Un Caballero chino-cubano en las justas de los Diamantes

Written by Libre Online

4 de marzo de 2025

(a 100 años de Raúl Atan como árbitro) (II)

Una colaboración de MsC. Rafael Jesús de la Morena Santana.

La Liga Mexicana de Béisbol Profesional y la de Cuba, eran las más dinámicas de América, después de las Grandes Ligas de USA. En la etapa entre 1940 y 1951, los hermanos Pasquel buscaron llevar su campeonato a circuito de la MLB. Entre los grandes del diamante que se incorporaron a los equipos aztecas, estaban estelares de las Ligas Negras como Cool Papa Bell, Satchel Paige, Monte Irvin y Josh Gibson, jugadores blancos de las Mayores como Max Lanier, Mickey Owen y Danny Gardella y los mejores peloteros mexicanos, cubanos, dominicanos, venezolanos, panameños y puertorriqueños.

Le daba lustre a la Liga Mexicana en ese fabuloso período, la élite de la pelota cubana, entre los cuales hay miembros del Hall of Fame de la Gran Antilla y del de Cooperstown: Julio “Jiquí” Moreno, Lázaro Salazar, Martín Dihígo, Alejandro Oms, Ramón Bragaña, Tomás de la Cruz, Mario Ariosa, Agapito Mayor, Andrés Fleitas, Fermín Guerra, Roberto Ortiz y Santos Amaro, junto a una leyenda viva: Adolfo Luque, como Manager. Players que lo daban todo en el terreno contra cualquier adversario.

Entre esta pléyade de jugadores se desenvolvió Raúl Atan, durante los siete intensos y maravillosos años de su primera incursión en la hermana nación, nunca ninguno se quejó de su trabajo, al contrario, esta prueba de fuego reafirmó su tremenda categoría como umpire, su profesionalismo, la imparcialidad y la justicia de cada una de sus decisiones, lo cual fue reconocido por managers, peloteros y el juez más severo: el público azteca.

Sin embargo, por un designio adverso del destino, en 1946, Raúl Atan abandona México, hombre íntegro, no está dispuesto a soportar la dictadura de los hermanos Pasquel, zares del béisbol azteca. Uno de ellos, Jorge Pasquel Casanueva (8), que en ese momento era el presidente de la Liga Mexicana, se auto-nombró manager de los Azules de Veracruz, team del cual era dueño, sustituyendo al experimentado José Luis “Chile” Gómez.

Entonces, el 5 de junio de 1946, Jorge Pasquel trató de imponer su voluntad ante una acertada decisión de Amado Maestri, este lo expulsó del terreno, lo que causó una reyerta con los árbitros cubanos. La versión del hecho se describe a continuación:

Jugaban El México vs El Veracruz en el Parque Delta del DF., Amado Maestri como árbitro principal, el Chino Atan en las bases. Con hombre en tercera, José Colas tocó la bola buscando un squeeze play, pero era demasiado corto y picó detrás de la línea, Maestri decretó el foul, pero Owen, el catcher del Veracruz, cogió la pelota y tocó a Wright que venía desde tercera en pos del home, Owen exigió que se decretara el out, y protestó reclamando que se declarase la jugada que le convenía a su novena.

Al respecto relató Maestri:

“Owen se me vino encima como una fiera. Pero con los brazos hacia atrás para demostrar que no tenía intención de pelear, sino de discutir, de echarle a la escena un poco de coraje y pimienta. Mickey Owen chillaba y hacía su show, no despegaba la cara de la mía. Pero nada decía que pudiera molestarme, comprendiendo que la protesta se prolongaba demasiado le dije: – Usted está expulsado del terreno.

Y aquel hombre que parecía comerse el mundo, bajó la cabeza se quitó los arreos y obedeció sin decir una palabra más”.

El asunto debió terminar ahí, pero cuando Owen se iba a las duchas, y Atan, que se había acercado al home play, regresaba a segunda base, vino Jorge Pasquel y le dijo a Maestri: -Si tienes vergüenza lárgate del campo ahora mismo.

Amado le contesto: “Yo me iré del campo y de México al terminarse el juego, pero quien tiene que largarse en este momento, sin perder un segundo eres tú”. Pasquel intentó liarse a golpes con Maestri, pero El Chino Atan los separó. Pasquel tuvo que abandonar el diamante y Maestri actuó hasta el último out, al otro día el cubano renunció y se marchó, tras su partida, siguió la de Atan.

