De las primeras leyes del “soviético” Sánchez, una de ellas fue la “Ley del Embudo”, o sea, “la carne “pa mí! y el hueso “pa ti”. Si hablamos de lo ocurrido durante la Guerra Civil, hay que mirar a ambos lados. Durante los mandatos de la II República, los comunistas, dirigidos por soviéticos que imponían el formado de criminalidad, solo en Madrid crearon más de 500 “chekas” (“Villa Marista)”

España, como país milenario, tiene una historia que, si fuera una soga, se podría rodear varias veces el planeta. Ha sido (sigue siendo) escenario de centenares de actitudes ejemplares y negativas. A su historia pertenecen personajes corruptos, vilipendiados, crueles, desajustados, carentes del más mínimo conocimiento de la palabra “honor”. Uno de sus personajes (la lista es interminable) fue el bandolero Luis Candela Cajiga, nacido en el barrio de Lavapiés, Madrid. A pesar de su carrera criminal, se jactaba de no haber cometido delito de sangre, lo que no evitó que fuese condenado a garrote vil y ejecutado tras pedir clemencia a María Cristina de Borbón y serle denegada.

Ocurrió cuando en este país la justicia era justicia, cuando a un asesino, no lo salvaba “ni Mazzantini el Torero”.  Esta España que se muere a pedazos, que los socialistas-comunistas están desangrando mientras el pueblo solamente se interesa por beber cerveza, vino tinto y comer aceitunas, aunque sea en la terraza del infierno; mientras no surja alguien que los tenga bien puesto (como Francisco Franco) y, pegando un piñazo en la mesa grite: “¡Ya está bien!”, el comunismo seguirá avanzando con tanto poder de destrucción como está haciendo desde hace casi 2 meses el volcán de La Palana (Islas Canarias). Pero “Nananina jabón Candado”. No se mueve ni el rabo del perro callejero con hambre.

Pedro Sánchez, malévolo poseído por el diablo, es quien con más arte domina lo que llamamos “la ley del embudo”. Lo hace en cada movimiento que tenga relación con el pueblo que soporta que se la estén clavando con arena sin decir ni “pío”. El presidente por accidente, vuelve a enfrascarse en lo que él llama “La Ley de la Memoria Histórica”, basada en llevar a los tribunales a todo aquel que, según su mente atrofiada, haya cometido algún crimen durante el mandado de Franco que, ¡ojalá viviera! De la Guerra Civil (en la que dice que el dictablando cometió sus crímenes) no queda vivo ni el gato. Han transcurrido 82 años, los que existan, si no tienen Alzheimer, padece arteriosclerosis, o han extendido un manto a la pantalla de sus recuerdos, sobre todo aquello que han caducado en todos los sentidos. Sánchez, como “la mujer del piojoso”, insiste en buscar liendres hasta en las entrañas de la que lo vomitó al mundo.

ENCABEZADOS POR VOX

Por haber comenzado a revolver las heces con una cuchara de piña, tiene a los españoles (mayoría) tirándose de los pelos. Saben que, revolviendo la caca, el pueblo le da de lado a los problemas que son espantosamente serio, entre ellos que una enorme parte de la sociedad pasa hambre, que, de no ser por “Cáritas”, (la Iglesia Católica), estuvieran muriéndose en las calles. Hay más de 3 millones de parados, estadísticamente, en este país maldecidos desde que irrumpieron los comunistas, ocurren diariamente 56 violaciones (incluyendo menores de edad). España está a la cabeza de los países europeos en cuanto a suicidios y, lo terrible, que oscilan entre los 18 y 29 años. La mayoría por culpa de la pandemia creada por los enemigos de Occidente y por lo que Pedro Sánchez, violando la Ley, mantuvo durante 3 meses a casi 50 millones de habitantes encerrados como si de una guerra nuclear se tratara. Por ello tiene pendiente un juicio, ya que ha sido denunciado por los partidos opositores, encabezados por Vox, la derecha que necesita este “cabrón” país.

Hace unos días volvió a presentar la proposición de ley de reforma de la Ley de Memoria Histórica, que va a llevar al Congreso con el objetivo de mejorar una norma de extraordinario valor para el conjunto del socialismo y la izquierda, en el décimo aniversario de su aprobación y garantizar su cumplimiento frente a la actitud de quien la paraliza conscientemente. “La Ley de la Memoria Histórica ha sido ignorada por el Partido Popular de forma consciente desde que llegó al Gobierno. Ha demostrado no tener voluntad política; no volcar recursos económicos para su aplicación, tampoco tiene instrumentos de desarrollo y no hay una vocación de diálogo con asociaciones y colectivos que han seguido trabajando desde la soledad y con el silencio incomprensible de la administración general del Estado”, afirmó el presidente psicópata.

MALVADO Y DESTRUCTIVO

La primera ley que impuso el “soviético” Sánchez, fue la “Ley del Embudo”, “la carne “pa mí” y el hueso “pa ti”. Si vamos a hablar de lo ocurrido durante la Guerra Civil, hay que mirar al otro lado, señor “mal presidente”. Entérese de que durante los mandatos de la II República, los comunistas dirigidos por soviéticos que imponían el formado de criminalidad, solo en Madrid crearon más de 500 “chekas” (cuarteles tipo “Villa Marista” de Cuba, en las que aún torturan y asesina el matrimonio “Raulina-Díaz-Canela-Fina”). Aquellos comunistas de la II República, arrasaron con los católicos, violaron monjas, quemaron centenares de iglesias en todo el país; bibliotecas, museos, todo lo que no les parecía “saludable” para el pueblo. Para ellos todos eran burgueses y había que eliminarlos. Ahí están, los millares de cruces en el cementerio de Para Cuellos del Jarama, donde se fusilaban niños, adolescentes, ancianos y al “copón divino”. Vigilaban al ciudadano hasta cuando iba al baño, lo mismo que continúa haciendo la dictadura cubana a través de sus cancerígenos Comités de Defensa, desde hace 63 años. Los muertos por la II República, multiplican a los causados durante la Guerra Civil que, como en todas, hay muertos y salvados. Sánchez tiene en cuenta solo los que él y su camarilla de forajidos dicen que asesinó Franco. Si lo hizo, fue para liberar a España de las pezuñas de comunismo recalcitrante que imperaba en la ex Unión Soviética. Habiendo conocido el comunismo como lo viví yo, no me quedaría duda de que hubiese hecho lo mismo, pues no lo digo solo yo, sino los historiadores más entendidos: “en la especie humano no existe ser tan malvado y destructivo que un comunista”. ¿Por qué aceptar que sigan sometiendo a los pueblos? ¡Tremendamente inhumano!

“La creación de una Comisión de la Verdad (¡Me parto de la risa!), garantizar el complimiento efectivo de la norma frente a la actitud de quien la paraliza conscientemente, así como ampliar los efectos jurídicos de las condenas dictadas durante el franquismo, hasta la nulidad de pleno derecho de las resoluciones, penas y sanciones adoptadas desde ese ordenamiento jurídico legítimo. La Ley pretende también que el Estado asuma sin más dilación la tarea que le es propia, que le compete a él; tomando el relevo a las asociaciones a la hora de localizar losas, creando un banco público de ADN para facilitar la identificación a los asesinados, un Centro Nacional de Víctimas y permitiendo el acceso, todavía vedado, a archivos estatales en los que se siguen ocultando las mentiras del olvido”.

¡Lo dice el mayor mentiroso! “Frankenstein”, ¿En tu sainete entran los millares de asesinados por los comunistas, los que tú imitas, antes, durante y después de la II república?