Por: Álvaro J. Álvarez
Severiano de Heredia y de Cárdenas, nació el 8 de noviembre de 1836 en La Habana (otros dicen que nació en Matanzas) hijo de Henri de Heredia y de Beatriz de Cárdenas, ambos mulatos y esclavos libertos.
El 4 de enero de 1837 fue bautizado en la parroquia de Jesús del Monte.
Su padrino fue don Ignacio Heredia y Campuzano quien lo inscribió como mulato nacido libre.
Don Ignacio estaba casado con la francesa Madeleine Godefroy, con la que no tuvo hijos, descendía de una familia adinerada que habían huido a Cuba desde Haití en la revuelta de 1804 y era primo de José María Heredia Campuzano (1803-1839) el gran poeta cubano famoso por su Oda a las Cataratas del Niágara, donde en Table Rock en el lado canadiense existe una placa en su honor.
También era primo del poeta cubano-francés José María de Heredia y Girard (1842-1905).
Para suerte de Severiano, su padrino don Ignacio decidió adoptarlo y lo llevó a vivir junto a él y su esposa en un hogar donde la cultura formaba parte del entorno familiar (otros dicen que era realmente hijo natural de don Ignacio con su esclava Beatriz).
Al morir don Ignacio en 1848, su esposa Madeleine al verse sola decidió regresar a su patria y por supuesto se llevó a su hijo adoptado con ella. Ya instalados en París, Severiano comenzó a estudiar en el Liceo Louis Le Grand donde se graduó, con honores, en 1855.
Como su padrino le había nombrado heredero de todos sus bienes, ya graduado se dedicó a disfrutar de la vida a escribir poemas e historias cortas. Era muy normal verlo en los mejores cafés, galerías de arte y le encantaban las óperas. Severiano había asimilado el amor por el arte que encontró en el hogar de sus padres adoptivos. Empezó a escribir algunos artículos para los periódicos parisinos, pero no dejaba de disfrutar la agradable vida que llevaba en esos momentos.
En 1866 ingresó en la masonería, en la Logia Estrella Polar, llegando a ser el Gran Maestro y luego en 1875 fue diputado del Gran Oriente de Francia (importante logia masónica que buscaba el progreso y el mejoramiento del hombre y de la sociedad) y presidente del Orfanato Masónico. Participó en el Primer Congreso Francés por los Derechos de las Mujeres en 1878.
Se casó el 3 de noviembre de 1868 con Henriette Hanaire, tuvieron un hijo que falleció a los 12 años en un accidente, y una hija, Marcelle de Heredia (1873-1962), que se casó con Luis Lapicque (1866-1952) ambos muy famosos neurofisiólogos en la Universidad Sorbona de París por sus estudios sobre la cronaxia o cronaxy, estímulos y reacciones eléctricas de los nervios en los músculos.
Severiano, al obtener la nacionalidad francesa en 1870, entró de lleno en la política.
Libre pensador secular, republicano de izquierda, defensor de la separación de poderes de la iglesia y el estado, activo en la lucha por la educación gratuita, laica y obligatoria, de la formación profesional y de la creación de bibliotecas municipales. Luchó por la emancipación de la mujer. Además, se dedicó a mejorar el automóvil eléctrico.
Su carrera política se inició en 1873 cuando fue electo Consejero Municipal del Barrio de Ternes, hoy es el distrito 17 de París, desempeñando una buena gestión administrativa. Responsable de los asuntos de la prefectura y miembro de la Comisión de Presupuestos, y secretario de la vicepresidencia del Consejo, del que sus pares lo eligen, presidente el 1 de junio de 1879, cargo equivalente al Alcalde de París, representando a sus dos millones de habitantes durante un período de 6 meses y que, en realidad, era un cargo honorario porque no recibía salario alguno. Muchas de sus ideas eran rechazadas por sus opositores políticos, por su condición de esclavista, su raza y su origen.
El diario L’Intransigeant de Henri Rochefort lo bautizó como “El Negro del Elíseo”. Sin embargo, eso no fue un impedimento para que el público y sus aliados políticos le apreciaran en su justo valor y le confirieran responsabilidades de manera duradera.
En el invierno de 1879-1880 se tuvo que enfrentar a una gran helada cuando la temperatura bajó a 23 grados bajo cero, el río Sena se congeló y las calles quedaron bloqueadas por la nieve que alcanzaba una altura de 50 cm. Severiano ordenó la contratación de 12,000 desempleados para utilizarlos en la limpieza de las calles y abrir locales para albergar a los sin hogar. Además logró que se hiciera un inventario de todos los bienes culturales de París y están registrados en 5 volúmenes.
Consiguió rebajar a 10 horas la jornada laboral en las fábricas, para los menores de 12 años. Intervino en la adopción de leyes para el sistema del metro de París.
En 1881 fue diputado electo por el Distrito 17, uno de los más poblados de la capital, y en 1887 ocupó el puesto de Ministro de Obras Públicas, durante el gobierno de Maurice Rouvier. Algunos medios se burlaban de él con el mote: el Ministro Chocolate.
A finales del siglo XIX muchos países de Europa estaban tratando de conquistar territorios en África. Severiano, de acuerdo con su origen y por su oposición al colonialismo, se volvió una persona incómoda para el gobierno francés y lo fueron marginando.
Al no ser elegido en las elecciones parlamentarias de 1889 ni en las de 1893, se retiró de la política para dedicarse a la historia de la lLiteratura.
Severiano sucedió a Víctor Hugo en la presidencia de la Association Philotechnique, una agrupación para promover la cultura y la enseñanza para los adultos y que hasta hoy se mantiene activa, en el Barrio Latino de París.
Severiano de Heredia murió el 9 de febrero de 1901 en su casa parisina en la calle de Courcelles, a los 64 años. Un periódico dijo: de meningitis y otro dijo: congestión cerebral. ¡Hasta después de muerto hubo contradicciones!
Su cuerpo descansa en el panteón familiar en el Cementerio Batignolles al noroeste de la ciudad, donde lo han incluido finalmente en su lista de personalidades, tal vez la mejor prueba de que comienzan a rendir honores merecidos a este hombre singular nacido en Cuba.
Este mulato cubano, con un relevante currículo durante 35 años en París, fue totalmente ignorado durante 110 años, hasta que el profesor universitario e investigador Paul Estrade logró rescatarlo con su libro de 2011: Severiano de Heredia: ese mulato cubano que París hizo alcalde y la República ministro.
El 5 de octubre de 2015, la política española naturalizada francesa Ana María Hidalgo Aleu (conocida como Anne Hidalgo), alcaldesa de París desde 2014 que seguirá en el cargo hasta junio de 2026, y otros ediles del Ayuntamiento inauguraron en la esquina de la Calle Saussure y el Bulevar de Pereir, en el Distrito 17 de la capital francesa, la calle Severiano de Heredia.
Todo el que levante la vista hacia las dos tarjas que existen podrá leer algunos de sus cargos: ‘‘Diputado del Distrito XVII. Presidente del Consejo de París (1879). Ministro de Obras Públicas (1887)’’.
Severiano ha sido el primer hombre de origen africano y cubano en obtener una cartera de ministro en un gobierno europeo, y el único nativo del continente americano que ha ocupado el relevante puesto de la Alcaldía de París, sitio donde residió, gobernó y falleció.








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