Verla en su salsa, sobre el escenario, era todo un espectáculo. Con una energía leonina que contagiaba Tina Turner, la Reina del Rock and Roll, siempre será recordada por sus arrolladoras actuaciones en vivo y en directo donde dominaba con nadie, bailando de punta a punta con una vitalidad que contagiaba a todos y que fue imitada por otros.
Por Amalia González Manjavacas
Tina Turner nos abandonó hace ahora dos años, el 24 de mayo de 2023, a los 83 años, sin embargo sus canciones, muchas convertidas en verdaderos himnos atemporales -”We Don’t Need Another Hero, Simply The Best,“What’s Love Got to Do With It” o “Private Dancer”- siguen sonando de generación tras generación.
Cañera como ninguna, esta rockera de rompe y rasga no solo creó un estilo propio sino que abrió camino para que otros artistas la imitaran. Su rompedora manera de actuar fue la que inspiró precisamente a su amigo Micke Jagger en sus excéntricas puestas en escena, como el mismo Rolling reconoció.
Ocho Grammys, más de una decena de nominaciones, la, más de 200 millones de discos vendidos y un legado de 22 álbumes, en sus más de 50 años en la música, una artista que pasó del blues, al soul y del R&B al Rock & Roll en medio de un público blanco y europeo.
La historia de Tina es la de una mujer que pasó de la pobreza de Tennesse a ser toda una estrella internacional con millones de discos vendidos, una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood, un Kennedy Center Honor, su entrada en el Salón de la Fama del Rock & Roll, mientras arrastraba dentro de sí una dramática historia de supervivencia y malos tratos.
Tanto fue así, que la Reina del Rock and Roll, no logró el éxito en solitario hasta pasados los 40 años tras divorciarse del músico, IkeTurner, con quién formaba grupo. Hasta entonces llevó en silencio el abuso físico, psíquico y sexual que le propinó el que fue su marido y descubridor.
Fue en 1981 cuando Tina habló por primera vez para la revista People sobre el maltrato que soportó durante su matrimonio con Turner. Hasta entonces nadie famoso lo había hecho por lo que fue todo una acto de valentía al exponerse así públicamente. En 1986 publicó “Yo, Tina”, una primera autobiografía donde confesó los abusos y maltrato que sufrió por parte de Ike. La tortura física y psicológica a la que la sometía su marido que la llevó hasta a un intento de suicidio.
La felicidad vive en ti
A pesar de su éxito profesional, su vida personal no fue nada fácil. “La lista de obstáculos es larga: una infancia infeliz, el abandono, un matrimonio violento, una carrera estancada, la ruina económica, la muerte prematura de miembros de mi familia y múltiples enfermedades”, contó la propia Tina en La felicidad nace de ti, otras memorias publicadas en 2021.
Anna Mae Bullock nació el 26 de noviembre de 1939 y se crio en Nutbush, Tennessee. “Me trajeron al mundo en un sótano sin ventanas relegado a la maternidad de las mujeres de color en el hospital del condado. Mi madre, Zelma, era cariñosa con mi hermana, pero conmigo era distinta. Yo sabía que nunca me había querido. Esa es una carga pesada para una niña”, escribió en sus memorias.
Su madre los abandonó cuando ella solo tenía diez años y después lo hizo su padre. Algo más tarde empezó a trabajar en casa de una familia blanca: los Henderson, a los que consideró su familia. A los 18 años ya era madre soltera de una breve relación el saxofonista Raymond Hill.
Tina conoció a Ike Turner a los 17 años cuando vio actuar al grupo de Ike, Kings of Rhytm, y le pidió que la escuchara cantar. Desde ese momento, consciente de su valía y potencial, decidió convertirla en una estrella y en su esposa. Se casaron en 1962 y formaron el dúo Ike & Tina Turner Revue, pero él siempre ejerció un excesivo control sobre ella.
Los éxitos comenzaron a llegar y ella forjó su estilo propio y original heredado del góspel, del soul y del rock. Su volcánica presencia sorprendía sobre el escenario como toda una bomba sexual, y negra, algo totalmente inusual para aquellos años. El fuerte de la pareja eran las actuaciones en directo, donde Tina, según confesó después, desataba toda la rabia ante la opresión que vivía.
En 1978, después de una serie de éxitos se sintió capaz de dejar a Ike. No podía soportar la “tortura” y el impacto que todo esto tuvo en sus hijos. “Estaba viviendo una vida de muerte. No existía. Pero sobreviví. Y cuando salí, caminé. Y no miré hacia atrás”, contó una liberada Tina Turner.
Mujer madura, solista rockera y negra
En “Tina”, el documental producido por HBO en 2021 retoma la vida de la cantante, una historia que arranca en la década de lo 80, cinco años después de haberle pedido el divorcio a Ike, la cantante reconoce que estaba tan nerviosa por aquella primera entrevista de 1981 que le preguntó a su vidente si hacerla arruinaría su carrera. Y es que en esa época se solía pensar que solo las mujeres pobres y sin recursos eran las que sufrían abusos, y no fue hasta que ella destapó su horror cuando se visibilizó que este tipo de violencia podía afectar a cualquier mujer, dando fuerza y coraje para otras mujeres.
Lo que Tina no pudo prever es que sus dolorosas revelaciones la seguirían constantemente mientras su carrera despegaba de nuevo con éxitos como Let’s Stay Together, What’s Love Got to Do With It o Private Dancer.
A partir de los ochenta se reinventó como solista y triunfó a pesar de que eran tiempos en los que la escena rock estaba protagonizada por hombres. Así, La Turner abrió camino a las estrellas femeninas del rock, siendo ella, además de una mujer madura, también negra. ¡Quién daba más!
Pues hay más. Se supo adaptar a los tiempos y al sonido de los sintetizadores de los ochenta pero con el respaldo y la seguridad que aportaba su torrente de voz y unas actuaciones en directo en las que parecía que todo iba a estallar.
Salieron Private Dancer (1984) que la encumbró aún más, después Break Every Rule (1986) y Foreign Affair (1989), con el famosísimo Simply The Best.
Turner se retiró a los 70 años y se instaló definitivamente en la ciudad suiza de Küsnacht, cerca de Zúric, junto al productor musical alemán Erwin Bach, dieciséis años menor, con el que se casó en 2013 tras casi 30 años de relación. Aquel mismo año, Turner sufrió un derrame cerebrovascular y tres años después supo que padecía un cáncer de colón.
Si su vida ya había tenido suficientes pasajes trágicos, todavía le tocaba vivir la muerte de sus dos hijos: el mayor, Craig, que se suicidó en 2018 a los 59 años, un golpe al que sumó cuatro años después, la muerte del segundo, Ronnie.
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