Ahora no solo en las grandes tiendas, sino también en los puestos en las calles, se hace sentir la llegada del Día de San Valentín.
Lo único diferente este año es que, debido a la inflación, los precios de las flores subieron tremendamente pero el sentimiento y el amor obliga a la gente a comprarlas como sea.
Esto ha facilitado que las personas, sin problema, hayan podido ir a estos puestos a comprar las flores que regalarán en la fiesta de San Valentín a sus seres queridos.
La demanda, según la vendedora Olga Perdomo, ha sido total ya que incluso la gente estaciona sus vehículos y compra las flores.
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