RUSIA SE DESGASTA EN UNA COSTOSA GUERRA QUE NO PODRÁ GANAR

Written by Demetiro J Perez

27 de agosto de 2024

Lo que a Vladimir Putin le pareció un picnic de dos semanas, en febrero 22 del 2022, cuando se le ocurrió, en mala hora, invadir a Ucrania, se le ha convertido en una horrenda y costosa pesadilla que ya sobrepasa los dos años y medio en un desangramiento brutal con más de 650,000 muertes de su lado, una economía tambaleante, y unas fuerzas armadas totalmente desprestigiadas ante un enemigo mucho más débil y pequeño. Cualquiera que sea el resultado final de este trágico episodio, el gran perdedor, junto con Rusia, será Vladimir Putin. Apostó mal, y pagará un alto precio por la apuesta. Rusia, al final, terminará más empobrecida, aislada, y disminuida como gran potencia. Ya no lo, es más, si no en lo que respecta a su arsenal nuclear, que viene siendo, en su posible macabro uso, un suicidio colectivo.  ¿De qué le servirían cien bombas atómicas si en la detonación de la primera crearía un exterminio masivo del cual Rusia sería también total o parcialmente aniquilada?

Si el objetivo fundamental de Putin al invadir a su vecino era impedir su ingreso a la OTAN, en esto también ha fracasado. Ahora sus probabilidades de unirse a ese organismo, y a la Unión Europea, una vez terminada la guerra, son aún mayores. Vladimir Putin ha sido la mayor influencia para el ingreso de Ucrania a la OTAN con su estúpidamente irracional invasión.

Desde el comienzo de la guerra, Rusia ha bombardeado, usado enorme cantidad de misiles, toda clase de destructiva artillería, y miles de drones, causando grandes estragos en la infraestructura de Ucrania, incluyendo ataques a centros y edificios civiles con el fatal resultado de miles de víctimas inocentes.

Por su parte, Ucrania, impedida de contraatacar a Rusia en su propio territorio por presiones de Estados Unidos, temeroso de una confrontación directa con Rusia, recibía el castigo, pero no lo retornaba como era lógico esperar. Sin embargo, desde mediados de julio las cosas empezaron a cambiar. Ahora Ucrania responde en su debida proporción. Ucrania ha tomado su propia iniciativa para elevar la preocupación del Kremlin y llevar la guerra a tierra enemiga. Ya son frecuentes los drones haciendo impacto en refinerías y depósitos de petróleo con sus cuantiosos daños. Y la población rusa empieza a sentir la inquietud del peligro inherente a la guerra.

Después de muchos meses de guerra de trinchera, las fuerzas armadas ucranianas han lanzado, exitosamente, una relampagueante sorpresiva invasión a Rusia, en la región de Kursk, habiendo penetrado hasta el momento unos 800 kilómetros del territorio con la toma de 80 localidades lo que forzó al Kremlin a evacuar a más de 130,000 ciudadanos de esas poblaciones que circundan una planta nuclear.

Es la primera vez, en 80 años, que los rusos no experimentaban ese fenómeno. No desde la Segunda Guerra Mundial una fuerza militar extranjera pisaba en acción hostil, en abierto desafío bélico, el territorio ruso. El impacto de esta acción militar ha sido sicológicamente demoledor para Putin y sus fuerzas armadas. ¿Cómo fue posible que mil soldados de las fuerzas armadas ucranianas penetraran, libremente, sin resistencia, a Rusia, tomaran 103 prisioneros y se apoderaran de docenas de poblaciones? Las cosas empezaron a cambiar en la dinámica del conflicto Rusia-Ucrania.

El lunes 19 de agosto, las fuerzas ucranianas operando en la región de Kursk destruyeron tres puentes localizados en el Oeste del territorio que Ucrania ocupa desde su invasión el 6 de agosto. Esto impide a los rusos transportar suministros a sus tropas, dejándolos más vulnerables, puesto que ahora tienen que depender de pequeñas embarcaciones que serán blancos fáciles de atacar.

La precipitación de estos inesperados avances de las tropas ucranianas le da una excelente oportunidad a la administración de Biden de capitalizar, autorizando ataques y sanciones que depriman los ingresos de Rusia por concepto de petróleo, a la vez que fortalece la capacidad económica de Ucrania asegurando un necesario ingreso usando los retornos derivados de los activos rusos congelados después de su arbitraria invasión a Ucrania. Es de notar que en lo que va de este año, Ucrania ha destruido el 15% de la capacidad rusa para refinar petróleo lo que ha mermado sus ingresos para mantener su capacidad bélica.

