De lo único que están seguros los miamenses es que el tradicional Día del Trabajo, en el próximo mes de septiembre, lo van a celebrar laborando, ya que la situación económica actual está muy difícil y es tiempo de ahorrar más para enfrentar el fantasma de la inflación.
“Antes hacíamos fiesta con los amigos, pero, este año, todo está muy difícil y no hay dinero para esto. Además, tengo tres trabajos y a todos me toca ir ese día”, dijo Clemente Adriano, quien labora temporalmente en un supermercado de Kendall.
“Tengo cinco hijos y la plata ya no me alcanza para nada. Me tocó pedir prestado para comprarles los útiles escolares”, dijo supremamente preocupado Adriano, quien tuvo que conseguirse otros dos empleos de medio tiempo para superar la situación económica que vive con su familia actualmente.
Todos los encuestados, finalmente, dijeron que el Día del Trabajo estarán laborando porque no pueden perder ningún día sin trabajar porque esto les afecta directamente el bolsillo y, más aún, en estos tiempos tan difíciles.
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