Nadie debe subestimar a una nación que durante 73 años ha estado preparándose para la guerra; más aún, si se trata de un estado rico, moderno, con industrias avanzadas de primerísimo orden y una variedad sorprendente de recursos propios. China Roja también está muy consciente de ello, aunque no lo mencione. De no haber sido así, hace ya muchos años que hubiese sojuzgado a Taiwán.
Entre numerosos otros factores, el Ejército Popular de Liberación no podría jamás trasladar mil tanques de guerra hacia la isla, aun cuando lograse llegar a las escasas y difíciles playas y alcanzar a completar sin tropiezos numerosas oleadas de desembarco. ¡Pero el ejército de la República de China (Taiwán), sí tiene listos mil tanques de guerra para recibirles! Es cierto que muchos de ellos son muy antiguos, como el tanque «M48A5 Patton», pero esas venerables plataformas terrestres han sido actualizadas con nuevos instrumentos ópticos y protección de coraza entre otras mejoras, y poseen la ventaja de poder transitar por estrechas vías y cruzar puentes vetustos sin hacerles peligrar por el peso agregado, ya que son menores y más ligeros que los blindados modernos.
Aunque Taiwán, por supuesto, también cuenta con un número que oscila entre 60 y 108 tanques «Abrams M1A2T», uno de los más avanzados carros de batalla del mundo, junto a centenares de vehículos artillados de transporte de tropas de ocho ruedas CM34 de fabricación doméstica, y decenas de vehículos anfibios de transporte «ZBD» armados con cohetes anti-tanques «HJ-73», así como miles de unidades blindadas de ruedas y esteras para el traslado de suministros, pertrechos y tropas; entre ellas, 200 «Leopard APC» de reciente generación. El ejército de Taiwán dispone adicionalmente de numerosos helicópteros de combate, incluyendo el famoso «UH-60M Black Hawk» de fabricación norteamericana, y el «AH-64E Guardian Attack».
Sus fuerzas armadas se componen de 290,000 tropas distribuidas en 130,000 del ejército, 45,000 de la armada y 80,000 de su poderosa fuerza aérea. Pero dispone de una enorme reserva de 2,300,000. Y, además, su guardia nacional y unidades civiles de acción podrían conformar tropas adicionales.
Como puede apreciarse claramente, Taiwán no es una «galletita de la fortuna» como esas que trituramos fácilmente en los restaurantes orientales tras una cena suculenta.
Continuando con nuestro análisis sobre las fuerzas armadas de Taiwán (el tercer formidable adversario que enfrentaría China Roja si decide atacar), es menester mencionar, aunque sea muy brevemente, la disponibilidad de abundante cohetería novísima con que cuenta la República China de Taiwán. Para sorpresa de muchos es de saber que Taiwán posee también misiles hipersónicos «Sky Sword II» («Espada Celeste II») de aire a aire, siendo uno de los primeros países en desarrollar este tipo de misil que tiene diferentes características a los chinos y rusos, y el cual es emperchado en aviones «F-5E Tiger II» modificados para ese propósito, y en aviones de combate «F-CK-1 Ching-Kuo», así como variantes terrestres lanzadas desde unidades eréctiles móviles, y otras versiones navales. Los cohetes hipersónicos de China Roja, por su parte, se asemejan al «Kh-47M2 Kinzhal» ruso.
Como dato curioso, cabe aquí mencionar que en nuestro análisis anterior sobre «El Edicto de Putin» (publicado durante el pasado mes de abril en «LIBRE»), señalamos que el cohete hipersónico ruso Kinzhal era impreciso, ofrecía etapas de su vuelo en que era vulnerable, y su alta temperatura dificultaba el uso de sus sensibles instrumentos de a bordo. Pues bien, algunas semanas más tarde, las valerosas unidades antiaéreas del ejército de Ucrania asignadas a una batería «Patriot», demostraron sobre el terreno todas esas deficiencias derribando no uno sino seis cohetes Kinzhal que el Kremlin había declarado como «invencible».
Los mentirosos comunistas rusos se apresuraron a negar que hubiesen derribado sus cohetes Kinzhal, pero en las calles de Kiev, la capital de Ucrania, se exhibieron los restos de los misiles destruidos. Días después, el gángster ruso Vladimir Putin ordenó la detención de tres científicos asignados a los laboratorios de tecnología hipersónica, y acusó a uno de ellos de alta traición. ¡Evidencia demostrada!
Felipe Lorenzo
Hialeah, Fl.
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