Por José «Chamby» Campos

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Japón ha llevado una trayectoria triunfal en todos los aspectos de su recuperación como la nación más afectada durante el mencionado conflicto.

Hemos visto como sus productos se han colocado en la cima del planeta. Electrónicamente dominan el mercado y en la industria automotriz han sobrepasado las compañías que por décadas estuvieron al frente. Marcas como Toyota, Nissan y Honda han acaparado la mayoría de los compradores de carros. Inclusive esta última ha desplazado a McLaren, Mercedes y Ferrari en las competencias de carros Fórmula 1.

Con el pasar del tiempo Japón también ha estado importando peloteros a Las Grandes Ligas con bastante éxito, como han sido los casos de los lanzadores Hideo Nomo, Daisuke Matsuzaka, Masahiro Tanaka, Yu Darvish y los jugadores de cuadro Kazuo Matsui, Kosuke Fukudome, Hideki Matsui y el Super Estrella Ichiro Suzuki. 

Ahora nos llega un pelotero con unas facultades que solo se pueden comparar con esas del Legendario del Diamante, Babe Ruth.

El béisbol se ha sofisticado al punto de llevar al jugador a un nivel que casi refleja un robot; a los lanzadores les envían por computadoras que cargan en su muñeca lo que tienen que lanzar, al bateador le dan cientos de estadísticas inmediatas para que puedan estar al tanto de lo que va a recibir por parte del pitcher y cuando salen al terreno lo sitúan donde existe la máxima probabilidad que venga la bola. 

Los nuevos directores y las analíticas del juego actual básicamente llevan a los atletas a que se conviertan en especialistas de las diferentes facetas del juego. Es aquí donde entra Shohei Ohtani, un joven pelotero japonés que ha revolucionado el pasatiempo nacional como no se veía en largo tiempo. Bateador extraordinario que juega en los jardines o es usado como Bateador Designado y por último en un gran lanzador.

Las estadísticas del nipón al finalizar la primera parte de la temporada, su equipo ha jugado 91 encuentros, son las siguientes.

Del lado ofensivo ha pegado 32 cuadrangulares con 71 carreras impulsadas, 63 carreras anotadas, 53 extra bases, average de bateo de .302 y un promedio de embasamiento de .387. En jonrones y extra bases lidera Las Grandes Ligas.

Para cualquier pelotero estos números reflejarían una gran campaña pero para este joven oriundo de la tierra del sol naciente esto no es suficiente, ya que también es pitcher y sus guarismos desde el otro lado del plato son espectaculares.

Cuenta con una marca de 7 victorias y 4 derrotas en un equipo que se encuentra en cuarto lugar de su división.  Con 100 entradas y un tercio lanzadas tiene un promedio de carreras limpias por juego de 3.32, ha permitido solamente 67 imparables y ha ponchado a 132 bateadores.

Faltándole a su equipo 71 partidos por jugar, Ohtani va en camino de terminar la temporada con 50 jonrones, 120 carreras anotadas, 100 carreras anotadas, 90 extra bases, promedio de bateo por encima de los .300, 12 juegos ganados, 225 ponches y promedio de carrera limpias por juego alrededor de 3.50.

Esa hazaña lo colocaría en un exclusivo club donde solo existe un miembro que es Babe Ruth. Los únicos peloteros en la historia en dominar ambas categorías.

Desde que el japonés ingresó con Los Angelinos de Los Ángeles en el año 2018 ha sido una de las grandes atracciones a través de la liga. El primer año se llevó el trofeo del “Novato del Año” y tres temporadas más tarde fue otorgado el “Jugador Mas Valioso”.

Al final de esta campaña Ohtani será agente libre y muchos de los expertos especulan sobre su futuro. Para comenzar, cualquier franquicia que reciba sus servicios tendrá que pagar un precio jamás visto. 

En mi opinión, siendo un pelotero de cuadro que en adición es un tremendo lanzador, pienso que su salario estará alrededor de los 60 millones de dólares anuales. También me atrevo a vaticinar que su nueva casa pudiera estar en el este del país a pesar de que Los Dodgers van a ofrecer una buena cantidad para llevarlo a sus filas.

De cualquier modo, Las Grandes Ligas es la gran beneficiada por la publicidad que se ha ido generando y que al final de la jornada es dueña de un atleta que rivaliza a los Lebron James del baloncesto, los Lionel Messi del fútbol y los Patrick Mahomes del football americano.

Si de música se tratara este artículo, Shohei Ohtani fuera “El Hombre Orquesta”.