Cuaresma:  Luz y Paz

La Cuaresma es un camino que se recorre cada año. Debe ser recorrido con todo el poder que merece. Es un tiempo de ayuno, de guarda, de paz, de luz perdón. Si se perdona las ofensas, si es que ha habido. Dios el Señor ayuda en que sean perdonadas. Recordar que a Dios no se le puede dejar todo, cada uno de nosotros tenemos que poner una parte, para que Dios actué en la reconciliación.

La Cuaresma es para vivirla con todo el corazón en la mente puesta en la enseñanza que Jesús nos las ofreció, para la paz y la concordia. Por eso hay que vivir el Via-Cruces con todo el respeto que Jesús merece, con toda la mayor reverencia. Eso es Cuaresma.

La Cuaresma no es para quedar a la mitad del camino, hay que caminar, hay que llegar a la cumbre, subir hasta llegar si es que queremos triunfar, hay que tocar la otra orilla, si es que quieres llegar a ese final. Así hicieron los santos, nunca se pararon, caminaron con firmeza, por eso llegaron a lo que se propusieron, ellos querían la santidad y a ella segaron con la ayuda de Dios y su esfuerzo lo lograrán. ¿Por qué no nosotros? pues sí se puede lograr si así lo hacemos.

La gracia de Dios es un continuo sin límite, quien lo quiera seguir, es un andar porque es un poder soberano, hay atractivo en ese sendero que nuestro Señor tiene preparado para cada uno quien lo quiera seguir en todo tiempo, es cumplir lo que él pide para nuestro bien personal.

Así que Cuaresma es reconciliación y perdón que se puede encontrar en el andar de la vida que sea mejor, que se oiga la voz del Supremo, que cada hombre y cada mujer ponga su parte para unirse a Jesucristo, en cada Cuaresma con todo anhelo él nos da la bendición y nos sostiene en la unión.

La Cuaresma se recuerda cada año para dar a conocer a quien vino enviado por su Padre Dios, es un regalo que no se debe rechazar, Jesús vino a salvarnos del pecado y de la calamidad de esta vida, vida que es un regalo de Dios nuestro Señor.

Pedro León López 

Spokane, WA.