Por el océano de recuerdos
Once meses navego mi Cuba.
La aleja el silencio de su brisa,
La acerca la voz de mi culpa.
La aleja las olas de los días,
la acerca el espejismo de mi cuna.
Por el océano de recuerdos
Once meses navego mi Cuba.
Despliego velas en busca de puerto,
Velas de la humilde tela de saco;
Sacos de paisajes, fechas y rostros
Que con hilos de su música hago.
Es diciembre. Es Adviento,.
¡Ya mi Cuba no navego…!
Mi nave se torna en establo,
Se cobija con las velas,
Las olas se hacen verde pasto,
La arena lomas y cuevas.
Baja el cielo con estrellas de Rocío,
Las nubes se precipitan en riachuelo,
Y un costero mangle se hace arbolito
Con guirnaldas de caracoles del suelo.
Las cubanas flora y fauna marinas
Se transforman en burro, vaca y mula,
En mariposas, como insecto y como flor,
Y en ovejita vestidas de espuma.
¡Mi nave ya es “un nacimiento”!
Su magia me navega y ancla en Cuba.
¡Es diciembre, … Es Navidad!
No hay luz, todo está oscuro,
No hay golosinas ni vinos,
Ni harina para hacer churro.
El Adviento: la espera de décadas
Del pueblo del exilio y de Cuba;
Vive en el sentimiento común
De ofrecerle a Enmanuel una cuna.
Los pioneros y los que no son,
Cantan himnos y villancicos
Y sus pobres manitas vacías
Se agitan llenas de cariñitos.
La ley de Dios y de los hombres,
Acogerán a José, María y Jesús;
Tendrá sentido la vida del cubano
Y habrá justicia, libertad, pan y luz.
Elisa N. Fernández Torres
Navidad llega
Cuando se disipa una duda
Y se hace luz en el alma
Cuando un corazón triste
recibe consuelo.
Cuando un pobre
alivia su necesidad.
Cuando brillan los ojos
la alegría de un deber cumplido
Cuando nace la paz
de una reconciliación.
Cuando se ahuyenta la soledad
con la dulce compañía de una sonrisa.
Cuando una cálida palabra de aliento
deslíe el hielo de la disolución.
Cuando el sol de la esperanza
alumbra las tinieblas del fracaso.
Cuando el recuerdo de la primera fe
borra las huellas de las últimas credulidades.
Cuando en un corazón vetusto y cansado
reviven los entusiasmos de la niñez.
Cuando las lágrimas de la emoción
multiplican los reflejos del Sol de la libertad.
Navidad llega…
Cuántas veces en la vida de los otros
podemos nosotros hacer Navidad
(De autor desconocido)
Enviado por Elisa N. Fernández Torres
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