Recientemente se halla en proceso de negociar con una empresa japonesa la construcción de submarinos de última generación para sustituir sus cuatro anticuados sumergibles, aunque los mismos han sido optimizados con misiles «Harpoon II» anti-buques. La nación agrega a lo anteriormente descrito una moderada fuerza anfibia de desembarco encabezada por el buque «Shui Hai», numerosas lanchas guarda-costeras fuertemente artilladas, y efectivos «drones».
Taiwán conoce de primera mano que a los comunistas les fascina hablar de paz mientras cínicamente se preparan para la guerra; predican la reconciliación a la vez que solapadamente promueven el odio; y proclaman hasta el cansancio el respeto a la autodeterminación de los pueblos y la no-injerencia, al mismo tiempo que violan todos esos preceptos.
Recordemos en Cuba al canalla Fidel Castro Ruz —el primer traidor a la revolución— cuando arengaba a las incautas multitudes en sus inicios tras Uegar al poder con aquello de: ¿Armas para qué? Y mientras el gentío enardecido creía ciegamente en sus hipócritas manifestaciones, él lograba desarmar a todos los demás grupos que le apoyaron en la lucha revolucionaria mientras armaba hasta los dientes a su pandilla del movimiento 26 de julio a fin de lograr detentar el poder absoluto y aplastar todo intento de gobierno democrático, lo que él había prometido falsamente cuando se hallaba aún en la Sierra Maestra, y que constituyó uno de los primeros postulados de la revolución cubana.
China Roja jamás podrá engañar a Taiwán con la trampa de «Hong Kong», porque los chinos nacionalistas conocen de sobra a la hez comunista.
Y para reforzar aún más su preparación militar, dos nuevos y potentes sistemas estarán listos a fines del presente año o principios de 2024: El misil «Hsiung Feng HE» («Viento Bravio HE») un cohete crucero de alta precisión y largo alcance de 2,000 kilómetros; y el misil de defensa antiaérea «Strong Bow» («Arco Poderoso») con un impacto certero de hasta 100 kilómetros de altitud, lo que contribuirá fuertemente a salvaguardar sus principales ciudades como Taipei, Nuevo Taipei, Taichung, Kaohsiung, Taoyuan, y la modesta Tainan, con 1,885,500 habitantes.
La realidad es que Taiwán, diecisiete veces menor que Ucrania, posee muchísimo más equipamiento militar de lo que actualmente dispone el ejército ucraniano aun con toda la ayuda recibida.
La República China de Taiwán comprende con total claridad que el único idioma que entienden los comunistas es el idioma de la fuerza. Como hemos mencionado anteriormente, sin la aplicación de la fuerza no hay solución; o, como quizá dirían los taiwaneses: ¡Sin la aplicación de la fuerza no hay salvación!
El cuarto formidable adversario que deberá enfrentar el comunismo chino si decide atacar a Taiwán, sería nada menos que: las poderosas fuerzas armadas de los Estados Unidos.
Los Estados Unidos de América, por principio y por decreto, no pueden abandonar a Taiwán ante una agresión total de China comunista. Aunque Estados Unidos no desconoce las capacidades marciales de Taiwán, se trata de una nación muy pequeña frente a un coloso militar.
Y aun contando con su pujante fuerza aérea —la rama más sólida de las fuerzas armadas de Taiwán— con su amplia reserva de pilotos de combate, sus 146 aviones de guerra F-16 A/B de fabricación norteamericana, sus 200 «Ching Kuo» de fabricación doméstica, armados con robusta cohetería, sus numerosos aviones F-5E Tiger II equipados con cohetes hipersónicos «Sky Sword II» («Espada Celeste II»), y sus 90 restantes «Mirage 2000» ya anticuados pero aún efectivos, ello no bastaría para hacer frente por tiempo indefinido a cientos y cientos de aviones de China Roja, especialmente el J-16D, su plataforma aérea más avanzada, en servicio desde 2021.
Si Estados Unidos declara una zona de exclusión aérea sobre Taiwán («No-fly Zone») ello conllevaría a un enfrentamiento directo con China Roja.
Felipe Lorenzo
Hialeah, Fl.
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