Por María C. Rodriguez
Ríase… Pero a carcajadas
No caben dudas de que reír es saludable. Hace más de 4000 años, en el Antiguo Imperio Chino, existían unos templos donde las personas se reunían para reírse, con el fin de encontrar un equilibrio para la salud. En culturas antiguas de tipo tribal, existía la figura del “doctor payaso”, un hechicero vestido y maquillado, que aplicaba terapias de la risa para curar guerreros enfermos.
Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa. Algo que ha sido demostrado científicamente al descubrirse que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos un segundo después de comenzar a reír.
La risa está localizada en la zona prefrontal de la corteza cerebral, donde reside la creatividad, capacidad para pensar en futuros próximos. A medida que vamos creciendo, ganamos en madurez, pero perdemos la espontaneidad de dejarnos llevar por la risa, o incluso de ver el lado positivo y cómico de las cosas. Los bebés empiezan a reírse hacia los cuatro meses de edad.
Al reírnos, el cerebro emite una orden que provoca la segregación de endorfinas, sustancias que poseen unas propiedades similares a la morfina, aliviando el dolor, aportando equilibrio entre el tono vital y la depresión.
REIRSE PROPORCIONA INNUMERABLES BENEFICIOS
• Las carcajadas disminuyen el insomnio.
• Previene los infartos, ya que los espasmos que se producen en el diafragma fortalecen los pulmones y el corazón.
• Rejuvenece la piel porque tiene un efecto tonificante y antiarrugas.
• Al liberarse endorfinas, tiene un efecto analgésico.
• La carcajada hace vibrar la cabeza y se despejan la nariz y el oído.
• Reduce la presión arterial.• Refuerza el sistema inmunológico.
• Facilita la digestión, al aumentar las contracciones de los músculos abdominales.
• Mejora la respiración.
A nivel psicológico, la risa elimina el estrés y alivia la depresión, incrementando la autoestima y la confianza en uno mismo. Combate miedos y fobias, así como la timidez, al facilitar la comunicación entre las personas, expresando emociones y favoreciendo la existencia de lazos afectivos. La risa alivia el sufrimiento, además de descargar tensiones, potenciando la creatividad y la imaginación.
Así que, si es de los que no ríen con frecuencia, busque la manera de hacerlo a diario, y ríase…pero a carcajadas.
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