Por José “Chamby” Campos
Aparece un rayo de luz en la jornada que se está llevando a cabo para que Pete Rose pueda ser exaltado al Salón De La Fama de Béisbol.
Este pasado sábado el presidente Donald Trump anunció su intención de otorgarle un perdón póstumo al mejor bateador ambidiestro de la historia. Al mismo tiempo criticó a las Grandes Ligas por no haber tenido el “coraje o la decencia” de haberlo situado en el prestigioso pedestal. El mandatario afirmó que finalizará los últimos trámites en las próximas semanas.
La noticia del perdón ha reavivado el debate sobre el legado de Rose y si la administración de Las Grandes Ligas reconsiderará su expulsión.
El ex Astro de Los Rojos de Cincinnati fue suspendido en 1989 por Bart Giamatti, quien era el comisionado de Las Grandes Ligas en ese momento, después de que una investigación determinara que había apostado en partidos donde ejercía como mánager del equipo. Siempre negó haber hecho apuestas como jugador. La suspensión se hizo inmediata y fue para toda la vida.Desde ese momento hasta el día de su fallecimiento en septiembre 30 del 2024 a la edad de 83 años, Rose comenzó una lucha para que lo dejaran ingresar en el panteón de los inmortales. Su defensa siempre se basó en que jamás jugó en contra de su equipo.
El legendario “Charlie Hustle”, apodo por el cual fue conocido y que básicamente traducido al español significa “Carlitos el agitado”, vivió su vida de la misma manera que actuó dentro del terreno de juego. Todo lo hizo a plenitud y le costó.
Su resumé en el deporte muestra la labor de un verdadero gigante. Líder absoluto en hits con 4,256. Conectó 765 dobles, anotó 2165 carreras y concluyó con un promedio de bateo de .303 y embasamiento de .375. Conquistó tres coronas de bateo y fue nombrado el Jugador Más Valioso de la liga en 1973.
Ganó tres Series Mundiales, dos con los Rojos en 1975 y 1976 y una con los Filies de Filadelfia en 1980. Fue seleccionado al juego de las estrellas en 17 ocasiones y le otorgaron el Guante de Oro dos veces.
La decisión de Trump de otorgar el perdón llega a raíz de las gestiones que Fawn Rose, hija del Super Estrella, ha estado haciendo. En diciembre le presentó a Manfred una petición de reincorporación a la MLB a través del abogado Jeffrey Lenkov. En esta se busca la eliminación de Rose de la lista de inelegibles para que pueda ser considerado para el Salón de la Fama del Béisbol.
Una nota positiva ha sido la respuesta del comisionado de MLB Robert Manfred quien ha indicado que revisará todos los documentos que expulsaron al nativo de Cincinnati del béisbol profesional.
La posición de la familia, el abogado y el presidente es que EE.UU. es el país donde todos tenemos una segunda oportunidad de comenzar de nuevo. La suspensión del legendario número 14 fue para toda la vida y la decisión que Manfred tiene que tomar es si “toda la vida” significa que al haber fallecido concluye o si la frase se refiere a la eternidad.
Mi opinión es que Pete Rose merece estar en El Salón de la Fama porque nadie jugó la pelota con más pasión que él y sus récords así lo demuestran.
La hipocresía de la MLB es enorme en cuanto a la integridad del deporte.
¿Cómo pueden castigar a un pelotero por apostar cuando la liga está asociada a una cantidad de casinos y casas de juegos?
¿Dónde existe la justicia cuando inclusive vemos u oímos que las transmisiones de los partidos son patrocinadas por estas entidades?
Es obvio que con los inmensos salarios que se pagan en la actualidad, los dueños de franquicias buscan todo tipo de recursos para poder saciar los gastos.
La situación más reciente fue el descubrimiento de apuestas hechas por el jugador japonés Shohei Ohtani por un total de $40 millones de dólares. Su intérprete fue encontrado culpable y acaba de ser sentenciado a 57 meses de prisión. Lo dudoso de este caso es lo siguiente: primero como Ohtani no se dio cuenta de la cantidad enorme que le estaban desfalcando; segundo como MLB en menos de una semana pudo investigar y descubrir que el jugador nunca apostó ni un centavo y por último determinar que el intérprete era el verdadero culpable.
Toda esta acción además de la presión por parte de La Casa Blanca me lleva a pensar que Manfred liberará el nombre de Pete Rose y pondrá en manos del Comité de Veteranos la responsabilidad de elegirlo al Salón de la Fama.
Pete Rose con todas sus faltas y virtudes es sin duda alguna una figura que no debe de faltar en los confines de Cooperstown.
Pete Rose es sinónimo del verdadero béisbol.
0 comentarios