Por Roberto Luque Escalona

A las frases para la Historia nunca le faltan oyentes

*Giuliano della Rovere, que asumió como Papa con el nombre de Julio II, le encargó a Miguel Ángel la construcción de un mausoleo para cuando le llegara la hora. Como todos los papas, Julio II era un hombre mayor y cuando pasó el tiempo y el mausoleo no tomaba forma, le advirtió al artista que debía renunciar a la huevonez y terminarlo ya, pero ya. Miguel Ángel no advirtió el peligro, que Julio II tenía fama de ser muy agresivo. Y la agresividad se hizo presente: el Papa se quedó sin reservas de paciencia y le entró a bastonazos al artista. Cuando pudo escapar de aquel aguacero de madera, Miguel Ángel salió a escape, montó a caballo y huyó a su natal Florencia. Luego de cruzar la frontera del Estado Pontificio, que entonces era un verdadero país, avanzó hasta estar seguro de no ser visto ni escuchado, se detuvo, alzó los brazos al cielo y gritó a toda voz: “¡Alla merda il Papa!” Alguien lo escuchó, que a las frases para la historia nunca le faltan oyentes.

A donde quería llegar: cinco siglos después yo digo lo mismo, aunque, como podrán suponer, este es otro Papa.

*A Barack Hussein Obama le salió a flote su herencia musulmana y comparó la violencia ejercida por los cristianos con la puesta en práctica por los musulmanes. Sólo un creyente en lo que Mustafá Kemal llamó “la teología absurda de un beduino inmoral” puede hacer una afirmación semejante. Personas como Obama no pierden oportunidad de mencionar la Inquisición, pero la Inquisición ya no existe. La crueldad y el salvajismo de los musulmanes es la misma desde los tiempos de Mahoma.

*Miles de judíos americanos se han manifestado de manera violenta a favor del terrorismo de Hamas y contra la respuesta que le está dando Israel. Son los mismos judíos que me acusaron de anti-semita. Uno de ellos, un rabino nacido en Argentina fue más allá y la emprendió contra los cubanos en general y fue tan infame que llegó a decir que los cubanos nos habíamos plegado al castrismo sin luchar. En nombre de los miles de presos y fusilados por la tiranía, maldita sea la bruja que te parió desgraciado.