En la tarde del 17 de enero, en un Hospice Care, entregó su alma al Creador, el amigo, Martín N. Añorga, nacido en la ciudad de Matanzas, Cuba, la que abandonó por imperios del sistema de gobierno ateo impuesto en, nuestro hermoso y querido país. Justo es señalar, que no dejó Martín Añorga de sentirse matancero, a pesar de haber sido trasplantado a Estados Unidos.

Hombre profundamente religioso, se entregó totalmente a su fe inquebrantable, llegando a graduarse como Reverendo y Pastor de su iglesia.

Era un verdadero gusto hablar con Martín, poseía una cultura vastísima y una excelente facundia, cualidades que lo enaltecieron siempre con sus lectores y oyentes.

Viajó mucho en su larguísima vida, poniendo siempre en presencia su condición de cubano, de hijo de Matanzas y su liderazgo como Pastor de su iglesia.

Escritor de pluma deslumbrante, embellecía todos sus escritos con un lenguaje enteramente poético. Estuvo por muchos años educándonos a través del semanario LIBRE, dedicándonos en dos de sus páginas, hechos religiosos, poéticos, históricos, sociales, etc.

Unido en segundas nupcias con la distinguida amiga puertopadrense, Iraida Yocham disfrutaron durante muchos años de un amor puro e incomparable. El trato bondadoso de Martín era como un imán que atraía corazones.

Este escrito es un pequeño homenaje a quien supo vivir solamente para educar   y llenar de amor los corazones.

Paz eterna en tu sepulcro, sagrado hombre de Dios.

Eladio Tito Peña Trujillo

Miami. Fl.