Por María C. Rodríguez
Se trata del sur de Vietnam; concretamente, abarca los actuales departamentos del Delta del Mekong y Sudeste. La primera referencia de ese nombre procede de las crónicas de viajes que enviaban los misioneros españoles enviados a la zona en el siglo XVII. Allí se toparon con religiosos colonizadores franceses que ya habían acuñado el término Cochinchine –aunque algunas transcripciones añadían y añaden aún una n, “Conchinchina”–. El topónimo realmente está compuesto por dos palabras: Cochin y China. Cochin era el modo en el que los portugueses –que fueron los primeros navegantes occidentales que exploraron la zona– llamaban a la India. Así que aquella, para los franceses, pasó a ser la “India” más “china”, digamos. De ahí nació también el término de origen francés Indochina, que incluía Vietnam, Camboya, Laos, Birmania la Malasia peninsular y Tailandia. Después de la colonización francesa del siglo XIX, hubo geógrafos que usaban ese topónimo para designar exclusivamente las provincias ocupadas por los galos, que no eran todas las mencionadas unas líneas más arriba.
SOBRE LOS
SUPLICIOS TÁRTAROS
En la mitología griega, el Tártaro era la zona más remota del infierno, y el lugar donde sufrían terribles castigos quienes ofendían a los dioses. Por ejemplo, Ixión pasó la eternidad en una rueda en llamas por arrojar a su suegro a un pozo incandescente. Ya en Roma, Virgilio (La Eneida) lo sitúa rodeado por un río de llamas y protegido por una hidra de 50 cabezas. El cristianismo recogió el mito del Tártaro, y en el Nuevo Testamento se tradujo como “infierno”; se tomó la parte por el todo, pero se mantuvo la idea de la tortura eterna y las llamas.
LOS IDUS DE MARZO EN LA ANTIGUA ROMA
Era el 15 de marzo, día en que se festejaba al dios Marte. Antes de que con Julio César se adoptara el calendario juliano en (46 a. C.), los romanos organizaban sus meses en torno a tres días claves: los calendas (el primero de mes), los nones (el séptimo en marzo, mayo, julio y octubre; y el quinto en el resto de los meses) y los idus (el decimoquinto día en marzo, mayo, julio y octubre; y el decimotercero en el resto). El término idus está vinculado en latín a la división de una cosa en dos, y no por casualidad marcaba, aproximadamente, la mitad del mes y los ciclos de luna llena.
LAS ‘TROPAS DE CÁLCULO’
Eran sencillamente salas repletas de personas realizando complicados cálculos matemáticos. Comenzaron a surgir hacia 1937 en EE.UU., cuando el Gobierno habilitó partidas de dinero que empleara a personas sin trabajo en labores que sirvieran para ayudar a todo tipo de empresas. Por entonces, había calculadoras muy pedestres y que admitían poca complejidad. Estas tropas se empleaban en estadística, cálculos científicos y hasta en balística, determinando trayectorias de proyectiles.
LA MANZANA PROHIBIDA
La palabra tappuach, “manzana” en hebreo, aparece varias veces en la Biblia, pero no para referirse al fruto prohibido. Fueron los artistas de la Edad Media quienes representaron el fruto prohibido como una manzana, imagen que cobró tanta fuerza durante el Renacimiento que aún damos por sentado que Eva mordió una manzana. Tanto los pintores como los escritores aceptaron esta representación, y con ello sustituyeron cualquier iconografía católica anterior. El Museo del Prado guarda una muestra del resultado en la obra Adán y Eva, firmada por Alberto Durero y fechada en 1507.
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