Llega el momento de hacerse con un bikini perfecto, una pieza que cada vez se selecciona teniendo en cuenta varias necesidades: días de playa y piscina, pero también para servir como prenda para eventos y fiestas, aunando comodidad y diseño.
Por María Muñoz Rivera
Firmas de Colombia, Brasil, Estados Unidos, Francia o Croacia se han dado cita en Ibiza Swim Week, la plataforma de moda de baño que siguiendo el formato de Miami y Nueva York ha desplegado las tendencias en bikinis y bañadores para esta temporada.
Piezas asimétricas:
el arte de revelar con intención
La asimetría se impone como uno de los recursos más poderosos del nuevo lenguaje estético en moda de baño. Esta temporada, los cortes oblicuos, los tirantes únicos y las siluetas descompensadas no solo introducen dinamismo en el diseño, sino que proponen una forma de seducción más sofisticada.
Aventura Swimwear apuesta por esta línea con propuestas que alternan volúmenes y estructuras, desdibujando la simetría tradicional del bañador y del bikini sin perder funcionalidad. Estas piezas juegan con el equilibrio visual, resaltan la figura de forma estratégica y conectan con una sensibilidad contemporánea que celebra la singularidad.
Este corte favorece a todo tipo de cuerpos generando la sensación óptica de un cuello más alargado y esbelto, y funciona tanto en partes de arriba como en bañadores, como los presentados por la firma colombo-española Cocora Shop, que apuesta por escote asimétrico en bañador negro liso, un básico para poder lucir como “body” de diario.
Broches como
ornamento: de lo
utilitario al detalle joya
Lo que en décadas pasadas era un elemento puramente funcional, en 2025 adquiere un rol protagonista. Los broches metálicos, los cierres dorados y las hebillas sobredimensionadas se convierten en detalles ornamentales que transforman piezas sencillas en ejercicios de estilo.
Original Oceans introduce esta clave en su colección mediante bikinis con broches centrales que no solo estructuran el escote, sino que actúan como eje visual del diseño y con un aire de sofisticación que recuerda a firmas como Schiaparelli.
Estos detalles evocan el glamur clásico de los años noventa, recordando las colecciones de Gianni Versace en las que las piezas metálicas articulaban la prenda como si fueran joyas.
Sin embargo, en la propuesta actual, estos ornamentos conviven con tejidos sostenibles, acabados mates y cortes minimalistas. Aventura Swimwear, por su parte, opta por broches laterales que rompen la continuidad del tejido, aportando sofisticación sin sobrecargar.
Esta inclinación por los accesorios integrados responde también a una mayor atención al detalle por parte del consumidor. Las prendas de baño ya no se conciben únicamente como funcionales, sino como parte de una narrativa estética que continúa fuera del agua: en un chiringuito junto al mar, en un club de playa o en una terraza urbana.
El negro como básico indiscutible: permanencia y poder
Aunque cada verano se asocie a una paleta de colores vibrantes, el negro mantiene su estatus como absoluto imprescindible en el armario de baño. Elegante, atemporal y favorecedor, este tono se reafirma como símbolo de sofisticación y seguridad.
En las pasarelas de moda baño de 2025, el negro aparece tanto en bikinis minimalistas como en bañadores de corte arquitectónico, con o sin ornamentos.
La firma Cocora lo utiliza como base para sus diseños de siluetas limpias y precisas, mientras que Aventura Swimwear incorpora este tono en sus piezas con cortes geométricos, demostrando que la fuerza del negro reside precisamente en su capacidad para adaptarse a cualquier tipología corporal y a cualquier propuesta de diseño.
Más allá de la estética, el negro se vincula a una narrativa de empoderamiento: es el color que no necesita demostrar nada y, sin embargo, siempre comunica seguridad. En un entorno donde lo visual se ha saturado, su sobriedad actúa como un gesto de resistencia frente a lo efímero por el que también ha apostado Top Knot.
En el baño, como en la moda urbana, el negro continúa siendo un manifiesto silencioso de estilo, que aparece para este verano combinado con faldas de transparencias y pareos anudados en la cadera de forma asimétrica.
El bikini de triángulo:
comodidad y regreso
a lo esencial
El clásico bikini de triángulo vive una nueva edad dorada. Lejos de ser una concesión nostálgica a los años 2000, su regreso responde a una búsqueda de simplicidad y funcionalidad sin renunciar a la sensualidad.
Este patrón, que se anuda con tiras finas en cuello y cadera, permite una adaptación perfecta al cuerpo y favorece el bronceado uniforme, dos cualidades que las consumidoras siguen valorando año tras año.
Original Oceans reinterpreta este básico que aporta riqueza visual sin complicar la estructura. En sus versiones más sofisticadas, como las de Evita Swimwear, el triángulo se transforma en un lienzo para explorar texturas.
Esta fusión entre tradición y novedad convierte al bikini triangular en un básico evolucionado, capaz de adaptarse tanto a los gustos más clásicos como a las propuestas más experimentales.
Además, esta prenda permite múltiples combinaciones. Los tops de triángulo pueden coordinarse con braguitas de talle alto o con diseños de corte brasileño, lo que refuerza su versatilidad. La clave de su permanencia radica precisamente en su aparente sencillez: cuanto más simple es la estructura, mayor es su capacidad de transformación.
Bañadores de efecto corsé: control y sensualidad en
equilibrio
El último gran protagonista de la temporada es el bañador de efecto corsé. Con costuras estructurales, refuerzos en el abdomen y copas moldeadas, estas piezas reinterpretan el concepto de control mediante una óptica de empoderamiento.
Lejos de las prendas correctivas del pasado, los nuevos diseños celebran la silueta femenina sin ocultarla, ofreciendo soporte sin renunciar a la estética y aportando la posibilidad de ser lucido también para eventos junto a faldas o pantalones cortos.
La firma May Rose presenta versiones en azul turquesa con efecto de raso tornasolado y copas, una figura de bustier elegante que resalta el bronceado y que es perfecta para cualquier tipo de cuerpo.
Este tipo de bañadores también refleja una tendencia generalizada en la moda contemporánea: el interés por prendas que empoderan sin reprimir, que estilizan sin dictar. Son diseños pensados para mujeres que desean sentirse seguras, sostenidas y elegantes, incluso en el contexto más relajado del verano.
Las tendencias en moda de baño para el verano 2025 revelan una madurez estilística que se aleja de los excesos y celebra el diseño inteligente. Asimetrías estratégicas, ornamentos funcionales, tonos clásicos y siluetas versátiles componen una narrativa estética que apuesta por el equilibrio.
En este contexto, el bañador y el bikini dejan de ser piezas accesorias del verano para convertirse en protagonistas de un relato más amplio: el del estilo consciente, duradero y profundamente contemporáneo.
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