Tuvo Demetrio una historia
al comienzo de su vida,
que fue una triste salida
forzosa inmeritoria.
Hay que llevarlo en memoria
que, siendo todavía un niño,
dejó atrás el cariño
de su queridísima mamá
y de su honorable papá
en un profundo sueño.
Para salvar esa criatura
fue un gran sacrificio,
para sacarlo del bullicio
de una atroz dictadura.
Fue una hora dura
tener que dar ese paso,
dando tumbo y trastazo
venir a lo desconocido,
llegar triste y dolorido.
¡Pero no fue un fracaso!
Como no se va a recordar
al amigo Demetrio Pérez
cuando él en sus quehaceres
no dejó de trabajar.
Él supo con honor levantar
su obra con mucho tesón,
con una gran estimación
queriendo siempre lo mejor,
su trabajo era el amor,
que lo hacía de corazón.
Abrió una escuela educativa,
un honorable semanario,
como un gran legendario
con una acción activa.
Con su voz noble y viva
se presentó en emisora
y con su fuerza sonora
dio a conocer al mundo
en su dolor profundo
la destrucción de una dictadura.
Pedro León Lopes
Spokane, Wa.
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