Puerto de Esperanza

Written by Libre Online

29 de noviembre de 2022

Por el océano de recuerdos 

Once meses navego mi Cuba.

La aleja el silencio de su brisa,

La acerca la voz de mi culpa.

La aleja las olas de los días, 

la acerca el espejismo de mi cuna.

Por el océano de recuerdos

Once meses navego mi Cuba.

Despliego velas en busca de puerto,

Velas de la humilde tela de saco;

Sacos de paisajes, fechas y rostros

Que con hilos de su música hago.

Es diciembre. Es Adviento,.

¡Ya mi Cuba no navego…!

Mi nave se torna en establo,

Se cobija con las velas,

Las olas se hacen verde pasto,

La arena lomas y cuevas.

Baja el cielo con estrellas de Rocío,

Las nubes se precipitan en riachuelo,

Y un costero mangle se hace arbolito

Con guirnaldas de caracoles del suelo.

Las cubanas flora y fauna marinas

Se transforman en burro, vaca y mula,

En mariposas, como insecto y como flor,

Y en ovejita vestidas de espuma.

¡Mi nave ya es “un nacimiento”!

Su magia me navega y ancla en Cuba.

¡Es diciembre, … Es Navidad!

No hay luz, todo está oscuro,

No hay golosinas ni vinos, 

Ni harina para hacer churro.

El Adviento: la espera de décadas

Del pueblo del exilio y de Cuba;

Vive en el sentimiento común

De ofrecerle a Enmanuel una cuna.

Los pioneros y los que no son,

Cantan himnos y villancicos 

Y sus pobres manitas vacías 

Se agitan llenas de cariñitos. 

La ley de Dios y de los hombres,

Acogerán a José, María y Jesús; 

Tendrá sentido la vida del cubano 

Y habrá justicia, libertad, pan y luz.

Elisa N.  Fernández Torres

Navidad llega

Cuando se disipa una duda

Y se hace luz en el alma

Cuando un corazón triste 

recibe consuelo.

Cuando un pobre 

alivia su necesidad.

Cuando brillan los ojos 

la alegría de un deber cumplido

Cuando nace la paz 

de una reconciliación.

Cuando se ahuyenta la soledad 

con la dulce compañía de una sonrisa.

Cuando una cálida palabra de aliento 

deslíe el hielo de la disolución.

Cuando el sol de la esperanza 

alumbra las tinieblas del fracaso.

Cuando el recuerdo de la primera fe 

borra las huellas de las últimas credulidades. 

Cuando en un corazón vetusto y cansado 

reviven los entusiasmos de la niñez.

Cuando las lágrimas de la emoción 

multiplican los reflejos del Sol de la libertad.

Navidad llega…

Cuántas veces en la vida de los otros 

podemos nosotros hacer Navidad

(De autor desconocido)

Enviado por Elisa N.  Fernández Torres

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