São Paulo, 24 abr (EFE).- Los principales sindicatos de los oficiales brasileños de justicia acusaron este jueves al expresidente Jair Bolsonaro de «sensacionalismo» por grabar y divulgar el momento en que una funcionaria le notificó del juicio por golpismo en la UCI del hospital donde está ingresado.
«Repudiamos enérgicamente la filmación indebida y no autorizada, y la difusión sensacionalista y no consentida de la actuación de la alguacil», dijeron en una nota conjunta el Sindicato Nacional de Oficiales de Justicia Federales (Sindojaf) y la Asociación Nacional Unión de los Oficiales de Justicia de Brasil (UniOficiais).
Las organizaciones señalaron que ese tipo de conducta «no solo viola la intimidad y la honra» de la colega, sino que también «busca tergiversar los hechos y comprometer su imagen ante la sociedad».
Los sindicatos reconocieron que las decisiones judiciales «pueden causar malestar o insatisfacción» a los implicados, pero ello no puede justificar comportamientos que «atentan contra la dignidad de los agentes públicos en el cumplimiento de su deber».
Este miércoles, una alguacil se personó en la UCI en la que Bolsonaro permanece desde que, hace once días, fue sometido a una larga operación en el intestino, y le entregó la notificación sobre el juicio abierto en su contra por intento de golpe de Estado contra su sucesor en la Presidencia, Luiz Inácio Lula da Silva.
Horas después, Bolsonaro compartió en sus redes sociales el momento. En el vídeo, el ex jefe de Estado defendió con vehemencia su inocencia y llegó a irritarse en plena sala de cuidados intensivos (UCI).
También comparó la labor de la oficial con lo que hacían «los tribunales de (Adolf) Hitler» en la Alemania nazi contra la población judía.
La alguacil aguantó además los gritos del líder ultraderechista, cuando este fue interrumpido por un tercero. Pocos segundos después, se disculpó con la oficial, testigo de toda la escena. «Usted no tiene culpa de nada, discúlpeme», le dijo Bolsonaro.
Los sindicatos alertaron que ese tipo de actitudes se ha vuelto «habitual» por parte de algunas autoridades públicas, lo que configura «un abuso» al violar «la integridad» de los profesionales judiciales, que apenas actúan para cumplir con los fallos de los tribunales.
Bolsonaro, que este jueves presentó un agravamiento de su estado de salud por una subida de tensión y peores resultados hepáticos, es acusado por la Fiscalía de «liderar» un complot golpista para anular las elecciones de 2022, que ganó Lula, y mantenerse en el poder.