaban haciendo estos señores.
¿Con qué espectáculo se encontró allí en ese momento?
Yo me desplacé a la Plaza de Bolívar con mis vehículos blindados. Desde que se ordena que se emplee una unidad blindada es para que se usen los blindados. Entonces yo me desplacé hasta la Plaza de Bolívar por disposición de mi general Arias Cabrales, a quien yo le pedí que me acompañara porque yo tenía muy buenos medios de comunicación y él me dijo, “no, yo no me desplazo a la Plaza de Bolívar hasta que no llegue la decisión política”. De la mayor importancia esto, porque por eso no se puede hablar de retoma, porque nosotros estamos haciendo una recuperación, porque mi general Arias esperó que el Gobierno nacional tomara la decisión. Si el Gobierno nacional decide que no se haga cosa diferente a rodear el Palacio de Justicia sin disparar y que el Gobierno va a negociar, pues hay que respetar esa decisión, pero la decisión de Belisario Betancur fue el empleo de la fuerza pública y se lo comunicó al comandante del Ejército, este se lo comunicó al general Arias Cabrales, yo no tenía contacto radial con ellos, tenía el contacto radial muy bueno con el general Arias Cabrales y mi general me ordenó ingresar al Palacio de Justicia con los vehículos blindados y así se cumplió.
Los asaltantes habían ingresado poco antes de las 12 del día, y en el momento en que las tropas llegaron, seguramente, ya había muertos, entre ellos, el administrador del Palacio, que se llamaba Jorge Tadeo Mayo, que lo asesinaron sin tener ningún arma para defenderse, y habían asesinado a dos pobres vigilantes que estaban cuidando el Palacio con escopeta. La Policía Nacional no estaba cuidando el Palacio de Justicia como debería hacerlo. Sobre eso hay una cantidad de investigaciones que no las conozco y, seguramente, habrá habido sanciones para algunos miembros de esa institución. Pero lo cierto es que esta es la situación. Nosotros rodeamos con vehículos blindados el Palacio de Justicia, esperamos las órdenes de mi general Arias Cabrales y las cumplimos tan pronto él las impartió.
¿Y qué pasó sobre la desgarradora súplica del presidente de la Corte Suprema durante la toma del Palacio de Justicia de que cesara el fuego?
Sucedió lo peor. A las 8 de la noche, estos sinvergüenzas le metieron candela al Palacio de Justicia, y esto es muy importante que se sepa. Fue el M-19, y por eso la juez, que era juez sin rostro, Clemencia García, estableció con claridad que el M-19 había incendiado el Palacio de Justicia, había declaraciones de magistrados que vieron cuando los guerrilleros incendiaban los archivos, porque ese era el compromiso con Pablo Escobar. Entonces, cogió fuerza el incendio, porque es que quemar archivos que son en papel, pues eso es como casi que prender gasolina, porque el papel, con la misma facilidad, se incendia. Fue tal la fuerza que tomó el incendio, que mi general Arias Cabrales me dijo, “salga ya con los vehículos del Palacio”, porque es que uno de los enemigos de los vehículos blindados es el fuego, porque se mueven con combustible. Entonces, a esa hora, 8:30 de la noche, saqué mis vehículos del Palacio de Justicia y cuando llegué con mi carro para bajarme a la Casa del Florero, porque ahí estaba el puesto de mando, ahí está mi general Arias Cabrales. Yo tenía que bajar a darle el reporte que ya estaba por fuera y regresar a mi carro. Cuando yo me bajé del vehículo, había una nube de periodistas. Y uno de los periodistas, no se me olvida el nombre, Jairo Pulgarín, un hombre muy inteligente, su voz se destacó sobre la de los demás porque todo el mundo me preguntaba al tiempo y me dijo, “¿qué es lo que está haciendo aquí el Ejército?”, y yo le contesté: “manteniendo la democracia, maestro”.
¿En síntesis cuál es la verdad?
Los hechos del Palacio de Justicia sucedieron en el año de 1985 y al mando de mi general Arias Cabrales estábamos cinco comandantes de batallón. ¿Cuándo se inician las investigaciones contra el coronel Plazas? Se abre una investigación en el año 2005, apenas salí yo del cargo de director Nacional de Estupefacientes.
El M-19 es un grupo terrorista y narcotraficante, y a mí me armaron el proceso sencillamente para cobrar venganza, más que del Palacio de Justicia, que había sucedido en 1985. La reflexión es que el país todavía no se ha dado cuenta que el narcotráfico se adueñó del Gobierno, no solamente el Gobierno nacional, sino de muchos gobiernos regionales y locales. La reflexión es que hay mucha gente que no le da importancia al tema del narcotráfico y no se está dando cuenta de que la perdición de Colombia ha sido el narcotráfico. La situación que en este momento vive Colombia a nivel internacional es vergonzosa, es triste, da lástima. Colombia se conoce únicamente porque es un país de guerrilleros y narcotraficantes. Nosotros necesitamos que los medios de comunicación se amarren los pantalones y saquen las verdades del M-19, vinculado al narcotráfico sin temor, como lo estoy haciendo yo, que no tengan miedo.
¿El M-19 sigue vigente?
¿No está vigente?, ¿usted cree que no? Le pregunto. Las Farc están vigentes, así hayan hecho procesos de paz. ¿Usted cree que no? Es que nos estamos engañando y nos dejamos engañar. No nos dejemos engañar, no nos dejemos engañar, por favor. ¿Usted cree que un país como los Estados Unidos va a sancionar al presidente de otro país si no tiene suficiente cantidad de información seria, veraz y comprobable para hacerlo?
¿Se arrepiente de algo de lo que pasó en el Palacio de Justicia?
Esa es una pregunta muy simpática. O sea, ¿usted teme que yo me arrepienta de haber ayudado a rescatar 260 personas de manos de los guerrilleros? ¿Cómo me voy a arrepentir de eso? Que yo me arrepienta de qué en este momento. Gracias a la actuación de nuestras tropas se puede pensar en elecciones el año entrante. ¿Me voy a arrepentir yo de eso? Por favor, me siento orgulloso, pleno de orgullo, y cuando me estaban diciendo a mí que me daban la libertad, si yo reconocía delitos que no había cometido, dije, “esto es lo que tengo para dejarle a mis hijos”. No me arrepiento, me siento orgulloso de lo que se ha hecho.
¿A qué está dedicado en este tiempo? ¿dónde vive?
Vivo en la Florida. Estoy dedicado a mi mujer, mis hijos y mis nietos y mis maravillosas nueras que son mis hijas. Estoy dedicado a escribir. Estaba escribiendo en un diario de Miami, pero suspendí por recomendación de mis abogados, dado que volvieron a acusarme los mismos de siempre. Mire, de todas las cosas que yo hago, buscan la forma de acusarme, y claro que me amargan la vida con eso, pero finalmente todos esos procesos los ganamos, porque es que cuando uno está con la verdad, lo justo sale a la cara. Estoy tranquilo, le cumplí a la patria y a los devotos de la democracia.








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