Por: Álvaro J. Álvarez
Justo cuando sonó el cañonazo de las 9 de la noche de aquel caluroso martes 22 de agosto de 1922 una mujer habló por primera vez en la radio en forma experimental, porque fue en abril de 1923 cuando la inauguró de forma oficial.
Zoila Casas Rodríguez, tuvo el privilegio de ser la primera anunciadora, locutora y narradora de Cuba y al parecer de todo el continente americano. Luego lo harían México y Argentina.
La transmisión se efectuó desde su casa situada en la calle Ánimas #99 (actual 457) entre Manrique y San Nicolás, en La Habana.
Nos imaginamos que el presidente liberal en funciones en ese momento, Alfredo Sayas Alfonso emocionado y orgulloso la haya escuchado.
Siendo aquella una noche calurosa en La Habana, Zoila debió dejar a un lado su abanico para acercarse al micrófono y presentar las canciones que dieron origen a su primera alocución.
A la mañana siguiente, por las calles aledañas al hogar, corría la noticia como un escándalo. Una muchacha se había atrevido a romper con el mito de una profesión exclusiva de hombres, porque incluso Estados Unidos que en 1920 instaló su primera emisora radial, la KDKA, tardó años para permitir de manera oficial que una mujer ocupara la plaza de locutora.
Pero Zoila hizo oído necio de aquel rumor, por eso cuando su padre le pidió que además de anunciar canciones, narrara un cuento infantil, ella esbozó una sonrisa de entusiasmo y le dijo: ¡Pinocho!
Realmente el experimento era muy modesto, con 10 watts operaba en la banda de 360 metros. Aunque de escasa potencia su señal tenía un gran alcance, porque en ese tiempo el éter estaba totalmente limpio.
Minutos antes de las 9 la Q-2LC abría su señal con un toque de atención dado con una corneta de juguete, a lo cual seguían golpecitos sobre el metal del instrumento, semejantes al tic tac de un reloj, mientras el micrófono captaba por una ventana abierta el tradicional y milenario cañonazo, desde la Fortaleza de La Cabaña. Acto seguido y luego de otro acorde de corneta, Casas Romero, decía: “Son las nueve en punto”. A continuación, él ofrecía el pronóstico del tiempo y seguidamente Zoila presentaba una canción, obtenida de un fonógrafo y luego narraba un cuento para que los niños se durmieran con la feliz máxima de colorín colorado mi cuento se ha acabado y ustedes tienen que dormir.
El primer cuento que transmitió fue Pinocho.
La Q-2LC (Q letra asignada a Cuba, el 2 por ser La Habana la segunda provincia y LC por Luis Casas) contaba en sus inicios con un permiso de la Secretaría de Comunicaciones, pero obtuvo la licencia oficial el 16 de abril de 1923, posibilitando entonces la transmisión de forma continua hasta 1928.
Ese 16 de abril el programa inaugural duró dos horas, contó con tres orquestas, fue abierto por el Himno Nacional ejecutado por la Orquesta Casas bajo la dirección de Casas Romero y estuvo avalado por los discursos del Mayor General Alberto Herrera Franchi, jefe del Estado Mayor del Ejército y del Dr. Armando Cartaya, director General de Comunicaciones de la República.
Zoila fue uno de los 6 hijos del capitán camagüeyano del Ejército Libertador Luis Casas Romero, notable flautista, compositor y director de bandas y orquestas, además creador de Hortensia, la primera criolla hecha en la Isla, aunque EL Mambí es sin duda la más reconocida obra suya y uno de los más puros símbolos de cubanidad.
Hombre inclinado a los experimentos y de ahí que junto con su hijo Luis, que entonces tenía 16 años, construyera la primera planta de radio en Cuba, la cual trasmitió hasta 1928.
Luis Casas Romero nació en Camagüey el 24 de mayo de 1882 y falleció en La Habana el 30 de octubre de 1950.
Con apenas quince años en 1897 se unió al Ejército Libertador, bajo el mando del General López Recio y regresó de la guerra con una profunda herida en la pierna derecha, que le afectó el resto de su vida.
Contrajo matrimonio en su tierra natal, el 17 de abril de 1902, con Roselina Rodríguez Rivera.
De esta unión nacieron seis hijos, cuatro hembras y dos varones. Las hembras que conocemos son Zoila y María Luisa y los dos varones son Luis (1906) y Ricardo Ernesto (1914-1971).
Varios años más tarde, en 1942, en La Habana, se casó con María Esther Lamelo Salazar.
En 1907 se fue a vivir para La Habana donde trabajó como flautista.
En el 1918 fundó la primera fábrica electromecánica de rollos de pianola, en la que colaboraron Ernesto Lecuona, Moisés Simons, Jaime Prats, Nilo Menéndez y Vicente Lanz, denominó al método de perforación rollo autógrafo.
Tiempo después, por esos azares y sortilegios de la vida, Zoila abandonó el camino de la comunicación y entró en un convento, para hasta su muerte, cubrir su imagen con el velo y el manto de monja.
Sin embargo, siempre que emprendamos el viaje virtual a la semilla de la radio en Cuba, ella, como una estrellita, estará esperándonos para de alguna manera alumbrar el comienzo del azaroso camino que emprendieron sus sucesoras, durante las décadas de 1920 y 1930.
Su hermana María Luisa Casas Rodríguez fue una de sus tantas sucesoras, quien se dedicó con extraordinario éxito y por entero a la radio, desde su comienzo, con talento y nivel profesional, conquistando a los oyentes de la radio que fundara su padre.
El 16 de diciembre de 1933, Casas Romero inauguró la COC la primera emisora de onda corta que hubo en Cuba que luego el 28 de enero de 1948 fue adquirida por Guido García Inclán y le puso el nombre de Radio COCO y el Periódico del Aire.
Luis Casas Romero también fundó la CMCK.
Ricardo Ernesto Casas Rodríguez, locutor, compositor, profesor, productor y director de programas radiales y televisivos. Comenzó como locutor, en español e inglés, en la COC, creada en 1933 por su padre. Continuó esa labor al transformarse la COC en la COCO y luego a esta transmitir simultáneamente, desde 1937, una amplia programación con la CMCK, también propiedad de su progenitor. Allí fue director artístico y administrador entre 1937 y 1945. Ese año cuando ambas plantas dejaron de pertenecer al patrimonio familiar, Ricardo Ernesto Casas se trasladó a Estados Unidos, donde estudió dirección dramática y trabajó como narrador, actor y realizador en la NBC.
No obstante, la radiodifusión en Cuba fue inaugurada oficialmente el 10 de octubre de 1922, cuando a las 4:00 pm salió al aire la señal de la emisora PWX, de la Cuban Telephone (filial de la IT) emitida en onda de 400 metros, con una potencia de 500 watts.
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