Glosas
“Mirame, madre, y por tu amor no llores
Si esclavo de mi edad y mis doctrinas
Tu mártir corazón llené de espinas,
Piensa que nacen entre espinas flores”.
José Martí
Arrastrando cadenas con rigores
Como preso en satánicas canteras
Ardiendo entre patrióticas hogueras
“Mírame, madre, y por tu amor no llores”.
El verdugo, con manos asesinas,
Sobre mi espalda el látigo dispara,
Qué importa si mi vida se escapara
«Esclavo de mi edad y mis doctrinas”.
Canteras de San Lázaro, en tus filas
Voy con ancianos presos macilentos.
Perdona, madre, si con sufrimientos
«Tu mártir corazón, llené de espinas».
La cantera, una ergástula en dolores
Donde presos ultiman su existencia.
Si sufro, madre, en plena adolescencia.
“Piensa que nacen entre espinas flores”.
Eladio Tito Peña Trujillo
Miami, Fl.
A UN GRAN PATRIOTA CUBANO
José Martí, nunca has muerto,
en el corazón cubano
eres patriota y hermano
y estás de gloria cubierto.
Como jinete inexperto,
montó a caballo en la sierra
con ese valor que encierra
un hombre de patriotismo
fue muy grande tu heroísmo,
pero no sabías de guerra.
Murió el pobre aún sin ver,
de Cuba, la independencia
pero luchó con paciencia
y cumplió con su deber.
Tampoco tuvo el placer
de mirar con alegría,
a España, altiva y bravía,
dejar a Cuba, la bella
como reluciente estrella
que al mundo le sonreía.
Siempre te recordará,
todo cubano sincero
en Cuba, o el extranjero,
tu patriotismo honrará.
Y por siempre le dará
a tu natalicio amor
con cariño y con fervor
a ese hombre inolvidable,
tan distinguido y amable
y amado libertador.
Osvaldo Batista
Granada Hills, Ca.
A La Virgen de la Candelaria
patrona de Ceiba Mocha
l
Virgen de “La Candelaria”
tus hijos del “Valle Elena”
no te hacen una verbena
ni te oran una plegaria.
Ceiba Mocha, solitaria
pasa su dos de febrero;
¿qué se hizo aquel caldero
con los tamales calientes,
dónde están los dirigentes
del aquel festival mochero?
II
¡Ya no hay, quien vaya a pie
a pagarte una promesa
ni se ve a nadie que besa
tu imagen, con tanta fe!
Yo igual que antes seguiré
amándote desde aquí
recordando cuando fui
a bailar tu salón
con la orquesta “La Sensación”
y obtuve amoroso “Sí”.
III
¡Tanto, tanto te recuerdo
virgen divina, en tu día
que entre la melancolía,
de mi pasado me pierdo!
Siento en mi lado izquierdo
latidos de juventud,
que hacen a mi senectud
retroceder al pasado
¡de joven enamorado
donde todo es quietud!
IV
Pero tú sigues conmigo
virgen de “La Candelaria”
con la fuerza necesaria
es tal, como te lo digo;
necesito de tu abrigo
para continuar la vida,
pero antes que me despida
deseo tu bendición;
¡porque tú, en mi corazón
sigues virgen bendecida!
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