Estados Unidos entiende que la sobrevivencia de Ucrania como país libre y soberano es de suma importancia para sus intereses y el fortalecimiento de la democracia. Estamos en guerra, aunque, en el frente, sean otros los que la estén peleando. Pero, estratégicamente, también es nuestra. Al final, la permanencia de una Ucrania libre será no sólo un triunfo para los ucranianos sino para Europa y todo el mundo libre.

Hasta el presente Rusia ha demostrado que, a pesar de su superioridad numérica en tropas y armamentos a su disposición, no ha podido doblegar a lo que suponía desde el principio una presa fácil. Ya el conflicto ha sobrepasado los dos años y medio sin señales de conclusión.

Si en condiciones severamente desventajosas Ucrania ha sido capaz de resistir y causar impresionantes bajas a las fuerzas rusas, imagínese que efecto tendría la adición de sanciones y una luz verde para ataques de largo alcance a sus fuentes energéticas y estructuras militares como respuesta a los asaltos que a diario viene recibiendo del frente enemigo. Washington hasta el momento, en una actitud cautelosa, y en ocasiones timorata, se ha resistido a permitir tales esfuerzos especialmente en cuanto al uso de armamento americano. 

Por otro lado, y esto es una buena noticia, el departamento del Tesoro americano, en conjunción con el Grupo de Siete y la Unión Europea, están finalizando un plan para facilitarle a Ucrania, como préstamo, 50 billones de dólares para ser pagados por los intereses obtenidos de los 300 billones de valores rusos retenidos por importantes países europeos y Estados Unidos.

Los últimos logros militares obtenidos por las fuerzas ucranianas dentro del territorio ruso se han convertido en una horrible pesadilla para el Kremlin y en especial para Putin y sus militares.

Si mantenemos la ayuda a Ucrania fuerte, y le proveemos los materiales necesarios para atacar a Rusia y su economía, estaremos contribuyendo a una victoria de la democracia en un tiempo no lejano.

Y le haremos entender a Rusia y otras autocracias despóticas que las fuerzas de la democracia están más firmes que nunca, y que la OTAN está presente, y lista, junto con esta nación, para hacer frente a cualquier agresión.

BALCÓN AL MUNDO

Empleados de los tribunales federales en México se declararon en huelga y cerraron sus puertas con cadenas y candados como protesta contra la propuesta de López Obrador de reformar el sistema judicial. Alegan los empleados que lo propuesto por el presidente, que abandonará el cargo el 30 de septiembre, amenaza sus condiciones de trabajo, sus beneficios y sus salarios.

Ese es otro problemita que Andrés Manuel le deja a su discípula y sucesora, Claudia Sheinbaum, quien, dicho sea de paso, tiene su misma orientación socialista.

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De los 121 empleados que la ONU mantenía en Gaza como observadores y asistentes a grupos humanitarios, que devengaban excelentes sueldos, 118 resultaron ser, luego de serias investigaciones, miembros activos de la organización terrorista HAMAS. 

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En el primer día de la Convención Demócrata en Chicago, Joe Biden, entre gritos enfurecidos, pronunció, tal vez, su último discurso político. Pareció un discurso de campaña reflejando sus logros, en un esfuerzo postrero, de mostrar la energía que todavía le queda y que sus “amigos” y socios de partido como Nancy Pelosi, Schumer, los Clinton y los Obama no le reconocieron al obligarlo a retirar su candidatura. Biden no se resigna al “golpe de estado” que le propinaron sus amigos. Pero, en realidad, le hicieron un favor en mandarlo de vuelta al sótano de Delaware. Ya no podía con el peso de la carga.

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Es posible que Maduro, pese a su fraude electoral monumental, permanezca en el poder. México, Brasil y Colombia se han negado a la petición de Biden de cooperar a su destitución. Es una enorme desvergüenza y una traición al pueblo de Venezuela.

Maduro tiene, además del apoyo de estos tres stooges, el respaldo de Vladimir Padrino, ministro de las Fuerzas Armadas. Tiene el poder respaldado por las armas. Pero con el 70% de la población en contra, ¿podrá gobernar? Sí, por la fuerza y la opresión. Pero la pobre Venezuela seguirá de mal en peor por los meses futuros. No digo años, porque, eventualmente, alguna sorpresa ocurrirá al estilo Wolfgan Larrazábal y Maduro caerá porque sus piernas de barro no lo podrán sostener.

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