El congresista republicano Carlos Giménez aseguró que “no hay abusos en un centro de detención en el downtown de Miami” el cual estuvo visitando para cerciorarse de que allí se están cumpliendo a cabalidad con todas las normas y reglas penitenciarias de los reclusos.

Giménez habló con los periodistas luego de una serie de denuncias de los propios reclusos en el sentido de que se les estaban violando todos sus derechos mientras permanecían detenidos allí como la falta de alimentos y salidas a tomar el sol y aire en los patios diariamente.

“Estuve 45 minutos allí y hablé con las respectivas autoridades, inclusive representantes de ICE, quienes me confirmaron que en este penal federal se están respetando todos los derechos de los detenidos como la asistencia, entre otros, de sus respectivos abogados de la defensa”, dijo.

“Pude confirmar igualmente que las autoridades del penal asimismo les están suministrando todos los beneficios tales como salas de ejercicios, acceso a computadoras y teléfonos celulares, al igual que visitas de sus abogados y asistencia médica”, reiteró Giménez.

“Actualmente están allí en custodia más de 150 detenidos en una prisión federal que tiene capacidad para más de 500 y la mayoría fueron llevados aquí tras incumplir las leyes de los Estados Unidos como integrar bandas de malhechores o estar en el país ilegalmente”, sostuvo.

“Todos los detenidos pueden además relacionarse con abogados de los respectivos consulados de sus países o de sus embajadas quienes los asisten jurídicamente para ayudarlos a solucionar sus problemas tras ser detenidos en el país en los últimos tiempos”, insistió.

“Algunos desde el pasado mes de febrero están en esta prisión federal debido a que en otros lugares de detención no había cupo y, le puedo asegurar, que en este sitio del downtown de Miami no hay hacinamientos”, expresó el congresista republicano.

“Tampoco es cierto que alguno de los ascensores estén fuera de servicio porque a todos se les ha dado el respectivo mantenimiento, a fin de que no haya obstáculos o inconvenientes para las visitas de los abogados o incluso de los propios familiares de los detenidos”, explicó.

“No se ha logrado tampoco verificar, como se denunció, que algunos reclusos fueron reprimidos con gases lacrimógenos durante una protesta que ellos hicieron hace algunos días para exigir varias clases de beneficios y derechos”, precisó Giménez.

“Las condiciones, en ningún momento, son inhumanas porque las autoridades de esta prisión federal han estado al tanto de que no haya extralimitaciones de los derechos de los detenidos durante su permanencia en este lugar”, agregó Carlos Giménez.

“No les ha faltado ni la comida ni las medicinas. Se han escuchado las quejas de ellos. Y se han resuelto toda clase de supuestos problemas, pero aquí el trato es humanitario y se ajusta a las reglas y normas del penal federal” reiteró.

“Esto, deben comprender ellos, no es un hotel. Pero tampoco un sitio inadecuado para la detención de personas que han violado la ley. Todos los mecanismos para permitir una buena convivencia de arresto son seguras, como el funcionamiento de aire acondicionado en las respectivas celdas”, sostuvo.

“Yo no vi una cárcel deteriorada. Durante 45 minutos recorrí todos los lugares y constaté que los detenidos gozan de buenas condiciones ofrecidas por el gobierno de los Estados Unidos a los extranjeros en las cárceles donde están confinados”, agregó.

“Hay adentro unas 300 personas, todos hombres, en su mayoría inmigrantes que estaban ilegalmente en esta nación y no cumplían con los requisitos exigidos por el gobierno norteamericano para permanecer legamente en los Estados Unidos”, añadió.

“Todos los inmigrantes allí detenidos, se encuentran en el país de manera indocumentada, pero no se sabe si han sido condenados quizás por haber cometido otros delitos. Hablé con el representante de la agencia ICE y me confirmó que todos estaban de manera ilegal residiendo en este país”, aclaró.

“Estuve también dialogando con la secretaria de Defensa, Kristi Noem, para acordar que se revisen los acuerdos a que se han llegado con personas oriundas de Nicaragua, Venezuela y Cuba, para decidir también sobre su permanencia en este país”, sostuvo.

 “Como les dije antes, estamos trabajando y tomando, paso por paso, para llegar a un tipo de acuerdo para los que están con todos sus documentos en regla”, enfatizó Giménez, mientras varios presos golpearon las ventanas para tratar de hablar con los periodistas.

“La mayoría de los detenidos esperan un juicio o están, por otra parte, cumpliendo una condena. Otros serán llevados al Centro de Detención de Krome para que en sus respectivos distritos puedan seguir con sus casos para buscar quizás una pronta libertad”, concluyó.

Explicó además que, el centro tiene capacidad para 500 personas y actualmente hay 311, distribuidas en cuatro unidades de 125 espacios cada una. Aseguró que hay solo dos personas por celda y que los espacios comunes están habilitados.