Poco a poco la República Dominicana está saliendo de una crisis laboral actual, aunque puerto rico los cuenta como reserva obrera
Por muchos años varios dirigentes dominicanos, radicados en Miami como Rosa Kasse, han estado muy ligados al desenvolvimiento y desarrollo de su país desde el exterior y, por eso, creen que esta nación saldrá pronto de una supuesta crisis laboral que se ventila actualmente en varios campos nacionales.
“Estamos listos para satisfacer esta demanda de mano de obra”, fue la frase que pronunció Rosa Kasse, quien lidera la organización Coalición Hispana, que ayuda a personas necesitadas en Miami, entre otras cosas, en asuntos de inmigración.
Kasse atribuye todo este desbarajuste tanto en la construcción como en la agricultura al hecho de que en un año de pandemia se perdieron más de 80,000 empleos en República Dominicana y la tasa de inactividad creció como resultado de esa crisis de salud, que causó una honda tasa de desempleo.
En dos años de pandemia, de acuerdo con Kasse, la población desempleada totalizada fue de 384,770 personas. Y además todo indicaba que 170,392 personas que tenían un empleo en el primer trimestre del año pasado terminaron desempleadas en igual lapso de 2021, pero que unos 87,381 desempleados lograron encontrar trabajo en ese año”, recalcó.
Pero Rosa aclaró que a partir del tercer trimestre del 2020 el mercado laboral inició un proceso de normalización gradual, en el que se han ido recuperando parcialmente los niveles de ocupación, como producto del impacto positivo de las medidas fiscales y monetarias implementadas para mitigar los efectos de la pandemia.
Insistió que para frenar todo este devastador proceso laboral, entonces se aplicó la metodología de un análisis de la demanda de personal solicitada por las cinco bolsas o agencias de empleo con mayor número de avisos web de requerimientos de empleados en el país.
“La mayor parte de puestos vacantes actuales se concentra, entonces, en técnicos profesionales de nivel medio, reduciéndose la proporción de solicitudes de personal para labores de administración, ventas y servicios”, reiteró.
“Todo esto sugirió que este comportamiento disminuyó las vacantes disponibles en los empleos asociados a la cadena de valor del sector turístico y de comercio, los más golpeados por la pandemia. Adicionalmente, la mayor proporción de las empresas continúa solicitando personal en edades de 25 a 45 años y hombres”, aseguró.
“Por otra parte, en el último año, han exigido mayores habilidades blandas, tales como trabajo en equipo, destrezas en comunicación, enfoque a resultados, responsabilidad y liderazgo, así como el dominio de competencias duras como TICs y del idioma inglés”, señaló.
TOMATES Y LECHUGAS
“En este momento, nuestros tomates tienen demanda, por lo que no tenemos que luchar”. Desde julio han suministrado a los minoristas locales con 452 kilogramos de tomates. Este éxito ha dado la confianza para reinvertir las ganancias y expandirse en este mercado dominicano”, agregó.
“En Chatiwa, por ejemplo, se cosechan 250 cabezas de lechuga cada semana y es uno de los principales proveedores del mercado local. El beneficio de todas estas ventas le ha permitido expandirse”. “Queremos crecer más, suministrar lechuga a todo Maun e incluso a Gaborone. Realmente no queremos que la lechuga venga de Sudáfrica”, comentó también Rosa.
“Más del 90 por ciento de los hombres que trabajan en las plantaciones agrícolas de la República Dominicana pertenecen a la población de inmigrantes haitianos, mientras los dominicanos prefieren los trabajos en las ciudades”, explicó.
“La demanda de trabajadores extranjeros en el sector agrícola de manera especial en los cultivos de arroz, plátano y habichuela, constituyen productos con un rol protagónico en la seguridad alimentaria y la economía nacional”, destacó.
BARRERAS A
INDOCUMENTADOS
“Obreros haitianos trabajan en la construcción de una edificación que se levanta en el Distrito Nacional. Pero hay un anuncio sobre la aplicación estricta de una serie de barreras a los trabajadores indocumentados en República Dominicana que dejó en vilo a miles de haitianos, así como a las empresas que emplean a estos inmigrantes”, reveló José Rosario.
“Entonces el Gobierno dominicano concedió un plazo de tres meses para que las empresas se adecuen a las leyes laborales y de inmigración, en especial a la norma que establece que el 80 % de la mano de obra debe ser dominicana, una disposición que está en vigor desde 1992, pero que hasta ahora ha sido papel mojado”, denunció.
“El anuncio, como se esperaba, causó alarma principalmente en la agricultura y en la construcción civil, sectores en los que buena parte de la mano de obra está compuesta por inmigrantes haitianos en situación irregular”, recordó también Rosario.
“La decisión se produjo paralelo además a la crisis migratoria desatada en todo el continente a raíz del éxodo que están protagonizando los haitianos residentes en Chile y Brasil hacia la frontera sur de Estados Unidos, y mientras Haití está sumergido en su crisis más grave en una década”, insistió.
“República Dominicana, vecino de Haití en la isla de La Española, es uno de los principales destinos de los emigrantes haitianos, que han acaparado muchos empleos que rechazan los dominicanos, en especial en la agricultura y en la construcción”, recalcó.
“Un 29 % de los trabajadores de la construcción en República Dominicana son haitianos, al igual que un 28 % de los empleados en la agricultura, según dijo Rosario apoyado en un estudio publicado el año pasado por el Instituto Nacional de Migración (INM) y por la Organización Mundial para las Migraciones (OIM).
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