SI PERDEMOS EN UCRANIA…

Written by Libre Online

7 de febrero de 2023

(III de III)

Pero si la dejadez política abandonara a Ucrania en estos momentos en que la victoria total está a la mano, nos abocaríamos a las más terribles consecuencias. 

La nueva Rusia soviética (que es lo mismo de antes), no perdería tiempo en convertir a Ucrania en un complejo militar masivo, empotrando su cohetería nuclear al este de la frontera con Polonia y al norte de Rumania y Moldavia, contando con más de doscientas mil tropas acantonadas en el corazón de Europa, para dominar el continente con su conocido chantaje político, militar y energético. Trasnistria sería el trampolín para ocupar a Moldavia, y quizá partes de Polonia y Rumania como ya han manifestado algunos en la Duma rusa, y la nueva Rusia Soviética se enseñaba tras el domino del Mar de Azov, el Mar Negro y el Mediterráneo, ampliando su potencia naval en Sebastopol y Siria, y dotando a Irán de cohetería nuclear irresponsablemente.

El pueblo de Ucrania sería más abusado, maltratado y avasallado que nunca antes. El extenso prontuario de crímenes, saqueos y torturas del ejército ruso podría aumentar su bochornoso listado desatando toda su furia contra un país que le venció en el campo de batalla y le ridiculizó militarmente. Pero la pesadilla sólo comenzaría entonces.

La República Popular China (que sigue siendo China Roja, no se ilusionen) envalentonada aún más por la desidia del mundo occidental, y contando con la flota mayor del mundo, ocuparía Taiwán sin necesidad de lanzar ni un cohete, pues con Europa intimidada y acosada, Inglaterra aislada en el norte y el fortalecido emplazamiento de Kaliningrado más potente que nunca, la flota rusa del norte dominando totalmente el golfo de Riga, el golfo de Finlandia y el Mar Báltico y las pobres y pequeñas repúblicas bálticas de Letonia, Lituania y Estonia anuladas por completo, China Roja controlaría el mar del Japón y crearía un arco ofensivo sobre los nipones entre su flota del sur y la de Corea del Norte regenteando de hecho las vías marítimas mercantiles y militares, y teniendo a Taiwán aislado, indefenso y a la mano.

Los países de África y América Latina, cuyas enormes masas de familias malviviendo bajo el nivel de la pobreza han sido influenciadas durante años con las engañosas y nocivas teorías izquierdistas, y con sus universidades minadas de comunistas, casi serían aliados naturales del nuevo mundo unipolar de los países autocráticos con Rusia y China al frente.

Nueva Zelandia, Australia, los Estados Unidos de América y Canadá, serían gravemente afectados no solamente en su influencia democrática a escala mundial, sino en su propia prosperidad económica, ahora constreñida y de limitados alcances. 

El nivel económico y social de la nación norteamericana cambiaría drásticamente y su presupuesto militar sería cada vez más reducido, al igual que el nivel de vida de sus ciudadanos. Ya la OTAN no importaría. 

Por otra parte, el moderno y poderoso estado de Israel, democracia rodeada de enemigos y antiguos seudo-aliados de Norteamérica, quedaría a merced de Irán y el hostil mundo árabe, sin que su «Domo de Hierro» pudiese evitar el exterminio que posibles bombas tácticas nucleares desatarían sobre su ejemplar y digna nación la cual, sin embargo, ostenta tristemente un fatal «talón de Aquiles»: Su enanismo geográfico, una nación de diminutas dimensiones.

No, los párrafos finales aquí descritos, no constituyen el desenlace trágico de una novela de ciencia-ficción, sino todo lo contrario, una posible realidad cuyas probabilidades de concretarse se verían aumentadas dramáticamente, si perdemos en Ucrania.

Felipe Lorenzo 

Hialeah, Fl.

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