Existe una curiosidad de ese día confirmada por Atan, sobre como el incidente concluyó con un gesto que refleja el espíritu deportivo común entre verdaderos atletas:

Maestri narró: “Después del juego y del incidente ruidoso, Mike Owen vino a verme, estaba muerto de risa, me dijo: Perdóneme umpire, yo comprendo que usted tiene la razón y me dio un abrazo”.

La información completa del célebre acontecimiento se pudo conocer cuando al llegar a la Patria, Amado Maestri declaró a la prensa que en el dramático incidente con Jorge Pasquel en el “Parque Delta”, le salvó la vida su compañero Atan. Porque uno de los guardaespaldas del magnate mexicano, apodado El Sordo, quería darle una “pinchadita” por la espalda a Maestri, pero Atan se dio cuenta, se interpuso entre el arma y su amigo, de esta manera evitó el golpe, que tampoco lo alcanzó a él, e hizo retroceder al atacante, que se quedó con las ganas por la oportuna intervención del colega chino.

Ya en La Habana, Atan, miembro de la Asociación de Umpires Profesionales de Cuba, se incorpora al campeonato nacional. Pronto recibe invitaciones de las Ligas de Béisbol de Colombia y Venezuela. También trabajó en Puerto Rico y en República Dominicana.

Las Series del Caribe, entre los años 1949 y 1960, vieron actuar al chino, en sedes como La Habana, San Juan, Caracas y Ciudad Panamá, Atan manifestó un derroche de competencia, energía y clase que le valieron la felicitación pública del Comisionado-Presidente de la National Associaton of Profesional Baseball Leagues (NAPBL), el norteamericano George Trautman, que presidió dicha organización entre 1947 y 1963, y está considerado entre grandes especialistas del béisbol de todos los tiempos.

Era seguido por la prensa: “Atan, un maestro, los fanáticos del “Cienfuegos”, que perdió ante el “Círculo Militar”, aplaudieron la labor del chino, que fue acabada, magnífica” se leía en los titulares. Por sus conocimientos de béisbol, le pedían opiniones sobre peloteros y equipos. El expresaba su enemistad por las apuestas en el deporte.

Todavía las crónicas deportivas recuerdan sus actuaciones en los campeonatos mundiales de béisbol amateur, Atan se crecía con el nivel del evento, inflexible, no se inmutaba con los gritos de la multitud, al contrario, le animaban, él acostumbraba a decir: “Cuando las glorietas rugen, es porque el partido está muy interesante”, y daba una disertación de maestría detrás del home.

En una ocasión, en la ciudad de Santa Clara, el terreno estaba en pésimas condiciones por las lluvias y se imponía suspender el juego, pero, pese a estar alojados con comodidad en la bella y acogedora urbe villareña, Joselito Olivares, que al parecer tenía “negocios” urgentes, en La Habana, le pidió a  Atan efectuar el desafío para no pasar otra noche fuera de la capital. El chino no cedió, y se ajustó a las reglas, Joselito se molestó y le dijo que no parecía ser su amigo. 

Atan le respondió lapidario: “No señor, usted está equivocado, yo no soy su amigo, yo soy el umpire y nada más, y cuando me pongo este uniforme no tengo amigos”. 

En México, en el Parque Deportivo Veracruzano, Earl Taborn, catcher del “Águila”, estaba al bate, ya tenía en su cuenta dos strikes, el siguiente lanzamiento pasó por la zona y Atan le cantó el tercer strike, Taborn no soportó poncharse sin hacer swing, protestó airado el conteo y tiró el bate, el árbitro cubano, cual caballero que levanta la visera del yelmo, se quitó la careta, y con enérgico gesto lo expulsó del juego, a la vez entre los murmullos del respetable, sobresalió una voz: ¡Así se hace! y los aficionados, de pie, dieron una ovación al imperturbable chino.

El récord de tiempo mínimo en un partido de béisbol profesional en Cuba lo tuvo Atan, fue un juego entre “Almendares” y “Cienfuegos”, pitcheaban Indian Torres y Raúl López, duró sesenta y nueve minutos. ¡Excelente lección para los de la actualidad!

Atan era un ídolo en México, le llamaban “Domador de Leones”, en 1954 le invitan a reconstruir la Liga Nacional que los Pasquel dejaron en bancarrota, vuelve a la Patria de Juárez en compañía de su esposa y su hija Yoscelinda, con su familia participa en misa en la Basílica de la Virgen de Guadalupe, así como en diferentes iglesias de las ciudades donde trabajaba el incansable chino.

Temas similares…

0 comentarios

Enviar un comentario